Llega la hora del autoconsumo: cinco motivos para apostar por la energía solar fotovoltaica
El abaratamiento de los costes o la posibilidad de volcar excedentes a la red son solo algunas de las ventajas que esgrimen los defensores de las renovables
Es el momento de las renovables. La reciente aprobación de la Ley de Cambio Climático en España ha puesto en marcha la maquinaria para que nuestro país llegue a la neutralidad de carbono en 2050, lo que significa que solo se emitirán aquellos gases que la atmósfera pueda absorber. Para lograrlo, uno de los objetivos que fija la ley es que dentro de 30 años el 100% de la energía producida en España tendrá que ser de origen renovable.
El consumo de esta energía verde en nuestro país aumentó hasta el 36,8% en 2019, con un parque generador de energía que ya representa el 49,3% del total instalado en España. Aunque la eólica ha tomado la delantera en este ámbito, al aportar un 20,6% al 'mix', la solar fotovoltaica también está creciendo: pasó del 3% al 3,5% en el último año.
No hay que olvidar que España es un país especialmente interesante para la energía solar si tenemos en cuenta que las provincias del sur y algunas del levante cuentan con más de 3.000 horas de luz al año. Por ello, el progresivo abaratamiento de los paneles fotovoltaicos y de las baterías han convertido el autoconsumo en una opción interesante tanto para ahorrar costes en electricidad como para ayudar a conservar el medio ambiente. A continuación, te detallamos cinco razones que apoyan esta tesis:
1. Ahorro en la factura. Al producir su propia electricidad, el consumidor de energía solar no depende de los posibles cambios en las tarifas de la luz, medida que favorece especialmente a las familias con pocos ingresos. Además, aquellas personas que instalan equipos en sus casas pueden acogerse a beneficios fiscales.
2. Menos emisiones de gases contaminantes. España ya es capaz de generar 108.000 MW de energía renovable, de los que más de 7.800 MW son de solar. Solo en 2018, la generación eléctrica en nuestro país evitó la emisión a la atmósfera de casi 40 millones de toneladas de CO₂, un 3% menos respecto a la misma cifra de 2017. Esta medida supuso un ahorro para las arcas del Estado de 623 millones de euros, un 163% más que el año anterior, según cifras de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA).
3. Gastos mínimos en mantenimiento y en control, ya que incorporan sistemas de gestión remota. La posibilidad de colocar instalaciones comunitarias (bloques de viviendas, polígonos industriales, centros comerciales) permite adaptarse a cualquier tipo de consumidor y diseñar el autoconsumo óptimo para sus necesidades.
4. Compartir energía (y ahorrar por hacerlo). Se puede realizar una instalación colectiva, de manera que varios usuarios (consumidores) se reparten como quieran la energía que se genera Así se aprovecha al máximo la generación. Además, las instalaciones que no superan los 100kW, ya sean individuales o colectivas, pueden compensar sus excedentes. La energía que le sobre a cada usuario supondrá un ahorro en su factura, ya que la comercializadora le descontará el valor de esa energía sobrante de su factura mensual.
5. Fomento de la transición ecológica en España. O, lo que es lo mismo, se está promoviendo la generación de empleo de calidad y de actividad económica en el sector de las renovables. Solo en 2019, contribuyeron con 8.511 millones de euros al PIB y dieron trabajo a cerca de 75.000 personas, según la APPA.
Ahorro en costes, facilidad de mantenimiento, beneficios fiscales, mantenimiento cada vez más barato y todo ello aportando a la economía española, a la vez que se protege el medio ambiente. Ha llegado la hora de la energía solar.
*Campaña de Comunicación y Publicidad Institucional 'Energía y Ciudadano'
Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía
Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico
Gobierno de España
Es el momento de las renovables. La reciente aprobación de la Ley de Cambio Climático en España ha puesto en marcha la maquinaria para que nuestro país llegue a la neutralidad de carbono en 2050, lo que significa que solo se emitirán aquellos gases que la atmósfera pueda absorber. Para lograrlo, uno de los objetivos que fija la ley es que dentro de 30 años el 100% de la energía producida en España tendrá que ser de origen renovable.