La Agencia Tributaria ampliará el plazo de pago de impuestos por la crisis del Covid-19

El Ministerio de Hacienda está estudiando ampliar los plazos del pago de impuestos ante los problemas que puedan tener los contribuyentes para abonarlos a tiempo por la crisis del coronavirus. La Agencia Tributaria está calmando a empresas y familias comunicándoles que "los plazos en los procedimientos tributarios van a ser ampliados mediante un cambio normativo inminente". Aunque todavía no se ha anunciado el detalle de la medida, con esta comunicación Hacienda pretende calmar a todos los contribuyentes que tengan que abonar el pago de impuestos próximamente, como pueda ser el IVA o las rentenciones del IRPF.

La Agencia Tributaria ha informado de que no tendrá en cuenta el incumplimiento en alguno de los plazos de pago, lo que significa que no aplicará recargas de demora. Con esta medida pretende calmar a todos los agentes económicos que puedan tener problemas para completar el abono de los impuestos. Y no solo porque su actividad económica se haya desplomado en los últimos días, también porque los sujetos pasivos estén confinados en sus casas para contener el avance del coronavirus.

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"No se preocupe si tiene un trámite pendiente", señala la Agencia Tributaria en su comunicado, "en tanto se aprueba el cambio normativo la Agencia es consciente de la situación y no considerará incumplido el plazo". El Ministerio de Hacienda está evaluando los posibles cambios normativos en los plazos de abono de los impuestos, pero hasta que acuerde qué medidas adoptará, dará un periodo de gracia a los obligados tributarios.

No se preocupe si tiene un trámite pendiente. En tanto se aprueba el cambio normativo la Agencia no considerará incumplido el plazo

Esta medida se suma a los aplazamientos y fraccionamientos que aprobó el Consejo de Ministros el jueves y que han entrado en vigor con la publicación en el BOE del Real Decreto-ley 7/2020. Con este cambio normativo, el Ministerio de Hacienda concede un aplazamiento en el pago de las deudas tributarias de hasta seis meses, de los cuales, solo los tres primeros estarán exentos de intereses. Esta medida solo beneficiará a pymes y autónomos cuya facturación no superara los 6,01 millones de euros en 2019.

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Estas pequeñas empresas podrán posponer el pago de impuestos por una cuantía máxima de 30.000 euros hasta el próximo 30 de mayo. Los aplazamientos se aplicarán a los principales tributos que abonan las empresas: el IVA repercutido, las retenciones del IRPF de los trabajadores en plantilla y el pago fraccionado del impuesto sobre sociedades.