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Egipto tumba a España y el reinado de la naranja valenciana con granjas en el desierto
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Sorpaso en toneladas de exportaciones

Egipto tumba a España y el reinado de la naranja valenciana con granjas en el desierto

Aunque aún ingresa menos, la mayor cantidad vendida alerta a los agricultores, que ven cómo los productores del norte de África amenazan su posición

Foto: Foto: Reuters.
Foto: Reuters.

Egipto ha logrado un hito que hace poco tiempo parecía inalcanzable, arrebatar el liderazgo mundial en exportaciones de naranjas a España y convertirse en el rey en toneladas vendidas. La naranja valenciana, que lleva años ostentando el liderazgo mundial, ha cedido el primer puesto a un productor cuya superficie está compuesta por casi un 70% de desierto. El país africano lleva años inmerso en un programa de inversiones para convertir el Nilo y el Sáhara en la base de un 'boom' agrícola que le permita competir en el mercado comunitario, chino y ruso. Muchos agricultores ven en este auge una amenaza para su posición en el Viejo Continente.

En un comunicado de su ministro de Agricultura, Ezz El-Din, el Gobierno egipcio explicaba: “Ahora, nuestra nación está en primera posición superando a España en las exportaciones de naranjas”. Continuaba su escrito afirmando que “nuestros agricultores quieren plantar más, visto el éxito en la expansión". Se ha conseguido "conquistar la mayoría de los mercados internacionales”.

España ha exportado en 2019 más de 1,75 millones de toneladas y, solo en los seis primeros meses del año, se ha podido lograr una importante cifra de más de 1,14 millones. Por su parte, la Administración Central Agrícola de Egipto afirma que cerró el año pasado con 1,8 millones de toneladas y que, en la temporada que ha finalizado el 14 de octubre, se han logrado exportaciones por valor de 1,4 millones. Según la institución, todos los países se han visto beneficiados por una mayor demanda, pero “hemos logrado capturar gran parte de ese incremento”.

La devaluación de la libra egipcia por la reestructuración de la deuda y el rescate del FMI son el principal motivo de este auge

El país africano ha logrado convertirse en una potencia en este campo a través de un plan que lleva en activo casi una década para transformar zonas desérticas en granjas. Estas nuevas plantaciones en el Sáhara han sido las principales causantes de esta situación y se han podido lograr a través de subsidios del Gobierno e inversiones privadas de tecnología. Además, han usado el agua del Nilo para proveer todas estas granjas en el Sáhara.

Hay que matizar este ‘nuevo liderazgo’ del país de las pirámides. En cantidad, han logrado alcanzar el primer puesto, pero aún están muy lejos de la facturación que mueven sus rivales. Y es que el secreto de su expansión han sido, en buena medida, los bajos precios a los que han vendido sus productos tanto al mercado europeo como a China. España ingresó gracias a las exportaciones de naranjas más de 1.000 millones de euros, un 26,5% del mercado mundial, frente a los 563 millones de Sudáfrica. Los egipcios son los terceros en este aspecto, generando 557 millones de euros. Además, este sorpaso es solo teniendo en cuenta las naranjas, pero, respecto a todos los cítricos, la diferencia sigue siendo amplia debido a la gran producción de mandarinas en el campo español.

Esta diferencia con respecto a España viene en buena medida por una moneda más débil como es la libra egipcia, que cayó con mucha fuerza en 2016 debido a una devaluación de la divisa en el marco de una reestructuración de la deuda y un posterior rescate del FMI de 11.000 millones de euros. Así lo reconocen sus autoridades agrícolas en el comunicado en el que explicaban la evolución del sector. Aunque agricultores españoles también destacan que sus naranjas “son de peor calidad” y “están enfocadas a un consumo distinto”, más centrado en zumos, donde la fruta es “más pequeña” y “el precio final es más barato”.

En costes, nunca competiremos con ellos, tienen la mano de obra regalada y sin duda van a seguir yendo hacia arriba

Desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), explican que “hay diferencias clave” y que, por ejemplo, en los campos del levante, “muchas veces nos desprendemos de la pieza cuando sale de esas dimensiones” (la que más producen sus rivales), porque “las nuestras tienen importantes diferencias, son más para mesa”. Sin embargo, creen que, a pesar de que España tiene muy buen margen de acción con sus cifras actuales, podría darse el caso de que las naranjas egipcias compitan en Europa con las valencianas, provocando una eventual caída en este mercado clave. De hecho, los cítricos supusieron el 25% de todas las exportaciones de frutas y hortalizas del país ibérico en 2019. Estos productos suponen un importante activo para la balanza comercial, al nivel del aceite de oliva o el vino.

Asaja explica que le preocupa el crecimiento de Egipto, pero también el de países como Marruecos o Turquía. Sin embargo, matiza que perder el primer puesto se debe a una campaña especialmente débil por parte del país ibérico, que vio descender su producción cerca de un 17%. Pero, a pesar de ello, afirma que la amenaza es real. “En costes, nunca competiremos con ellos, tienen la mano de obra regalada y sin duda van a seguir yendo hacia arriba”. Por ello, apuestan por que España se haga fuerte en más variedad de naranjas e incentivar las mandarinas, para diferenciarse y conseguir un extra en calidad.

También apuntan a una solución alternativa al problema: Trump y Putin. Creen que si se consiguen quitar los aranceles del primero y el veto del segundo, el sector podría volver a encontrar un camino para seguir creciendo frente a sus rivales. Los agricultores de la UE tienen serios problemas para vender en Rusia desde 2014, a raíz de la crisis de Crimea, y desde Asaja piden que Sánchez lidere un frente común para dar una solución diplomática a esta situación.

Foto: Donald Trump. (EFE)

Respecto a la situación actual con EEUU, vender esta fruta en territorio del gigante norteamericano implica una tasa del 25% desde que la OMC declarase ilegítimas las ayudas de la UE a Airbus y permitiese imponer gravámenes. Recientemente, el organismo internacional ha dictaminado la misma medida respecto a las ayudas de los Estados Unidos a Boeing, por lo tanto, esperan que ambas partes logren un acuerdo que les libere de estos aranceles.

Ambas asociaciones remarcan que la amenaza no tiene comparación con la que se ha comentado históricamente, Sudáfrica. En ese caso, al estar en otro hemisferio, los tiempos de producción varían totalmente y la competencia se reduce. Las temporadas de ambas partes son diferentes a los países europeos y, por ello, el aumento de uno no va necesariamente en perjuicio del otro.

Egipto, por el contrario, es un país mediterráneo cuyos tiempos y proximidad hacen que sí pueda suponer una gran competencia para España. De hecho, su cercanía al Viejo Continente es clave con respecto al tercer exportador del mundo. Y, por último, apuntan de forma clara a los mercados de la eurozona, donde los agricultores valencianos y andaluces construyen gran parte de su éxito.

Egipto ha logrado un hito que hace poco tiempo parecía inalcanzable, arrebatar el liderazgo mundial en exportaciones de naranjas a España y convertirse en el rey en toneladas vendidas. La naranja valenciana, que lleva años ostentando el liderazgo mundial, ha cedido el primer puesto a un productor cuya superficie está compuesta por casi un 70% de desierto. El país africano lleva años inmerso en un programa de inversiones para convertir el Nilo y el Sáhara en la base de un 'boom' agrícola que le permita competir en el mercado comunitario, chino y ruso. Muchos agricultores ven en este auge una amenaza para su posición en el Viejo Continente.

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