Es noticia
La hora de la verdad para la reforma laboral: ¿ha logrado cambiar el patrón del empleo?
  1. Economía
En los próximos meses, se verá su eficacia

La hora de la verdad para la reforma laboral: ¿ha logrado cambiar el patrón del empleo?

La desaceleración de la economía abre las puertas a la gran incógnita de la reforma laboral: ¿habrá conseguido que España sea capaz de crear empleo cuando el PIB frena por debajo del 2%?

Foto: Un operario trabaja en labores de limpieza. (EFE)
Un operario trabaja en labores de limpieza. (EFE)

La flexiseguridad es el concepto clave que soporta toda la filosofía de la reforma laboral de 2012. Consiste en elevar la flexibilidad laboral para las empresas (facilitar los ajustes de plantilla) al tiempo que se mejoran las oportunidades para los trabajadores gracias a la creación de empleo. De esta forma, la introducción de cambios en la regulación laboral serviría para crear más puestos de trabajo pero, sobre todo, permitiría limitar la destrucción de empleo durante las crisis.

Históricamente, la economía española ha necesitado tasas de crecimiento superiores al 2% para crear empleo. Esto provocaba que cuando la actividad se enfriaba, se destruía empleo. La rigidez del mercado laboral obligaba a las empresas a deshacerse de sus trabajadores ante la imposibilidad de realizar ajustes internos reduciendo las jornadas y los salarios para no tener que despedir trabajadores.

La reforma laboral vino para corregir esta situación, o al menos eso fue lo que argumentaron el Gobierno y varios académicos. Sin embargo, desde que se puso en marcha, en 2012, España no ha vivido una fase de desaceleración y bajo crecimiento económico, por lo que no se ha podido comprobar su efectividad. Es ahora cuando el país se sitúa a las puertas de ralentizar el avance de su PIB por debajo del 2%. De hecho, si se tiene en cuenta que el crecimiento potencial del PIB está entre el 0,5% y el 2% (en función de quién lo estime), lo normal es que España se pase muchos años con crecimientos muy moderados en el futuro.

Por primera vez desde el inicio de la recuperación, el PIB creció a un ritmo inferior al 2% interanual en el tercer trimestre del año. Eso sí, el avance fue del 1,96%, de modo que es pronto para sacar conclusiones. Pero no será necesario esperar mucho para obtener resultados, ya que la desaceleración se mantendrá durante los próximos trimestres. Esto significa que será el momento de comprobar si la reforma laboral ha conseguido cambiar el umbral a partir del cual España destruye empleo. Lo que está claro es que la correlación entre el crecimiento y el empleo no ha cambiado durante el resto del ciclo económico.

Los datos de los últimos meses permiten realizar una aproximación inicial que todavía tiene que ser confirmada con datos. Se aprecia una divergencia entre el número de empleos y las horas trabajadas totales (medidas en contabilidad nacional). En el último año, el empleo total ha aumentado un 1,8%, mientras que las horas trabajadas apenas han crecido un 0,8%.

Esta brecha podría indicar que la desaceleración de la economía afectaría más a la cantidad de trabajo que al número de ocupados. O lo que es lo mismo, el empleo se mantendría con una notable fortaleza y el ajuste recaería en las jornadas laborales menos intensivas. Si realmente se confirma esta tendencia, significará que la reforma laboral habrá conseguido su objetivo de lograr creación de empleo con tasas de crecimiento muy bajas gracias a repartir las horas de trabajo entre más trabajadores. Esto es, el ajuste se realizaría por la intensidad del empleo y no por la cantidad. Pero es necesario transitar los próximos meses para conocer exactamente cuál será el comportamiento del mercado laboral ante la desaceleración.

Las predicciones de los expertos

El umbral a partir del cual España consiga crear empleo será muy importante para bajar la tasa de paro estructural. Históricamente, cuando el país llega al entorno del 14% de desempleo, ha necesitado crecimientos desequilibrados para conseguir crear empleo. De lo contrario, si se mantiene con tasas de crecimiento próximas a su PIB potencial, el ajuste del desempleo se frena en seco.

Foto: Proyecto Éxodo
TE PUEDE INTERESAR
La metropolización de Madrid empieza a vaciar las provincias ricas de España
Javier G. Jorrín María Zuil Jesús Escudero

La reforma laboral se puso en marcha para superar definitivamente este problema y conseguir más ocupados, aunque trabajen menos tiempo. Uno de los primeros centros de análisis que estimaron el impacto de la reforma laboral sobre el umbral de creación de empleo fue Funcas. La Fundación de Cajas de Ahorros publicó un artículo del profesor Daniel Fernández Kranz en 2016 en el que aseguraba que España ya es capaz de crear empleo con tasas de crecimiento tan bajas como del 1% interanual.

Si bien reconocía que el empleo creado sería temporal, no dejaría de ser un aumento del número de trabajadores. En su opinión, “esta mayor flexibilidad puede haber resultado en una mayor creación de empleo en periodos de bajo crecimiento”. “Los datos no permiten afirmar con rotundidad que exista un mayor dinamismo de la creación de empleo estable, con contrato permanente, y en cambio sí se observan resultados positivos, indicativos de un mayor ritmo de creación de empleo, para los contratos temporales”, explica Fernández Kranz en su estudio.

[La contratación en fraude de profesores maquilla la ralentización del empleo]

También BBVA Research estimó el impacto de la reforma laboral. Lo hizo en 2016, y aunque no calculó el nuevo umbral de creación de empleo, sí determinó que los cambios normativos habrían permitido evitar la destrucción de 900.000 puestos de trabajo. “La reforma laboral de 2012 supuso un avance significativo sobre la normativa previa y atenuó algunas de las disfunciones del mercado de trabajo español”, señalaron los analistas.

Lo que está claro es que la reforma laboral ayudó a la devaluación salarial de España al facilitar el ajuste de las retribuciones. El peso de los salarios en el PIB se ha reducido significativamente desde el año 2012, y para cada nivel de crecimiento de la economía, el comportamiento de las rentas salariales ha sido peor, tanto en la fase de crecimiento como en la de recesión. Ahora, ha llegado el momento de conocer si el aumento de la precariedad provocado por la reforma laboral ha sido un sacrificio a cambio de mejorar las tasas de empleo.

La flexiseguridad es el concepto clave que soporta toda la filosofía de la reforma laboral de 2012. Consiste en elevar la flexibilidad laboral para las empresas (facilitar los ajustes de plantilla) al tiempo que se mejoran las oportunidades para los trabajadores gracias a la creación de empleo. De esta forma, la introducción de cambios en la regulación laboral serviría para crear más puestos de trabajo pero, sobre todo, permitiría limitar la destrucción de empleo durante las crisis.

Reforma laboral Paro Prestaciones por desempleo
El redactor recomienda