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Las exportaciones sufren una recaída y aumentan el riesgo de una doble recesión
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Frenazo de la recuperación

Las exportaciones sufren una recaída y aumentan el riesgo de una doble recesión

Las ventas de bienes al extranjero cayeron un 9% interanual en agosto, casi dos puntos peor que en julio, lo que frenó la racha de recuperación iniciada con la desescalada

Foto: Imagen de la fábrica de Ford en Almussafes. (EFE)
Imagen de la fábrica de Ford en Almussafes. (EFE)

La recuperación de la economía sigue dejando señales preocupantes en las últimas semanas como consecuencia de los rebrotes del virus y la incertidumbre que ello conlleva. Los datos del comercio exterior de España del mes de agosto profundizan en las pobres sensaciones que arroja la economía. En concreto, las exportaciones retrocedieron un 9,1% respecto al mismo mes del año anterior. Esta caída es casi dos puntos peor que la registrada el pasado mes de julio, lo que evidencia una recaída de las ventas al exterior.

De esta forma, el comercio exterior se une a los indicadores publicados en las últimas semanas que muestran un frenazo de la economía a partir del verano como consecuencia de los rebrotes. Y eso que en agosto todavía no habían empezado los confinamientos. Los datos de ventas con tarjetas de crédito del inicio de octubre son los primeros que muestran un riesgo real de doble recesión, ya que registraron un descenso próximo al 10%. La economía creció con fuerza en el tercer trimestre gracias a la reapertura, pero la velocidad del virus en las últimas semanas deja el último trimestre del año en una situación muy delicada.

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En el caso de las exportaciones de agosto, si se eliminan los productos energéticos, que marcan decisivamente la balanza de bienes española debido a las importaciones de petróleo y gas, los datos apuntan en la misma dirección. La caída interanual de las exportaciones fue del 5,1%, casi un punto peor que en julio. Este descenso inesperado tuvo dos sectores protagonistas: el de bienes de equipo y el de semimanufacturas.

En el caso de los bienes de equipo —que incluyen básicamente maquinaria para empresas, material de oficina y aparatos electrónicos—, las exportaciones cayeron un 12,4%, tres puntos y medio peor que en julio. La recaída de las ventas de este tipo de bienes evidencia el hundimiento de la inversión empresarial en todo el mundo. En agosto, las empresas deberían haberse preparado para retomar el curso con cierta normalidad tras la desescalada. Ese era el escenario en el que confiaban los analistas y los gobiernos. Esa vuelta a la normalidad hubiese requerido una importante inversión en bienes de equipo para acondicionar los puestos de trabajo.

Sin embargo, lo que muestran estos datos es que la inversión empresarial se mantuvo bajo mínimos a lo largo del verano, lo que sienta un precedente peligroso para los datos del PIB del tercer trimestre, que se conocerán en las próximas semanas. Además, la industria sufre de un importante exceso de capacidad como consecuencia de la caída de la demanda, lo que agrava la caída de las exportaciones de bienes de equipo.

En el caso de las semimanufacturas, la caída fue del 9%, casi el triple que en julio. Este sector incluye diversas materias primas semiprocesadas, como son metales, hierro, acero, productos químicos o materiales de construcción. Esto es, la base del sector de la industria, ya que son bienes que se utilizan en el proceso de fabricación y de construcción. La recaída en las ventas de este tipo de bienes también muestran un parón en la demanda y un escenario preocupante para la industria.

La mejor noticia la deja el sector del automóvil, clave para las exportaciones de España y la industria en general. Las ventas al exterior de automóviles y piezas de vehículos crecieron un 14,1% en agosto respecto al mismo mes del año anterior. La recuperación de las exportaciones se explica, en parte, por las ventas de 'stock', ya que las importaciones de componentes siguen en niveles muy bajos, un 30% inferiores a las del año anterior. En cualquier caso, la vuelta de la demanda de automóviles supone una noticia muy positiva para España que permitirá reactivar la producción en las fábricas.

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Consulta todos los datos de Panel Económico.

El descenso de las exportaciones se compensa con el hundimiento de las importaciones, que evidencian cómo el mercado interior está incluso más parado que el europeo. Datos que confirman los pobres pronósticos del PIB para España. El FMI estima que será, de las grandes economías, la que sufrirá una crisis más profunda. De ahí que la esperanza de recuperación pase ahora por el descubrimiento de una vacuna contra el virus y las exportaciones.

En concreto, las importaciones registraron un hundimiento del 17,2% en agosto respecto al mismo mes del año anterior. Si se excluyen los productos energéticos, el descenso fue del 13%, también peor que el 10,7% de julio. Esto supone una recaída de más de dos puntos en comparación con julio. El principal sector que explica este descenso es el de los bienes de equipo, como en el caso de las exportaciones. Una evidencia más del momento delicado que atraviesa la inversión empresarial en este contexto de grave incertidumbre.

El desplome de las importaciones está permitiendo reducir drásticamente el déficit comercial de España, lo que permitirá que la demanda externa tenga una aportación neta al crecimiento del PIB. Esta mejora es, en cualquier caso, un espejismo, ya que es el resultado del hundimiento de la demanda interna de España, la peor noticia posible para el crecimiento.

El déficit de bienes de España acumulado hasta agosto fue de 9.600 millones de euros, esto es, menos de la mitad que en el mismo periodo del año anterior, cuando superó los 21.000 millones de euros. Y si se excluye el déficit energético, el resultado es un superávit de casi 700 millones. El primer saldo positivo desde 2013, en los últimos coletazos de la crisis del euro. Una mejora en la que hay poco que celebrar, más allá de que contrarrestará temporalmente la caída del PIB.

La recuperación de la economía sigue dejando señales preocupantes en las últimas semanas como consecuencia de los rebrotes del virus y la incertidumbre que ello conlleva. Los datos del comercio exterior de España del mes de agosto profundizan en las pobres sensaciones que arroja la economía. En concreto, las exportaciones retrocedieron un 9,1% respecto al mismo mes del año anterior. Esta caída es casi dos puntos peor que la registrada el pasado mes de julio, lo que evidencia una recaída de las ventas al exterior.

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