La Fed mantiene los tipos y reitera con un matiz su preocupación por la inflación

La Reserva Federal decidió el miércoles mantener los tipos de interés en horquilla del 1,50% y 1,75%, siendo esta la segunda reunión del banco central estadounidense en la que todos los miembros votan a favor de la decisión de forma unánime, después de varias desavenencias durante el otoño de 2019, en pleno ajuste monetario. Las bolsas se encogieron de hombros tras la reunión, con el S&P 500 cerrando en Wall Street con un alza del 0,13% después de haber cotizado con subidas del 0,4% al mediodía neoyorquino.

Con todo, en este comunicado hubo una serie de matices significativos. Por un lado, la Fed ha especificado que “el gasto de los hogares ha estado aumentando de forma moderada”, en comparación con la descripción de “con fuerza” de la reunión de diciembre. Además, el banco central ha especificado que la política monetaria es la apropiada para que “la inflación vuelva al objetivo simétrico del 2%” en vez de “cerca de”, como especificaba en diciembre.

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Sobre este matiz, el presidente, Jerome Powell, admitió en la rueda de prensa que “queríamos resaltar que el 2% no es el techo, que no estamos satisfechos con que la inflación se quede por debajo del 2%, particularmente cuando venimos de un periodo de expansión tan largo y un paro tan bajo y, en teoría, la inflación debería estar subiendo”.

Unas consideraciones que también ha estado teniendo el Banco Central Europeo, de momento sumido en una revisión estratégica por parte de su nueva presidenta, Christine Lagarde. La Fed también se encuentra envuelta en una revisión de su estrategia, herramientas y política de comunicación y Powell quiso decir que estaba "muy contento con el progreso hasta ahora” y que espera anunciar conclusiones “a mitades de año”.

Sobre el gasto de las familias, Powell reconoció que este “se moderó a finales del año pasado pero con un mercado laboral sano, ingresos al alza y buena confianza del consumidor, el gasto de las familias continúa siendo, fundamentalmente, sólido”. Asimismo, Powell continúa estando satisfecho con la economía estadounidense, pese a las preocupaciones con la inversión empresarial.

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Sobre el brote del coronavirus, Powell aseguró que la Fed está “monitorizando la situación”, aunque recordó que también había muchos factores que entraban en juego. “Si echamos la vista a 2017, ese fue un año de crecimiento sincronizado que duró hasta mitades de 2018, entonces vimos una ralentización del crecimiento que duró hasta finales del año pasado — esto no fue debido a un solo factor”, explicó el presidente.

“Hubo lo de la política comercial, claro; pero también estuvo la decisión de las autoridades chinas de desapalancarse, la bajada del ciclo industrial tecnológico a nivel mundial, las presiones idiosincráticas sobre la producción automovilística, los disturbios en Argentina, Turquía y después Hong Kong y Chile”, dijo el presidente. Sobre el coronavirus, Powell cree que sí que habrá “implicaciones, por lo menos a corto plazo, en China y sus vecinos” pero que habrá “que ver el efecto a nivel global”.

La decisión de mantener el precio del dinero estaba dentro de lo esperado por el mercado, con los inversores posando la mirada en el balance y las operaciones con los ‘repos’. Powell volvió a reiterar que continuará liquidez en el mercado al ritmo actual (60.000 millones de dólares en bonos al mes) hasta, por lo menos, abril. A partir de ahí, Powell prevé que las compras se vayan desacelerando durante la última fase del programa, que terminará con el segundo trimestre.

De nuevo, el líder de política monetaria ha querido dejar claro que “estas compras no deberían ser confundidas con un programa de compra de activos a gran escala como el que se desplegó tras la crisis financiera”.

Por otro lado, el banco central estadounidense aumentó el tipo de interés del depósito de los bancos cinco puntos básicos hasta un 1,6%, un ajuste técnico que también está dirigido a mantener la estabilidad de los tipos de interés orientados al mercado.