Andalucía intenta acelerar inversiones por 17.000 millones en energías renovables

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, comenzará la próxima semana una ronda de contactos con los presidentes de las principales compañías eléctricas interesadas en invertir en energías renovables en Andalucía para trasladarle un mensaje claro de su apuesta personal por liderar la "revolución verde" y facilitar al máximo esos proyectos con los que también acelerar la recuperación económica. Este próximo miércoles se reunirá con el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, una de las compañías que ha anunciado grandes proyectos en la región.

La comunidad andaluza vive un momento sin precedente en torno a este sector. Tras años de parón e incertidumbre por los cambios legislativos y recortes en las ayudas públicas —que han llevado al Gobierno central a multitud de litigios internacionales—, las principales compañías mundiales de energía y fondos de inversión han vuelto de nuevo su mirada a la comunidad para poner en marcha proyectos que pueden suponer una revolución económica, industrial y medioambiental en Andalucía.

Juanma Moreno es consciente y en la remodelación de su Gobierno regional llevada a cabo este pasado mes se ha quedado con el liderazgo de la agenda verde, asumiendo parte de las competencias de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente (dirigida por Carmen Crespo), y también de la Consejería de Hacienda (que lidera Juan Bravo), que hasta ahora era titular en materia de energía.

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El presidente andaluz tiene ahora encima de la mesa proyectos de inversión privada de grandes compañías que superan los 17.000 millones de euros y pretende que no solo no se pierda ninguno, sino que se aceleren lo máximo posible para permitir la recuperación económica. "Podemos convertir a Andalucía en el primer productor de energía de España, por encima incluso de las comunidades que tienen centrales nucleares", explican desde el Ejecutivo regional.

Para ello, va a realizar una ronda de entrevistas con los presidentes de esas grandes empresas en las que va a trasladarles el interés de Andalucía en facilitar esos proyectos. Las principales peticiones de los inversores son dos: por un lado, tener un interlocutor único para no perderse en la maraña administrativa y política de la Administración y, en segundo lugar, que se acometan las inversiones necesarias en redes para evacuar la energía generada.

Con respecto al primer punto, Juanma Moreno les explicará la Unidad Aceleradora de Proyectos que ha puesto en marcha el Gobierno andaluz con la figura de 'project manager' encargados de facilitar grandes inversiones. Estos altos funcionarios se pueden sentar en el Consejo de Gobierno para advertir a algunos consejeros la posible lentitud de sus departamentos. De hecho, esta Unidad se encarga ya desde julio del impulso de nueve actuaciones de Iberdrola Renovables Energía, que supondrán una inversión de 770 millones de euros, una potencia total de 1.205 megavatios (MW).

Los inversores reclaman un interlocutor único con la Administración e inversiones públicas en redes para poder evacuar la energía generada

Por otra parte, está previsto que en breve el presidente lleve a cabo el nombramiento de dos piezas clave: el comisionado que estará al frente de la Oficina Andaluza de Cambio Climático, y también el nuevo director de la Agencia Andaluza de la Energía, ya que su hasta ahora titular, Jorge Juan Jiménez, ha sido fichado por el Gobierno central como director territorial de Red Eléctrica Española (REE).

Es precisamente a esta empresa pública a la que iban dirigidas hasta ahora las mayores críticas en torno a la falta de grandes infraestructuras de evacuación de energía. Sin embargo, REE ha comprometido inversiones por cerca de 1.000 millones de euros para facilitar todo ese desarrollo. "Tenemos más de 300 días de sol al año, tenemos la tecnología y solo nos teníamos un problema: la evacuación, que ahora estamos resolviendo", insisten desde Presidencia.

Energía solar fotovoltaica

La mayor parte de las propuestas que la Junta tiene sobre la mesa se refiere a inversiones en plantas de energía solar fotovoltaica, seguidas de lejos por las eólicas, las térmicas y la biomasa. En cuanto a la ubicación, la mayoría de las inversiones previstas se ubican en la parte occidental de Andalucía, tanto en el corredor de Cádiz-Sevilla-Córdoba como en la ruta hacia Huelva. Esto es debido, en cierta medida, a la facilidad actual de acceso a la red de transporte de energía existente, mucho menos desarrollada en las provincias orientales, lo que supone un freno al desarrollo energético de esa zona.

La aspiración de Andalucía era tener el 45% de los objetivos que marca el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec), es decir, por aportar 25.650 megavatios de los 57.000 que contempla el citado Plan en el horizonte de 2030. Esto supondría cuadruplicar los 7.200 megavatios actuales, cifra que ha quedado corta teniendo en cuenta la existencia de proyectos ya concedidos por otros 25.000 megavatios. De hecho, el Gobierno andaluz ha cifrado el potencial de la región, es decir, las posibilidades de instalación de plantas de energías renovables, en unos 300.000 kilovatios.

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A este interés inversor también ha contribuido que el Gobierno haya aprobado el pasado año un real decreto ley por el que blinda la rentabilidad de las renovables, al establecer la nueva retribución a estas energías para el próximo periodo regulatorio (2020-2025) en el 7,09%, frente al 7,39% actual. Ha ofrecido, además, mantener la tasa de rentabilidad actual hasta 2031 incluido a las instalaciones anteriores al recorte a las renovables de 2013, con el fin de poner fin a la litigiosidad, especialmente por parte de los inversores en los tribunales internacionales.

En estos momentos, casi el 20% de la energía que consume Andalucía es renovable, lo que supone un aumento del 240% en 10 años. De hecho, el 45% del consumo eléctrico de las familias andaluzas procede ya de renovables. Asimismo, esas inversiones propuestas pueden suponer una gran oportunidad desde el punto de vista económico y de empleo para un sector creciente que cuenta con unas 1.800 empresas en la región y que emplea a más de 43.000 personas.