El desplome del beneficio de las empresas españolas duplica el del resto de Europa
El impacto de la crisis ha golpeado con dureza las cuentas de resultados en España, que sufrieron un desplome del 20% en los tres primeros trimestres del año
La 'pandemia económica' provocada por el coronavirus está dejando un reguero de empresas que no pueden continuar con su actividad por las pérdidas acumuladas. En 2020 se dieron de baja 100.000 empresas y los datos seguirán siendo malos durante los próximos meses hasta que la situación sanitaria empiece a normalizarse. En esta crisis las empresas han soportado una buena parte del golpe, en buena medida porque cuando estalló la pandemia estaban en una posición financiera muy sólida. Sin embargo, a medida que pasan los meses los 'números rojos' se van acumulando.
Las empresas de España son las que han sufrido el golpe más duro. Así lo muestran los datos de las cuentas no financieras de Eurostat actualizados hasta el tercer trimestre de 2020. En ese periodo, el beneficio bruto de las empresas y autónomos (EBE y rentas mixtas) sufrió un desplome de casi el 20% respecto al mismo periodo del año anterior, lo que en términos absolutos son más de 41.000 millones perdidos. Se trata del peor dato de toda la eurozona junto con el de Francia, con un descenso que duplica el registrado en la Unión Europea, que fue del 9,7%, y en la eurozona, del 10,7%.
En Alemania, por ejemplo, la caída de los beneficios fue inferior al 8%; en Italia fue del 13,5%; y en Portugal, del 17,4%. Estas diferencias explican bien el impacto que han sufrido las empresas en sus cuentas de resultados como consecuencia de la pandemia. De hecho, si se compara la caída de beneficios en España con Alemania las cifras absolutas son idénticas (41.000 millones de euros), pese a que su economía casi multiplica por tres a la española. Un dato que refleja la magnitud de la crisis que están soportando las empresas en España.
Esta caída se explica por la gravedad de la crisis que está atravesando España, una de las economías desarrolladas más golpeadas en todo el mundo. Hay varios factores que explican esta situación, aunque el más importante es la dependencia que tiene el país del turismo, que provocó la pérdida de 72.000 millones a lo largo del año. Además, la temporalidad en el mercado laboral ha acelerado la destrucción de empleo, la abundancia de pymes ha agravado los problemas financieros y la cantidad de contagios ha afectado a la magnitud de la crisis.
Los datos de rentabilidad por sectores publicados por el Banco de España muestran la situación tan delicada que están atravesando las empresas. Según sus estimaciones, la mitad de las empresas tuvieron pérdidas en 2020. Las peores cifras se concentran en los sectores de la hostelería y el ocio, en los que tres de cada cuatro están en pérdidas y la mitad tienen unos números rojos que superan el 13% del activo. En total, según las estimaciones del BdE, entre un 9% y un 20% de las empresas de ocio y hosteleía no son viables. El dato final dependerá de la duración de la crisis y de las ayudas públicas.
Con estas pérdidas, las dificultades para sobrevivir se multiplican a medida que se prolongan las restricciones. Esto explica las protestas de muchas empresas y autónomos que reclaman ayudas para evitar el cierre. Los números rojos se prolongarán, al menos, hasta el próximo verano. Durante el pasado verano, las pérdidas se moderaron gracias a la reapertura, pero su situación en la 'nueva normalidad' sigue muy lejos de la vieja. Según los datos de Eurostat, el beneficio bruto fue casi un 14% inferior que el del verano de 2019. Se trata del peor dato de toda Europa y también es casi el doble que el de las empresas en la eurozona, que registraron un descenso del 7,5%.
El ahorro en salarios
Estos datos no tienen en cuenta los beneficios obtenidos por las empresas en el extranjero, pero sí incluyen las ganancias de las multinacionales foráneas en España. Tampoco tienen en cuenta la depreciación del capital ni las inversiones. En definitiva, lo que muestran es el beneficio que obtienen las compañías una vez restados los costes de producción. Estos costes han caído de forma significativa durante la crisis, principalmente en lo que se refiere a salarios, gracias a los ERTE.
Los expedientes temporales han sido el gran avance de España en esta crisis, siguiendo el ejemplo de otros países europeos líderes, como es el caso de Alemania. Las empresas han conseguido reducir sus costes salariales sin necesidad de despidos recurriendo a los ERTE, lo que les ha permitido ahorrarse las nóminas de los trabajadores y también el grueso de las cotizaciones a la Seguridad Social.
Esos costes se han repartido entre el Estado y los trabajadores, ya que la prestación pública ha sido del 70% de la base reguladora. El ahorro en salarios y cotizaciones que han conseguido las empresas en España asciende a 23.600 millones de euros en los tres primeros trimestres del año. Eso significa un descenso en los gastos de personal del 8,5%. Este dato es también el más elevado de Europa, lo que muestra cómo la crisis se ha trasladado también al Estado y las empresas. Si se compara con los resultados de la eurozona, el ahorro en salarios de las empresas en el conjunto de países del euro fue del 4,5%, poco más de la mitad.
[Consulte los principales indicadores económicos actualizados]
A pesar de que las empresas españolas se han ahorrado más que sus comparables europeas en salarios, esto no ha evitado que la caída de beneficios haya sido el doble que la de la eurozona. Estos datos ponen en evidencia la magnitud de la crisis empresarial en España y cómo el tejido productivo ha tenido que soportar el grueso de los costes de la crisis.
Este esfuerzo realizado se debe, en buena medida, a las características propias de la crisis. Cuando estalló la pandemia y las empresas tuvieron que elegir entre mantener a sus trabajadores o hacer despidos masivos, optaron por la primera vía. En su esperanza estaba que la crisis fuese corta y la salida muy rápida, de modo que la elección fue mantener su capital humano. Sin embargo, la crisis se sigue prolongando y la acumulación de pérdidas amenaza la viabilidad de muchas empresas, especialmente en el sector de la hostelería, lo que explica la preocupación de la Comisión Europea con las quiebras en cadena. Con tales pérdidas como las que se han acumulado en España, el sector público tendrá que vigilar de cerca la situación de las pymes si quiere evitar sustos.
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La 'pandemia económica' provocada por el coronavirus está dejando un reguero de empresas que no pueden continuar con su actividad por las pérdidas acumuladas. En 2020 se dieron de baja 100.000 empresas y los datos seguirán siendo malos durante los próximos meses hasta que la situación sanitaria empiece a normalizarse. En esta crisis las empresas han soportado una buena parte del golpe, en buena medida porque cuando estalló la pandemia estaban en una posición financiera muy sólida. Sin embargo, a medida que pasan los meses los 'números rojos' se van acumulando.