La OCDE sostiene que los tipos reducidos de IVA benefician más a los ricos

“En general, las exenciones del IVA, los tipos cero y los reducidos no son una herramienta bien orientada para apoyar a los hogares de bajos ingresos”. Así, en estos términos, se expresa el último informe de la OCDE sobre el funcionamiento de los sistemas impositivos en los países miembro.

El estudio presta especial atención a las políticas fiscales puestas en marcha a raíz del covid-19, pero va más allá y considera que algunas estrategias, como las de rebajar el IVA para algunos productos de primera necesidad, producen justamente el efecto contrario a lo que pretenden los gobiernos.

En concreto, aseguran los economistas de la OCDE, “esas tasas de IVA reducidas son una herramienta muy pobre para focalizar el apoyo a los hogares con menor renta”. Es más, en el mejor de los casos, sostienen, “los hogares ricos reciben aproximadamente tantos beneficios de una tasa reducida, en valor absoluto, como los hogares pobres”.

Esta conclusión puede parecer sorprendente, admite la OCDE, pero recuerda que los hogares con una situación económica más holgada tienen mayor capacidad de consumo, por lo que se benefician más de un IVA reducido o superreducido, que a veces incluyen productos a los que no pueden acceder las familias con menores ingresos porque su poder adquisitivo es menor. Por lo tanto, concluye la OCDE, mientras que los hogares más pobres pueden beneficiarse de tipos reducidos de IVA sobre sus "necesidades" más perentorias, “los más ricos ganan aún más”.

La organización que reúne a los países ricos del planeta se carga de argumentos y recuerda que un IVA menor para acciones sociales o culturales beneficia más a los contribuyentes más ricos, que son quienes aprovechan mejor esas actividades, por lo que en realidad esas políticas son regresivas. Esto incluye libros, cine, teatros o conciertos. En España, como se recordará, una rebaja del IVA de los cines no significó una reducción de los precios de las entradas, sino que engrosaron la cuenta de resultados de las empresas de distribución y exhibición.

Desde el gasto, no desde los ingresos

Incluso, dice la OCDE, las tarifas reducidas en hoteles y la comida en restaurantes benefician a los ricos mucho más que a los pobres, tanto en términos agregados como proporcionales, en todos los países de la OCDE en los que se aplican.

Lo que propone la OCDE para favorecer a las familias pobres es actuar desde el gasto y no desde los ingresos. Y, en concreto, reclama soluciones como la implementación de programas de transferencias monetarias dirigidas a los hogares con menos recursos o, incluso, rebajas adicionales en el impuesto sobre la renta, que tiene un carácter progresivo.

Es decir, se trataría de compensar a las familias más necesitadas quienes, lógicamente, tendrían que pagar un IVA más elevado si se elimina o restringen los productos beneficiados por esa reducción de la carga fiscal. ¿Y cómo? Mediante subvenciones a fondo perdido o utilizando un impuesto directo, como es el IRPF.

La OCDE admite que compensar “a todos” por la eliminación de los tipos reducidos sería en la práctica “muy difícil de lograr”. No en vano, los impuestos al consumo son una fuente importante de ingresos. Su recaudación, en el área de la OCDE, oscila entre el 17,6% de los ingresos fiscales totales en EEUU, el único que no tiene IVA, y el 53,3% de los ingresos fiscales totales en Chile. El IVA, en concreto, representa más del 60% de los ingresos totales en dos de cada tres países que forman parte de la organización.

Insolvencias

El IVA, en todo caso, tiene otro aspecto que a menudo no se destaca cuando se habla de presión fiscal: el fraude. Y la OCDE recuerda que la cantidad de recaudación perdida por elusión fiscal, así como a las quiebras, insolvencias financieras y mala administración, se ha estimado en 137.500 millones de euros en 2017. Esta brecha de IVA representa una pérdida del 11,2% de la recaudación esperada, lo que da idea del nivel de fraude.

El debate sobre los tipos reducidos y superreducidos forma parte de las discusiones en el seno del Gobierno entre los ministros socialistas y los de Unidas Podemos. La formación morada, incluso, ha puesto sobre la mesa un IVA específico para gravar ciertos productos de lujo del 25%, cuatro puntos más que el tipo general.

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El programa de gobierno en el que se sustentará el acuerdo para los próximos presupuestos no menciona el impuesto al lujo, pero sí rebajas del IVA. Concretamente, reducir el tipo de gravamen de los servicios veterinarios (del 21% al 10%) y de los productos de higiene femenina (del 10% al 4%).

Unidas Podemos, igualmente, también considera necesario aplicar el tipo superreducido a una lista mayor de alimentos y bebidas alcohólicas, así como aplicar a los consumidores vulnerables el 10% en todos los servicios básicos de calefacción, gas y electricidad. Estas propuestas no chocarían con Ciudadanos, grupo al que se intenta sumar al proyecto de Presupuestos, porque a pesar de rechazar las subidas generalizadas de impuestos, ya defendió una proposición no de ley el pasado mes de julio para reducir el IVA de mascarillas y geles hidroalcohólicos del 21 al 4%.