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Alemania da marcha atrás en sus ataques al BCE y Weidmann pide perdón a Draghi
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TEME LOS EFECTOS SECUNDARIOS DE SU POSTURA

Alemania da marcha atrás en sus ataques al BCE y Weidmann pide perdón a Draghi

Temen que tanta ortodoxia pueda desencadenar un mal mayor como la pérdida de la confianza hacia el banco central y, por extensión, hacia la propia Eurozona

Foto: El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, junto al expresidente del BCE, Mario Draghi
El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, junto al expresidente del BCE, Mario Draghi

La postura de Alemania respecto al Banco Central Europeo (BCE) podría dar un giro de 180 grados tras ocho años de férrea oposición a las políticas monetarias emprendidas bajo el mandato de Mario Draghi, al que Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, acusó, entre otras cosas, de estar poniendo en peligro la estabilidad financiera. Ahora parece que han visto las orejas al lobo y temen que tanta ortodoxia pueda desencadenar un mal mayor como la pérdida de la confianza hacia el banco central y, por extensión, hacia la propia Eurozona.

El cambio en la presidencia del BCE ha servido a Berlín para tender puentes con Fráncfort y el primer paso ha sido pedir perdón al propio Draghi después de la retahíla de duras críticas que recibió desde el Bundesbank tras anunciar un nuevo paquete de estímulos el pasado mes de septiembre, según publica este lunes el Financial Times.

Foto: Sede del Banco Central Europeo. (EFE)

De hecho, aunque otros países como Austria, Holanda o, incluso, Francia, también han venido mostrando su malestar con las medidas ultraexpansivas del regulador europeo, ha sido Alemania la más agresiva en sus ataques acusando reiteradamente de rescatar a los países 'libertinos' del sur de Europa a costa de los prudentes ahorradores del norte.

Ahora parece que Alemania teme haberse pasado de frenada y la reciente relajación de su discurso prueba la creciente preocupación en Berlín sobre si su nivel de hostilidad contra el BCE podría ser contraproducente y deteriorar lentamente la confianza del país, incluso, sobre su propio banco central. Un daño demasiado difícil de reparar.

En este sentido, Marcel Fratzscher, ex funcionario del BCE durante el mandato de Draghi y que ahora dirige el Instituto de Estudios Económicos en Berlín ha asegurado a Financial Times que "Alemania se encamina hacia una peligrosa histeria anti-europea y anti-BCE que amenaza con dañar la credibilidad del BCE, el euro y, en última instancia, de toda Europa".

No en vano, algunas voces ya empiezan a alertar de los paralelismos que hay con las historias habituales que comenzaron a aparecer en la prensa británica en las que se atacaba a Bruselas y a la UE en los años precios al referéndum sobre el Brexit en 2016. "Mi preocupación es que hay una alienación entre Alemania y el BCE", asegura Jürg Asmussen, ex viceministro del país que formó parte del consejo del regulador europeo durante el mandato de Draghi.

Por ello, la llegada de Christine Lagarde ha servido de excusa para acercar posturas entre Berlín y Fráncfort y su promesa de llevar a cabo una revisión estratégica de los objetivos del BCE ha sido bien recibida para suavizar la tensión entorno al debate sobre la política monetaria europea.

La postura de Alemania respecto al Banco Central Europeo (BCE) podría dar un giro de 180 grados tras ocho años de férrea oposición a las políticas monetarias emprendidas bajo el mandato de Mario Draghi, al que Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, acusó, entre otras cosas, de estar poniendo en peligro la estabilidad financiera. Ahora parece que han visto las orejas al lobo y temen que tanta ortodoxia pueda desencadenar un mal mayor como la pérdida de la confianza hacia el banco central y, por extensión, hacia la propia Eurozona.

Banco Central Europeo (BCE) Jens Weidmann Mario Draghi