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Enero dejó 219.000 empleados menos, el segundo peor dato desde la crisis del euro
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El paro subió en 76.200 personas

Enero dejó 219.000 empleados menos, el segundo peor dato desde la crisis del euro

La recuperación sigue congelada como consecuencia de los rebrotes del virus. El inicio del mes fue positivo, pero, a medida que avanzaron las restricciones, los ERTE volvieron a crecer

Foto: Las restricciones han impedido a las empresas aprovechar las rebajas. (EFE)
Las restricciones han impedido a las empresas aprovechar las rebajas. (EFE)

El mes de enero fue extraño para el mercado laboral por varios motivos. El mes comenzó con fuerza gracias al levantamiento de las restricciones durante las navidades, pero, a medida que los rebrotes avanzaron, la economía se fue ralentizando. El resultado final que dejó el mes fue negativo, aunque con datos algo mejores que los del mes de enero de 2020, en parte porque el punto de partida era ya peor (sin la campaña turística de navidad). En total, la cuesta de enero deja 219.000 empleos destruidos, según los datos de afiliación publicados esta mañana por la Seguridad Social. Este dato mejora los registros de 2020, pero, descontando ese mes, se trata del peor enero desde la crisis del euro, en el año 2013. En total, el número medio de afiliados en enero fue de 18,83 millones de personas, de modo que se volvió a perder la cota de los 19 millones de cotizantes.

A medida que aumentaron las restricciones, también creció el número de trabajadores en ERTE (expedientes de regulación de empleo). Si al inicio del mes había 703.300 trabajadores en ERTE, al final de mes había ya 739.000. Este incremento, de más de 35.000 personas, fue progresivo desde el final de la navidad y coincidió con la vuelta de las limitaciones a la actividad y la movilidad. Sin embargo, si se toman los datos medios del mes, el número de trabajadores en ERTE fue inferior a diciembre: casi 35.000 personas menos. Esto significa que, aunque las restricciones están siendo más intensas, hay menos expedientes de regulación temporales.

El mes de enero siempre es negativo para el empleo, ya que es cuando se produce la resaca de la navidad. Este año la navidad se mantuvo a medio gas, pero, aún así, los datos de enero han sido negativos. En términos desestacionalizados, la economía española creó 38.600 empleos, dato que también mejora al de enero de 2020, pero que es peor que en los años anteriores. En esta crisis la serie desestacionalizada también incorpora un gran componente estacional, aunque inverso, ya que, al no existir turismo, penaliza los datos de la temporada alta y mejora los de la temporada baja.

Foto: Imagen de una oficina de empleo. (EFE)

Por sectores, los datos negativos fueron generalizados. El dato más positivo fue el de la hostelería, que destruyó menos empleo del que suele en los meses de enero gracias a que la campaña navideña se hizo a medio gas en el turismo. En total, se perdieron 37.000 empleos, 6.000 menos que en enero de 2020. En el sector sanitario las cifras también mejoraron: aunque se perdieron 9.500 cotizantes, fueron 5.400 menos que hace un año. El sector que peor se comportó, en comparación con el de enero de 2020, fue el de la construcción, que estuvo muy afectado por el temporal Filomena. En total, se perdieron 21.205 cotizantes, más que el doble que el mismo mes del año anterior.

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En esta crisis tan excepcional, en la que se ven gravemente afectados algunos sectores y otros operan con normalidad, muchas de las series históricas pierden el sentido. La mejor comparativa es la que muestra la serie diaria de afiliación y ERTE. Los datos no dejan lugar a dudas: la segunda ola frustró la recuperación a finales de octubre y, desde entonces, el empleo ha sido levemente inferior y la recuperación está completamente bloqueada.

Si se observan los datos con más detalle, se aprecia una recuperación durante la campaña de compras navideñas, fomentada por la reducción de las limitaciones durante esos días. Sin embargo, desde finales del mes de diciembre ya se aprecia una nueva recaída que se consolida al inicio del mes por los rebrotes de la tercera ola. En términos agregados, la situación del empleo es de leve caída desde los niveles de octubre, que aún no se han recuperado. Datos que confirman que la economía española ha entrado en una nueva fase de la crisis, de estancamiento, que probablemente se prolongará hasta que las vacunas no consigan normalizar la situación sanitaria.

Los pobres datos de afiliación se han visto reflejados en un aumento del desempleo, también habitual en los meses de enero. El número de parados registrados en las oficinas de empleo aumentó en 76.200 personas en enero, cifra que mejora los registros de los meses de enero de 2020 y 2019, pero que es peor que los años de la recuperación. Una vez más, las cifras de paro están gravemente afectadas por las prestaciones extraordinarias que se han puesto en marcha para proteger a los desempleados del coronavirus. En total, el número de parados resgistrados superó en enero los 3,9 millones y son ya 710.000 desempleados más que el enero previo a la pandemia.

El mes de enero fue extraño para el mercado laboral por varios motivos. El mes comenzó con fuerza gracias al levantamiento de las restricciones durante las navidades, pero, a medida que los rebrotes avanzaron, la economía se fue ralentizando. El resultado final que dejó el mes fue negativo, aunque con datos algo mejores que los del mes de enero de 2020, en parte porque el punto de partida era ya peor (sin la campaña turística de navidad). En total, la cuesta de enero deja 219.000 empleos destruidos, según los datos de afiliación publicados esta mañana por la Seguridad Social. Este dato mejora los registros de 2020, pero, descontando ese mes, se trata del peor enero desde la crisis del euro, en el año 2013. En total, el número medio de afiliados en enero fue de 18,83 millones de personas, de modo que se volvió a perder la cota de los 19 millones de cotizantes.

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