El Eurogrupo abre la puerta a inyecciones voluntarias al presupuesto del euro

El presupuesto de la eurozona pasó de ser un bazuca a quedarse en una pistola de agua. Muchos creen que todo lo que se haga servirá de poco, y que a la primera de cambio se descubrirá que el llamado 'instrumento presupuestario' de la zona euro se desmontará y caerá por su propio peso. Pero el Eurogrupo, la reunión de ministros de Finanzas de la moneda única, ha puesto una primera piedra para intentar evitarlo.

Los ministros han aprobado este lunes un informe que servirá como base para que se puedan hacer inyecciones adicionales y voluntarias por parte de los Estados miembros al instrumento presupuestario a través de acuerdos intergubernamentales (IGA). A finales de enero, el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, se comprometía a presentar un informe sobre las necesidades, el contenido y el tamaño de posibles acuerdos intergubernamentales.

El portugués entregará este martes dicho informe a Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, que lo presentará a los líderes en la cumbre europea que se celebra a partir de este jueves en Bruselas para decidir el futuro del Marco Financiero Plurianual (MFP) de 2021 a 2027, que será un elemento clave para discernir el tamaño final real del presupuesto de la eurozona, que ha sido incluido dentro del MFP, y también de los IGA.

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Lo que está claro es que se están intentando arreglar por la puerta de atrás, a través de los acuerdos intergubernamentales, los errores de diseño que hay desde el primer momento en el presupuesto. Paolo Gentiloni, comisario de Asuntos Económicos y Financieros, lo ha explicado sin rodeos, asegurando que el tamaño de estas contribuciones “será absolutamente fundamental para la fortaleza” del instrumento.

Aunque haya un intento por corregir los errores de diseño en cuanto a financiación, lo que no parece que pueda andamiarse es el objetivo del propio presupuesto, la idea para la que está concebido. Los nórdicos y los más ortodoxos han logrado que el instrumento no sirva para la estabilización, aunque Francia cree que existe una manera, una puerta de atrás, para usar el instrumento para estabilizar en caso de 'shocks'. Y se han apuntado otro éxito al establecer una regla que retorna casi 70 céntimos por cada euro que pone un país, algo que también se aplicaría a los acuerdos intergubernamentales.