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Miedo al 'día después' en la ayuda europea: por qué el MEDE tiene estigma y el SURE no
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SE TEME A LA REACCIÓN DE LOS MERCADOS

Miedo al 'día después' en la ayuda europea: por qué el MEDE tiene estigma y el SURE no

El Gobierno ha explicado que acudirá a SURE, el programa de apoyo al empleo europeo, pero que por ahora no lo hará al MEDE. ¿Por qué?

Foto: Las ministras de Economía, Nadia Calviño, y de Hacienda, María Jesús Montero, durante una rueda de prensa. (EFE)
Las ministras de Economía, Nadia Calviño, y de Hacienda, María Jesús Montero, durante una rueda de prensa. (EFE)

España ha dedicado muchos esfuerzos y mucha coordinación con Francia e Italia para lograr una herramienta del fondo europeo de rescates, el Mecanismo de Estabilidad (MEDE), que ofrezca fondos sin condicionalidad macroeconómica, sin los dolorosos memorandos de entendimiento ni hombres de negro. Todo eso se ha conseguido. Pero Madrid, como Roma, niegan ahora que vayan a hacer uso del MEDE. Al menos por ahora.

Sin embargo, Nadia Calviño, vicepresidenta económica del Gobierno, señaló antes del último Eurogrupo que España sí que acudiría a SURE, un programa de apoyo al empleo de la Comisión Europea, que acude a los mercados para poner en marcha un paquete de 100.000 millones de euros en créditos con el objetivo de ayudar a los Estados miembros a financiar figuras distintas al despido, como en España son los expedientes temporales de regulación de empleo (ERTE).

Aparentemente, SURE y MEDE no son muy distintos. España podrá optar a unos 20.000 millones al primero, y podría pedir el 2% de su PIB al MEDE, eso son unos 25.000 millones. Los tipos de interés del fondo europeo de rescate son, de momento, del 0,14%, y es probable que el Ejecutivo comunitario también los ofrezca a tipos parecidos. Técnicamente, y en cómo funcionan, son muy similares. Entonces, ¿cuál es el problema? ¿Por qué a uno sí y al otro no?

placeholder Nadia Calviño, vicepresidenta económica del Gobierno. (EFE)
Nadia Calviño, vicepresidenta económica del Gobierno. (EFE)

Historial político

Lo primero para entender decisiones es que esto no va únicamente de economía. Va, sobre todo, de política. El caso más claro es el italiano, donde el MEDE es un asunto muy mediático que levanta pasiones, principalmente negativas. El fondo europeo de rescate se relaciona automáticamente con ajustes dolorosos, visitas de hombres de negro e imposiciones.

Y aunque se haya eliminado la condicionalidad, lo cierto es que el fantasma sigue ahí, presente. "La principal diferencia entre SURE y MEDE es política", señala Gregory Claeys, analista del 'think tank' Bruegel, que recuerdan que es "políticamente tóxico en algunos países". Con él coincide también Miguel Otero, investigador del Real Instituto Elcano, que cree que "se ha asociado con recortes y austeridad", aunque, recuerda, ha sido el punto de inicio de "reformas muy positivas, como la creación de la Autoridad independiente de responsabilidad fiscal (AIReF)".

Otero cree que en España el ambiente no está tan contaminado como en Italia porque "Rajoy (expresidente del Gobierno) se resistió a un rescate completo", lo que evitó toda la agenda de ajustes que tuvieron que afrontar Italia, Grecia, Portugal o Irlanda. Sin embargo, en España también hay en parte esa imagen del MEDE.

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"El MEDE es lo que es, acarrea mala imagen, y pedirle ayuda tiene consecuencias políticas para lo que lo pide", asegura a El Confidencial el eurodiputado verde de En Comú Podem, Ernest Urtasun. Y es que son muchos los que creen que solicitar ayuda al fondo europeo sería un arma para la política interna, donde se acusaría de haber pedido "un rescate". Luis Garicano, eurodiputado de Ciudadanos, no lo cree: "Objetivamente no es un rescate".

SURE, en cambio, no arrastra ese historial, y es un instrumento recién creado por el Ejecutivo comunitario. No solo eso, sino que es una medida que va en la línea de una petición constante de España y otros Estados miembros del sur, un reaseguro de desempleo, por lo que sería difícil entender que, tras conseguirlo, Madrid no hiciera uso de él. Otero señala que se trata de una idea popular "en círculos socialdemócratas, no solo españoles, también alemanes". "Es una buena propuesta cuyo desarrollo puede ser muy útil para diseñar después un reaseguro de desempleo permanente", defiende Jonás Fernández, eurodiputado socialista.

Claeys apunta a una diferencia más: SURE está controlado por la Comisión Europea, y el MEDE depende de su funcionamiento intergubernamental, y sigue habiendo entre las capitales del sur de Europa una desconfianza importante hacia los mecanismos intergubernamentales. Bruselas es más flexible y más predecible, y las capitales sureñas siguen confiando más en las instituciones europeas que en el resto de Estados miembros.

placeholder Sede de la Comisión Europea en Bruselas. (Reuters)
Sede de la Comisión Europea en Bruselas. (Reuters)

¿Más barato?

Una de las principales razones a favor del uso del MEDE es que representaría un ahorro. Klaus Regling, director gerente del MEDE, cifró en unos 2.000 millones el ahorro de España durante 10 años, y de 7.000 millones para Italia en la próxima década debido a las diferencias entre los tipos de interés de los bonos a diez años de ambos países y las condiciones con las que obtendrían los fondos del MEDE (a un 0,14%, incluyendo tasas de apertura y mantenimiento anual).

Romano Prodi, exprimer ministro italiano y presidente de la Comisión Europea, cree que Italia y España no pueden permitirse no utilizar unos fondos que son más baratos de lo que obtendrán en los mercados. Con Prodi coincide también Garicano. "No tengo dudas al respecto. Tenemos todos los partidos y el Gobierno que rebajar el estigma del MEDE. Si el dinero está ahí y es más barato hay que usarlo", aseguró el eurodiputado liberal hace una semana en una charla con periodistas.

La cuestión es: ¿de verdad es tanto ahorro? A nivel macro no es tanto, Claeys señala que "el ahorro sería muy marginal", pero sí es cierto que en tiempos de crisis cualquier euro que se pueda salvar de la quema es importante. La duda está en si al pedir ayuda al MEDE los mercados lo verán como un signo de debilidad, lo que podría encarecer la financiación de España en los mercados. Otero no cree que eso sea un factor a tener en cuenta porque, asegura, "los mercados ya saben qué países son los que pueden necesitar esa ayuda".

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Urtasun defiende que no hay necesidad de arriesgarse: el Tesoro se está financiando bien, y no se sabe qué efectos secundarios puede tener el acudir al Mecanismo. "Los 2.000 millones son una estimación, no se puede saber el impacto que va a tener en tus emisiones", explica. El temor es que pedir ayuda al MEDE pueda acabar saliendo más caro.

Fernández cree que habría que hacer un esfuerzo y eliminar cualquier estigma respecto al uso del MEDE, porque durante la negociación se han logrado garantías suficientes como para que su uso no tenga consecuencias para el Estado miembro que lo solicita. Sin embargo, el eurodiputado socialista tampoco está seguro de lo que ocurriría después: "Aún no sabemos si el mercado va a internalizar algún tipo de estigma o no". "No sabemos qué van a pensar los mercados", señala también el experto de Bruegel, que cree que los países se encuentran ante una decisión difícil: pueden lograr un ahorro, aunque es marginal, pero a cambio pueden estar corriendo muchos más riesgos.

La idea es que SURE no genera sombra de dudas sobre los mercados. El tamaño de la ayuda a la que puede acceder España, unos 20.000 millones euros, servirían para cubrir unos cuantos meses. Se calcula que el gasto por los ERTE ronda los 5.000 millones al mes, con lo que podrían cubrir unos cuatro meses. Hay consenso en la idoneidad de usar SURE. Pero sobre el MEDE sigue existiendo división.

placeholder Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. (EFE)
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. (EFE)

Pero también es cierto que el Gobierno ha pasado de una negación más frontal al uso del MEDE a un discurso en el que señala que hará uso de él si va en el "interés general". Fernández propone mantener un "monitoreo exhaustivo para valorar si merece la pena o no acudir al MEDE".

Otero advierte de otra posibilidad: que este debate acabe impctando sobre el Fondo de Recuperación. "Eso no ayuda a la hora de negociar un Fondo. Se ha negociado durante tanto tiempo que no haya condicionalidad para estas ayudas, y eso se ha logrado. Ahora resistirse con uñas y dientes a no pedir dinero e insistir en que tiene que haber dinero por la vía del Fondo y que no sean préstamos si no transferencias creo que no ayuda a generar confianza entre los socios", explica Otero.

La clave de la diferencia de visiones está en los efectos que el uso del MEDE tendrá sobre los mercados. SURE es un instrumento seguro, que no tiene repercusión, y aunque todos coinciden en apuntar lo positivos que son los cambios que se han logrado sobre el uso del fondo europeo de rescates tras el acuerdo del Eurogrupo, ni Italia ni España quieren ser los primeros en comprobar si tiene efectos secundarios. Y no lo serán. Chipre ya ha anunciado que acudirá al MEDE. Y todos mirarán con atención.

España ha dedicado muchos esfuerzos y mucha coordinación con Francia e Italia para lograr una herramienta del fondo europeo de rescates, el Mecanismo de Estabilidad (MEDE), que ofrezca fondos sin condicionalidad macroeconómica, sin los dolorosos memorandos de entendimiento ni hombres de negro. Todo eso se ha conseguido. Pero Madrid, como Roma, niegan ahora que vayan a hacer uso del MEDE. Al menos por ahora.

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