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Bruselas amenaza con una réplica del fondo que deje fuera a Hungría y Polonia
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Bruselas amenaza con una réplica del fondo que deje fuera a Hungría y Polonia

La Comisión Europea busca deshacer el veto de Hungría y Polonia con la idea de poner en marcha una réplica del fondo de recuperación que permita que el dinero siga fluyendo

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El veto de Hungría y Polonia al paquete presupuestario de la Unión Europea, incluido el Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros para hacer frente a las consecuencias económicas del coronavirus, ha hecho que la Comisión Europea, en una muestra de la gravedad de la situación, comience a diseñar vías alternativas para conseguir que el dinero no deje de llegar a los países más afectados, como Italia y España. El mensaje para Budapest y Varsovia está claro: si no levantan su veto, la Unión Europea buscará una solución de la que se quedarán fuera.

Los Gobiernos húngaro y polaco han bloqueado el paquete como protesta por la puesta en marcha de un mecanismo de Estado de Derecho que podría, en última instancia, hacer que los fondos europeos dejen de llegar a un país que esté poniendo en jaque el Estado de Derecho, como ocurre precisamente en Polonia, con su reforma judicial, o en Hungría, los dos únicos países contra los que se ha activado el artículo 7 de los Tratados por su asalto a los valores europeos.

En las últimas semanas han reforzado su veto, anunciando que coordinarán sus posiciones. La presidencia alemana trata de convencer a Budapest y Varsovia de que deje caer su bloqueo, especialmente porque ni el Parlamento Europeo ni el resto de los Estados miembros están dispuestos a ceder en el mecanismo de Estado de Derecho. Muchas voces en Bruselas han pedido no dejarse impresionar por lo que consideran un farol húngaro y polaco y proceder a mostrar a ambos países las otras posibilidades con las que cuentan el resto de Estados miembros y que podrían dejarles fuera.

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Y es eso precisamente lo que se está haciendo. La Comisión Europea busca ahora aumentar la presión sobre Budapest y Varsovia con una amenaza concreta: mientras ya dibuja las líneas generales del plan de emergencia de cara a enero por si no hay un presupuesto, una alta fuente comunitaria señala que se está buscando una solución “puente” para poner en pie una réplica del Fondo de Recuperación a través de la cooperación reforzada. Existen distintas posibilidades, como la aportación de garantías que permitieran al Ejecutivo comunitario acudir a los mercados y comenzar a emitir, y la fuente se muestra convencida de que es posible poner en marcha el plan. También existe la posibilidad de un acuerdo intergubernamental, que es el sistema que se usó para poner en marcha el MEDE, el fondo europeo de rescates, y que fue la primera opción que se pensó cuando se oficializó el bloqueo de Hungría y Polonia, aunque ahora prácticamente se descarta por ser demasiado complicado.

En los próximos días la idea es ir detallando esta posible ruta alternativa, que desde el primer momento ha estado sobre la mesa, para que sea una herramienta más en el choque de trenes que se prevé en la cumbre del próximo 10 y 11 de diciembre. Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, quiere que el encuentro se celebre de forma presencial porque se espera uno de los debates más acalorados de los últimos tiempos. El hartazgo con Hungría y Polonia ha provocado un aumento de la tensión entre socios europeos, especialmente a nivel diplomático, donde se lidia con este asunto día a día.

El problema es que esta solución hace caer de forma importante los pagos: según fuentes europeas, se perderían entre 25.000 y 30.000 M

“No hay plan B”, explicaba esta semana el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz. Pero la verdad es que hay que buscar ese plan B, porque en los últimos días ha quedado claro que la amenaza de Hungría y Polonia es seria, aunque Scholz espera que nadie sea tan “insensato” como para bloquear el pacto. “Está claro que tenemos que trabajar intensamente y explorar todas las opciones posibles para asegurar que podemos avanzar porque estamos en una crisis económica profunda", explicaba también esta semana Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea a cargo del Euro.

Pero sí hay consenso en que el “plan A”, el acordado en julio, es la mejor solución posible. Así que la prioridad de cualquier plan B es ser lo suficientemente creíble y funcional como para lograr que Hungría y Polonia levanten su veto al acuerdo.

Este miércoles el Ejecutivo comunitario también ha comenzado ya formalmente el trabajo para poner en marcha un presupuesto prorrogado ante la incapacidad de aprobar el Marco Financiero Plurianual que cubre los cursos 2021 a 2027. El problema es que esta solución hace caer de forma importante los pagos: según fuentes europeas, se perderían entre 25.000 y 30.000 millones de euros en algunas partidas clave, desde fondos estructurales hasta las becas Erasmus que permiten financiar parte de las experiencias de intercambio entre estudiantes universitarios europeos. “Se detendrían inmediatamente”, ha explicado la fuente comunitaria al ser consultada por los pagos del programa Erasmus.

El veto de Hungría y Polonia al paquete presupuestario de la Unión Europea, incluido el Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros para hacer frente a las consecuencias económicas del coronavirus, ha hecho que la Comisión Europea, en una muestra de la gravedad de la situación, comience a diseñar vías alternativas para conseguir que el dinero no deje de llegar a los países más afectados, como Italia y España. El mensaje para Budapest y Varsovia está claro: si no levantan su veto, la Unión Europea buscará una solución de la que se quedarán fuera.

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