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Pasta, huevos, papel higiénico: los productos más sujetos a la "tensión" en la distribución
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Supermercados garantizan el aprovisionamiento

Pasta, huevos, papel higiénico: los productos más sujetos a la "tensión" en la distribución

Estas tensiones en la distribución se deben a los "resortes psicológicos" que han llevado a los compradores a acumular productos básicos y enlatados y en las compras más copiosas

Foto: Ciudadanos ataviados con guantes y mascarillas hacen cola para comprar en un supermercado este viernes, en Roma, Italia (EFE)
Ciudadanos ataviados con guantes y mascarillas hacen cola para comprar en un supermercado este viernes, en Roma, Italia (EFE)

El pánico al coronavirus se concretó en las primeras imágenes de esas largas colas en las tiendas de alimentación y lineales vacíos de algunos productos básicos en los supermercados.

Después de que hayan pasado varios días desde que se decretó el estado de alarma y que la fuerte afluencia en los supermercados haya disminuido - las ventas en España se dispararon un 71% durante la segunda semana de marzo, la mayor subida desde que hay cifras- parece que las cosas están volviendo a la normalidad, aunque el ministerio de Economía francés y algunas empresas galas de distribución admiten que existen "ciertas tensiones" puntuales en algunos productos o en su variedad.

Estas tensiones en la distribución se deben, en parte, a los "resortes psicológicos" que han llevado a los compradores a acumular productos básicos y enlatados, en las compras más copiosas debido al estado de alarma y al confinamiento; y a la preferencia por tiendas más pequeñas donde comprar más rápido y con menos gente.

Foto: Foto: EFE.

En España el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, volvió ayer a intentar tranquilizar a la población al asegurar que no hay riesgo de desabastecimiento en los supermercados y, por lo tanto, no es necesario acumular. Mientras, en el campo se desata la tormenta perfecta: los ganaderos no encuentran dónde colocar sus reses y los agricultores necesitan un ejército de jornaleros en dos semanas.

En Francia, el Gobierno también ha insistido en la misma idea. No hay riesgo de desabastecimiento ni en los supermercados ni en las tiendas de comida, aunque el ministerio de Economía sí ha reconocido que puede haber cierta "tensión" en el aprovisionamiento de algunos productos y "menos variedad en cierto tipo de productos" como, por ejemplo, la pasta.

El ministro de Economía galo, Bruno Le Maire, se ha comprometido a hacer comprobaciones dos veces al día con los responsables de la distribución de los alimentos para verificar que la población "tiene suficiente para obtener sus suministros".

La cooperativa de minoristas francesa System U le explica a Le Figaro que esos productos bajo "tensión" son siempre los mismos: pasta, huevos y papel higiénico, a pesar de que no haya riesgo de escasez. Además, indican, estos productos son víctimas de su éxito en todo el territorio, no hay preferencias locales.

El grupo Auchan también constata cierta tensión en algunas categorías de productos "por un efecto de almacenamiento adicional por parte del consumidor". Esto se añade a las dificultades de transporte y los ritmos de la propia naturaleza, por ejemplo en el caso de los huevos: "Las gallinas ponen huevos solo una vez al día".

Foto: Un empleado con mascarilla y guantes, en un supermercado en Madrid.  (EFE)

La empresa, que explica que monitorea la situación para establecer detalladamente "los pronósticos de ventas y pedidos", añade a la lista de estos productos bajo tensión otros productos "vinculados a campañas de cosecha", como el arroz, provenientes de las exportaciones asiáticas, lácteos como la mantequilla o los productos de higiene, tanto para el hogar como para la higiene. A pesar de esto, la cadena de suministro se comunica diariamente para garantizar la cadena de productos.

Desde System U encuentran los motivos del caos de los primeros días en los "resortes psicológicos" que empujan a las personas a almacenar este tipo de productos por miedo a que escaseen, pero actualmente los clientes "ya compran más razonablemente" porque ya han llenado sus despensas y han entendido que no habrá riesgo de aprovisionamiento.

También han observado cambios en el comportamiento de los consumidores: el precio de la compra promedio se ha duplicado (de los 50 a los 90 euros), pero la asistencia descendió, porque los clientes van con menos frecuencia a la compra. Al mismo tiempo, también comen más en casa, por lo que tienen que comprar más comida, lo que aumenta la factura general. Y, además, compran más productos enlatados y procesados que productos frescos, para que duren más.

También se nota un cambio de tendencia porque los consumidores prefieren tiendas más pequeñas donde comprar más rápido y con menos afluencia de gente, explican.

A nivel nacional, la Federación de Comercio y Distribución (FCD), que reúne a varias grandes marcas, como Carrefour, Casino, Picard o Franprix, insiste en que "no hay riesgo comprobado de escasez de alimentos en Francia". La impresión de que haya habido una la falta de ciertos productos proviene principalmente de la situación en grandes ciudades, donde "un sentimiento de indisponibilidad de ciertos productos "fueron impulsados" erróneamente "por las prisas de la primera días para almacenar, argumetna FCD.

El pánico al coronavirus se concretó en las primeras imágenes de esas largas colas en las tiendas de alimentación y lineales vacíos de algunos productos básicos en los supermercados.

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