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El Brexit asusta más que los CDR: la crisis catalana golpeará al PIB solo si se cronifica
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LAS AGENCIAS DE 'RATING' ACOTAN EL RIESGO

El Brexit asusta más que los CDR: la crisis catalana golpeará al PIB solo si se cronifica

Los disturbios en las calles de Barcelona y otras ciudades se quedan en las portadas, pero no llegan a preocupar a los inversores. Las agencias de 'rating' aún no ven daño en la economía

Foto: Boris Johnson y manifestantes independentistas.
Boris Johnson y manifestantes independentistas.

Mucho ruido y poco daño… por ahora. Así es como analizan economistas y analistas la situación en las calles de Barcelona y otras ciudades de Cataluña tras la sentencia contra Oriol Junqueras y otros miembros del Govern o de la sociedad catalana por lo ocurrido en septiembre y octubre de 2017, con condenas por sedición pero no por rebelión.

La economía española —y, obviamente, la catalana— ha entrado en una fase de desaceleración, propia de un ciclo maduro, aunque con menor intensidad que en otras economías avanzadas. El PIB ha pasado de ritmos del 3% hasta el 2%, mientras que Cataluña pasó de crecer una décima más que España antes del 1 de octubre a expandirse una décima menos.

"Con el 1 de octubre hubo alarmismo y avisos hasta de recesión para Cataluña, pero el impacto fue de dos décimas sobre el PIB. Y lo que ocurrió entonces, por incertidumbre institucional, fue más grave que ahora", recuerda Ignacio de la Torre, economista jefe de Arcano. "El PIB se genera en 365 días, con lo que si en seis días hay menos actividad, el impacto es limitado", agrega.

Los primeros datos apuntan, por ejemplo, a una caída del consumo de electricidad del 4% este viernes con motivo de la huelga en apoyo de los condenados por sedición. La intensidad de este descenso es la mitad del ocurrido en la huelga del 3 de octubre de 2017. Aunque ya hay otras consecuencias en la actividad, como el parón en la fabricación de coches por parte de Seat, vuelos y trenes cancelados o carreteras cortadas.

Sin embargo, Cataluña ya no destaca en los análisis de bancos de inversión, gestoras, brókeres y analistas como uno de los grandes factores de riesgo en Europa. Ni siquiera es la amenaza más importante para el crecimiento del PIB español. Principalmente, preocupa el desenlace del Brexit y, de fondo, la guerra comercial y si los bancos centrales tienen suficiente artillería para combatir el frenazo económico.

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(EFE)

"Aunque es incierto el impacto económico que pueda tener el recrudecimiento de las tensiones en Cataluña, creemos que es probable que termine siendo limitado para el conjunto de España, y mayoritariamente concentrado en Cataluña", arguye Javier Rouillet, vicepresidente global de 'ratings' soberanos de DBRS Morningstar, que cree que "cualquier impacto económico dependería sobre todo de cómo evoluciona la situación en las semanas y meses que vienen".

"Más allá de Cataluña, los principales riesgos que enfrenta la economía española emanan principalmente del entorno extranjero, como las disputas comerciales, un Brexit desordenado o una desaceleración más marcada del crecimiento de la zona euro", agrega el economista de la agencia de 'rating' europea.

La clave es la duración de las protestas

El daño económico potencial, para inversores y analistas, está acotado a Cataluña y solo será relevante si perdura. "El riesgo crediticio más destacado que vemos derivado de la tensión es una posible caída sostenida en la confianza de las empresas y los consumidores, especialmente en Cataluña", señalan los analistas de S&P. Hasta ahora, sin embargo, ven que "a pesar del elevado riesgo político, los desarrollos macroeconómicos no parecen haber sido afectados significativamente".

Para estos analistas, la defensa independentista del gobierno regional conllevará más tensión en las políticas nacionales. Y esto sí puede tener efectos. Por una parte, si se alarga la incertidumbre política en plena desaceleración económica, "afectará a la calificación de España y de Cataluña", avisa Alvise Lennkh, director de análisis de finanzas públicas de Scope Ratings.

Foto: A la izquierda, columnas de humo en Barcelona por los incendios durante la Semana Trágica en 1909. A la derecha, una imagen de los disturbios de la Ciudad Condal tras la sentencia del 'procés'.

Esta derivada queda aún lejos. De forma más inmediata, en la calificadora crediticia europea DBRS Morningstar, por ejemplo, explican que la relación entre los gobiernos de Cataluña y España tiene efectos en el 'rating' de la deuda de la Generalitat, pero no para el Tesoro español. Actualmente, la nota catalana es de bono basura con perspectiva positiva, en BB.

Roulliet explica que una mejora en la estabilidad institucional entre Moncloa y la Generalitat daría un argumento a DBRS para elevar el 'rating' catalán, pero, si empeora, la perspectiva pasaría de positiva a estable. Hay que tener en cuenta que Cataluña, cuya deuda pública asciende al 34% de su PIB, depende para financiarse desde la Gran Recesión del fondo autonómico de liquidez (FLA) que ideó Cristóbal Montoro. El 80% de la deuda catalana está en manos del Tesoro.

Mientras que otras comunidades han vuelto a los mercados de capitales, la situación política y los fundamentales de las cuentas públicas de Cataluña alejan la independencia financiera. Aun así, el mercado no ha variado su posición tras la sentencia del juez Marchena. Los bonos catalanes, emitidos antes del FLA, apenas se comercian, pero se desplomaron hasta un 20% en 2017 respecto al precio de emisión, para beneficio de gestoras como PIMCO, la 'boutique' española, Buy & Hold, o el fondo soberano noruego, Norges Bank, que se beneficiaron de la rápida recuperación en precio con rentabilidades del 20% entre revalorización y cupón. Esta semana los bonos no se han movido, y acumulan año y medio variando al ritmo de la deuda española. Cotizan, de hecho, sobre la par —con precio mayor al de la emisión—.

La parsimonia del mercado, centrado en otras incertidumbres, coincide con el escepticismo de las agencias de 'rating' sobre un posible daño a la economía española. "Si bien uno de los factores que podrían retornar la tendencia a 'estable' desde 'positiva' es la ocurrencia de eventos políticos que perjudiquen severamente a la evolución económica de España. No creemos sin embargo que este sea el caso y esperamos que el impacto sea relativamente limitado", explica Javier Rouillet, de DRBS, donde la nota es 'A' y los riesgos para la calificación "son al alza".

¿Adiós a la pujanza de Barcelona?

El escepticismo sobre que pueda haber impacto económico no quiere decir que haya complacencia, matizan. En todo caso, explica el experto de DRBS, "el impacto final dependerá de la severidad y la duración de la perturbación al transcurso normal de la economía, y de la percepción de los agentes económicos". "La cuestión es si esta situación dura y hay apoyo masivo como en Hong Kong, pero Cataluña es un caso diferente", puntualiza De la Torre.

El PIB catalán alcanzó los 231.000 millones en 2018, lo que supone el 19% de la generación de riqueza española. El 'procés' ha tenido consecuencias para la economía catalana, aunque no tanto en crecimiento. "El impacto más peligroso es que se dañe la marca de Barcelona, que es muy potente en turismo, ferias, con más del 10% del PIB de la región, y en atraer talento extranjero, pero es un tema de medio plazo", arguye De la Torre.

Foto: Proyecto Éxodo

Estos efectos se han notado en los últimos años. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid ha superado definitivamente a Cataluña como polo de recepción de flujos internos de inmigrantes, tuvo mayor actividad en congresos y convenciones que Barcelona en 2018, según la asociación internacional del sector, y lleva tendencia del sorpaso en PIB.

En este sentido, De la Torre recuerda que "el crecimiento actual es más equilibrado y diversificado", lo que permite soportar mejor 'shocks' de incertidumbre como el actual. La variable más sensible a estas perturbaciones a corto plazo es la inversión extranjera directa (IED), que "se resintió en octubre de 2017, al pasar de crecer al 3% a mantenerse, pero supone un 3% del PIB. El consumo supone un 60%, pero no hay signos de que vaya a reducirse de forma prolongada, y las exportaciones de Cataluña son muy competitivas". Aunque, nuevamente, el riesgo es que lo excepcional de esta semana se convierta en habitual.

Mucho ruido y poco daño… por ahora. Así es como analizan economistas y analistas la situación en las calles de Barcelona y otras ciudades de Cataluña tras la sentencia contra Oriol Junqueras y otros miembros del Govern o de la sociedad catalana por lo ocurrido en septiembre y octubre de 2017, con condenas por sedición pero no por rebelión.

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