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¿Perdiste dinero con el Popular? Estos son los pasos para reclamar hasta el 28 de agosto
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¿Perdiste dinero con el Popular? Estos son los pasos para reclamar hasta el 28 de agosto

Las posibles responsabilidades derivadas de esta acción prescribirán en dos meses. La documentación se puede entregar de dos maneras: en el banco o mediante un burofax

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Cuando el Banco Popular inició en 2016 una ampliación de capital comenzó también su camino hacia la quiebra. Menos de un año después, la entidad fue vendida por un euro al Banco Santander y dejó la indignación de cerca de 300.000 pequeños accionistas, que vieron cómo perdían el 100% de su inversión en un banco que llegó a estar valorado en cerca de 1.300 millones de euros.

A día de hoy, muchos de estos accionistas siguen librando una lucha judicial por recuperar su dinero o, al menos, parte del mismo. Para Miguel Durán, socio director de Durán & Durán Abogados, en la ampliación de capital de 2016 "no se dijo la verdad sobre la situación del Banco Popular" y dicha ampliación no fue suficiente para rescatar la situación financiera del banco:

"El artículo 38 de la Ley del Mercado de Valores establece, con relación a la responsabilidad de la información que se contiene en el folleto de emisión, por ejemplo de acciones, que los datos del folleto han de ser conformes a la realidad y no se debe omitir en él ningún hecho que, por su naturaleza, pudiera alterar su alcance", apunta. Si eres uno de los afectados, estos son los pasos que puedes seguir para intentar conseguir que parte de tu inversión vuelva a tu bolsillo.

Cómo reclamar tu dinero

Los afectados que quieran reclamar pueden ejecutar dos acciones judiciales:

  1. Demanda. En primer lugar, la interposición de demanda en ejercicio de las acciones que la propia Ley del Mercado de Valores establece para estos supuestos. Dichas acciones se interponen contra el propio banco y, entre otros, contra los responsables del citado folleto emitido para oferta de acciones de las ampliaciones de capital llevadas a cabo.
  2. Responsabilidad. En segundo lugar, también cabe la interposición de acciones de responsabilidad contra los miembros del Consejo de Administración, pasado y actual, que hayan cometido actos contrarios a la ley, los estatutos o incumpliendo los deberes inherentes al desempeño del cargo, interviniendo dolo o culpa.

Los interesados en reclamar sus acciones pueden consultar al despacho de abogados, que actualmente ya representa a cientos de afectados y cuenta con una estrategia jurídica diseñada a tales efectos para "demostrar el gran perjuicio ocasionado a bonistas y accionistas de Banco Popular y que, de esta forma, les sea devuelta la inversión realizada". Ya ha habido sentencias en favor de los afectados: en una de las causas ya libradas, el Banco Santander fue condenado a devolver 45.738,57 euros a un matrimonio que adquirió acciones de Popular el 10 de marzo de 2017.

Y es que, para Durán & Durán Abogados, "no se ofreció una información de su situación financiera fiable y real y la ampliación no fue suficiente para solventar las necesidades de financiación del banco". Del mismo modo, "los folletos y memorias que confeccionó y publicó el Banco Popular para sus accionistas e inversores, presumiblemente, ocultaron datos y hechos absolutamente relevantes que demostraban su falta de solvencia".

Hasta el 28 de agosto

Los posibles delitos incurridos en la ampliación de capital del Banco Popular a día de hoy ya deberían haber prescrito, pero la implantación del estado de alarma, que ha paralizado gran parte de la actividad, ha supuesto una bomba de oxígeno para aquellos posibles afectados que quisieran efectuar una reclamación y no les haya dado tiempo.

Así pues, será el próximo 28 de agosto de 2020 cuando las posibles responsabilidades derivadas de esta acción prescriban de manera definitiva. La documentación se puede entregar de dos maneras: directamente en el banco o mediante un burofax.

Cuando el Banco Popular inició en 2016 una ampliación de capital comenzó también su camino hacia la quiebra. Menos de un año después, la entidad fue vendida por un euro al Banco Santander y dejó la indignación de cerca de 300.000 pequeños accionistas, que vieron cómo perdían el 100% de su inversión en un banco que llegó a estar valorado en cerca de 1.300 millones de euros.

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