El déficit se dispara al 6,5% hasta junio, más que en el peor año de la crisis del ladrillo

El déficit del público escaló hasta el 6,45% del PIB en la primera mitad del año, un dato sin precedentes que supera ampliamente el déficit acumulado durante los primeros meses de la crisis de Lehman Brothers. Según los datos de la Intervención General del Estado (IGAE), la necesidad de financiación del conjunto de las administraciones públicas en la primera mitad del año superó los 72.000 millones de euros. Sirva como comparativa que en el mismo periodo de 2009 el déficit fue de 60.400 millones de euros, lo que muestra el gran impacto que la crisis del coronavirus tendrá sobre las cuentas públicas españolas.

El aumento del déficit es consecuencia de tres factores: los estabilizadores automáticos que funcionan durante las crisis, las medidas para contener la crisis económica y la caída del PIB (como denominador de la ratio de déficit). El gasto público se disparó un 11% durante los primeros seis meses del año, hasta situarse por encima de los 285.000 millones de euros, el dato más alto de toda la historia. Por el contrario, los ingresos se hundieron un 7,5%, hasta situarse por debajo de los 213.000 millones. El resultado es que el déficit público se ha disparado por encima de los 72.000 millones de euros, casi el triple que hace un año.

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Todas las administraciones públicas cerraron la primera mitad del año en déficit, una situación que contrasta con el equilibrio que presentaban los ayuntamientos en años anteriores. Esta vez, ni siquiera los consistorios ayudan a contener los 'números rojos'. El grueso le corresponde a la Administración Central, como consecuencia de las transferencias que realizó a las comunidades autónomas y a la Seguridad Social para soportar sus presupuestos. En total, su déficit superó el 4,3% del PIB. Por su parte, la Seguridad Social obtuvo un saldo negativo del 1,15% del PIB, las comunidades autónomas cerraron con un déficit del 0,67% y las entidades locales, del 0,26%.

La IGAE también ha publicado este miércoles los datos ejecución presupuestaria del Estado hasta el mes de agosto y que dejan la noticia positiva del día. El déficit del Estado se estabilizó en agosto, una vez que terminó todas las transferencias a las distintas administraciones. Aún así, el agujero sigue siendo muy abultado, del 5,4% del PIB, aunque mejor que en 2009, cuando alcanzaba el 6,5% de déficit en el mes de agosto.

Este dato, aunque positivo, parece un espejismo, toda vez que se trata de un dato mensual y que en agosto el gasto fue un 5% inferior al del mismo mes del año anterior. Este recorte del gasto es coyuntural y de cara a los próximos meses seguirá escalando, ya sea en la Administración Central o en el resto de AAPP. En el acumulado del año, el gasto público se ha disparado un 19%, principalmente por las transferencias realizadas a otras administraciones, mientras que los ingresos se han hundido un 14%.