Bruselas alerta al Gobierno sobre sus planes en pensiones y reforma laboral

Bruselas va con pies de plomo con el nuevo Gobierno. No quiere valorar sus planes hasta que no haya un primer borrador de presupuestos generales, pero incluye en el radar algunas de las medidas que Moncloa tiene en su hoja de ruta, y está especialmente preocupada respecto a dos de sus planes: pensiones y reforma laboral.

La Comisión Europea señala que “el Gobierno planea volver a vincular permanentemente las pensiones con el índice de precios al consumidor”, algo que, “en ausencia de medidas compensatorias adecuadas, aumentaría sifgnificativamente el gasto en pensones a medio y largo plazo”. No solo eso, Bruselas se muestra preocupada por el efecto que esto tendría en la igualdad intergeneracional. Es decir, que esta medida pueda ser egoísta con los más jóvenes.

“Ahora por ayudar a los pensionistas estás poniendo en riesgo los futuros niveles de pensiones y hay un problema de pobreza fundamentalmente para los más jóvenes”, explica una fuente comunitaria. Otra invita a mirar “el riesgo de pobreza”, que “son más altos para los más jóvenes”. “Por lo tanto, en comparación, España gasta muy poco en ayudas para menores y en apoyo familiar en general”, explica la fuente, que señala que si hay una voluntad de ayudar a equilibrar las desigualdades hay “otras prioridades”.

Bruselas advierte en su documento que desmontar la reforma de las pensiones de 2013 genera “el riesgo de beneficiar a los pensionistas de hoy a expensas de las generaciones futuras” salvo que se busquen medidas compensatorias efectivas. “Tiene que financiarse, de una manera u otra”, explica una fuente comunitaria.

La Comisión Europea también aborda la reforma laboral. Evita criticar los cambios que el Gobierno quiere poner en marcha, pero sí que deja un mensaje entre líneas a la vez que destaca los beneficios que generó la reforma de 2014: “Será importante que cualquier medida nueva solo se tome después de una evaluación cuidadosa de su impacto potencial y que se conserven los logros de las reformas pasadas”.

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Salario mínimo

En su documento la Comisión Europea vuelve a tratar el aumento del salario mínimo. El Ejecutivo comunitario fue una de las instituciones que auguró que el aumento del mismo podía tener un impacto sobre la creación de empleo. Y Bruselas no se termina de desdecir.

Lo que señala el análisis de la Comisión Europea es que “su impacto n el empleo y la pobreza todavía no se ha cuantificado”, aunque recuerda que “mientras tanto” se acordaron nuevos aumentos, recordando que estos incrementos están teniendo un impacto sobre los costes laborales, “especialmente en algunos sectores y regiones”.

Más impuestos e inversión

La Comisión recuerda que el nivel de recaudación sigue siendo “relativamente bajo en relación con el gasto”, lo que viene siendo la tónica en el caso español y que se ha reforzado con la parálisis política. El documento recuerda que “debido a las dificultades para formar un Gobierno y asegurar una mayoría parlamentaria para una ley de presupuestos de 2020”, se convocaron elecciones y se formó gobierno en enero de 2020, “pero la ley de presupuesto de 2018 ha sido extendida hasta que se adopte una nueva ley de presupuesto”.

Eso ha impedido tomar medidas. Pero una fuente comunitaria explica que es el momento de cubrir “la brecha” que existe, y que toca o recortar gastos o aumentar ingresos. Los ingresos fiscales españoles se sitúan en el 34,7%, lejos del 39,2% de media de la UE y del 40,6% de la Eurozona.

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Y una de las posibles vías de ingresos son impuestos medioambientales, que en el caso español “siguen estando entre los más bajos de la UE”. Y no porque no haya razones para preocuparse: “España es uno de los Estados miembros más expuestos al cambio climático. La adaptación al cambio climático, la prevención de riesgos y la resistencia ante desastres requieren inversiones”. El país tiene “importantes desafíos medioambientales”, lo que requerirá que el Gobierno se ponga las pilas: solo recaudan el 1,8% del PIB en impuestos medioambientales frente al 2,4% de la Eurozona.

Otra posibilidad es atajar los bajos niveles de impuestos al consumo: se sitúan solo en el 9,4% del PIB, un nivel “relativamente bajo” frente al 13,8% de la UE y del 16,9% de la Eurozona. Y, otra vez, Bruselas vuelve a abrir el cajón del IVA: España recauda niveles “relativamente bajas”, y eso “se debe al uso excesivo de las tasas reducidas y súper reducidas, lo que genera una gran brecha en las tasas del IVA”.

Tareas pendientes

España tiene, además, una larga lista de tareas pendientes que se suman a las nuevas preocupaciones de la Comisión Europea. Los distintos Gobiernos han seguido las recomendaciones lanzadas desde Bruselas solo parcialmente, y por eso en su informe señala que solo se han hecho avances “muy modestos, dejando sin resolver las debilidades estructurales” de la economía española.

Por eso el Ejecutivo comunitario llama a tomar “nuevas iniciativas políticas” en áreas claves para mejorar “la productividad, el crecimiento potencial, la inclusión social y la transformación verde”. Bruselas vuelve a insistir en el alto nivel de endeudamiento, tanto público como privado, externo e interno, que traviesa el país, un cóctel peligroso cuando se le suman los altos niveles de desempleo.

Eso sí, la Comisión Europea ve “cierto progreso” en las tareas que puso al Gobierno en su análisis de hace un año, en concreto en lo referido a la eficiencia energética y al reforzamiento de los servicios públicos de empleo.