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El BdE vuelve a retrasar la recuperación y recorta al 6% el crecimiento previsto en 2021
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Mantiene su previsión a medio plazo

El BdE vuelve a retrasar la recuperación y recorta al 6% el crecimiento previsto en 2021

La recaída de la actividad en enero y febrero pospone hasta el segundo semestre el inicio de la recuperación, pero el crecimiento será más intenso y permitirá una salida rápida de la crisis

Foto: El director general de Economía y Estadística del BdE, Óscar Arce. (Efe)
El director general de Economía y Estadística del BdE, Óscar Arce. (Efe)

En junio de 2020, cuando España entraba en la nueva normalidad, el consenso de los economistas apuntaba a una recuperación rápida y robusta, que permitiría salir rápidamente del agujero. En ese momento, el Banco de España anticipaba un crecimiento del PIB para 2021 del 9,1%, lo que permitiría recuperar el PIB precrisis al final de este ejercicio. Sin embargo, los rebrotes del virus han retrasado sistemáticamente la recuperación y ahora los economistas coinciden en que no empezará antes del segundo semestre del año.

En septiembre, con el inicio de la segunda ola, el BdE rebajó su previsión de crecimiento al 7,1%, en diciembre volvió a recortarla, hasta el 6,8% y ahora vuelve a hacerlo. En su informe trimestral, publicado este martes, ha rebajado hasta el 6% su previsión de crecimiento para 2021 en su escenario central, esto es, casi un punto menos. La persistencia del virus y los problemas de vacunación tienen la culpa de este retraso en el inicio de la recuperación, que ahora se pospone hasta la segunda mitad del año, cuando se espera que el proceso de inmunización esté ya avanzado.

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“El nuevo endurecimiento de las medidas para contener la tercera ola de la pandemia habría vuelto a incidir negativamente sobre el dinamismo de la economía”, señala el Banco de España en su último informe de previsiones. La entidad anticipa una recaída del PIB en el inicio del año del 0,4% como consecuencia de las restricciones impuestas durante los meses de enero y febrero. La desescalada de marzo ha provocado una nueva aceleración de la actividad, que demuestra que existe una demanda embalsada provocada por las restricciones y el ahorro precautorio que se moviliza rápidamente cuando la situación sanitaria mejora.

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El Banco de España reconoce que existen todavía grandes incertidumbres sobre la recuperación derivadas de la imprevisibilidad del virus, las dudas de la vacunación y los posibles efectos negativos que deje la crisis sobre la situación financiera de hogares y empresas. Además, la entidad también ha retrasado su previsión de ejecución de los fondos europeos, ya que con el primer trimestre casi finalizado, el proceso de aprobación de los distintos proyectos en España está todavia en una fase muy inicial. Como consecuencia, el BdE prevé que España no empiece a utilizar las transferencias europeas de forma intensa hasta el año 2022, de modo que en 2021 aportará un punto al PIB.

En su actualización de las previsiones de crecimiento el BdE repite la fórmula de elaborar tres escenarios, pesimista, central y optimista, que varían en función de las hipótesis de recuperación sanitaria. En el escenario central, relatado hasta ahora, prevé un crecimiento del 6%, en el pesimista, esta cifra se rebaja al 3,2%, y en el optimista sube al 7,5%.

Eso significa que ni siquiera en el escenario más positivo el BdE se aproxima al cuadro macroeconómico del Gobierno, que anticipa un crecimiento del 9,8% en el conjunto del año. Si se confirma que la economía española sufrió una leve contracción en el inicio del año, las previsiones del Ministerio de Economía quedarán gravemente afectadas. El Gobierno tendrá difícil no asumir una rebaja de sus estimaciones cuando envíe a la Comisión Europea la actualización del Programa de Estabilidad.

A pesar de que el BdE ha rebajado su previsión de crecimiento para este año, mantiene su confianza en una fuerte recuperación de la actividad una vez se levanten las restricciones. De hecho, la entidad ha mejorado su horizonte de proyecciones a medio plazo, elevando el escenario central para 2022 y 2023. En concreto, ahora estima un avance del PIB del 5,3% en 2022, esto es, medio punto mejor que su previsión de hace tres meses. Esta mejora se debe, en parte, al retraso del inicio de la recuperación, que generará un gran efecto arrastre sobre 2022 (ya que la comparación con el inicio de 2021 será más positiva). Según sus previsiones, a finales de ese año se recuperarán los niveles de PIB trimestral previos a la crisis.

De cara a 2023, el Banco de España prevé que la economía española normalice su crecimiento, con un avance del 1,7%, niveles similares a los que existían antes de la pandemia. El PIB en ese año 2023 será casi medio punto superior al de las previsiones del BdE de hace tres meses, lo que muestra cómo la entidad mantiene la confianza en la recuperación a pesar de la recaída de la actividad en el inicio del año.

Foto: La destrucción de empleo provocó la caída de la masa salarial. (EFE)

Según el BdE, las palancas clave de la recuperación serán tres: el consumo de los hogares, la inversión y la vuelta del turismo. El consumo de los hogares experimentará una “recuperación sustancial” a lo largo del año, con un crecimiento del 8,8%, impulsado por la recuperación de la normalidad sanitaria y la reducción del ahorro precautorio, que permitirá movilizar la demanda embalsada desde el estallido de la pandemia.

La inversión vendrá espoleada por los fondos europeos del paquete Next Generation EU. Aunque el BdE ha recortado su previsión de ejecución para este año, recortando al 55% la previsión de inversión del Gobierno, considera que en 2023 ya estarán ejecutadas el 80% de las transferencias acordadas. Eso significa que aunque la inversión también se retrase, el uso de estos fondos será muy intenso hacia la última parte de este año y los dos siguientes. Como consecuencia, la formación bruta de capital fijo crecerá un 9,2% este año y se acelerará hasta el 10,3% en 2022.

Por último, la vuelta del turismo internacional será un factor clave del crecimiento dada la dependencia de la economía española de estas divisas internacionales. Sin embargo el Banco de España tiene más dudas sobre la recuperación de este indicador, principalmente por el retraso de las vacunas y los rebrotes. Según sus previsiones, las exportaciones de turismo en 2021 serán un 60% inferiores a las del año 2019, justo antes de la pandemia. En 2022 se recuperarán de forma significativa, pero todavía seguirán un 15% por debajo de los niveles previos a la pandemia y no será hasta 2023 cuando España alcance los niveles previos a la crisis.

En junio de 2020, cuando España entraba en la nueva normalidad, el consenso de los economistas apuntaba a una recuperación rápida y robusta, que permitiría salir rápidamente del agujero. En ese momento, el Banco de España anticipaba un crecimiento del PIB para 2021 del 9,1%, lo que permitiría recuperar el PIB precrisis al final de este ejercicio. Sin embargo, los rebrotes del virus han retrasado sistemáticamente la recuperación y ahora los economistas coinciden en que no empezará antes del segundo semestre del año.

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