La venta de coches contaminantes marca récord y lleva a máximos la recaudación

España profundiza en los récords de ventas de coches contaminantes y marca este verano nuevos máximos, según los datos publicados este martes por la Agencia Tributaria.

En julio y en agosto, solo el 57,1% y el 55,4% de los vehículos puestos en circulación, respectivamente, se libran de pagar el impuesto de matriculaciones, que está gravado para aquellos vehículos que emiten más de 120 gramos de CO2 por kilómetro. Este es el porcentaje más bajo desde 2012, cuando los vehículos que se vendían eran mucho menos eficientes.

En este sentido, la recaudación media por vehículo del mes de agosto de 2019 ha escalado hasta los 517 euros, una cifra no vista tampoco en los últimos siete años. Los ingresos para las arcas del Estado por este concepto no paran de crecer desde mediados de 2018, aunque en este último verano han dado un fuerte tirón al alza.

Mientras en 2017 y la primera mitad del 18 la Agencia Tributaria recaudaba alrededor de 300 euros por vehículo —casi el 80% del nuevo parque de vehículos entonces estaba exento del impuesto de matriculaciones—, desde junio del año pasado y hasta llegado este verano los ingresos para Hacienda por este tributo se han situado en el rango de los 500 euros.

En suma, esto significa que el departamento que dirige ahora en funciones María Jesús Montero ha visto unos incrementos medios por el impuesto de matriculación de cada vehículo que ronda el 66% al alza. Para hacerse una idea de la situación, mientras en el acumulado de enero a agosto de 2018 Hacienda ingresó 334 millones de euros por la venta de 9.590.342 automóviles, en el mismo periodo de 2019 ha obtenido 405 millones de euros vendiendo solo 852.782 coches. Esto significa que la proporción de coches más contaminantes se ha disparado.

Esto se debe en primer lugar al mayor gasto por vehículo que hacen los españoles. En agosto, se ha marcado un récord anterior a 2007. Los coches vendidos el pasado mes costaron de media 18.259 euros, esto es, más que los 18.131 euros de media alcanzados hace 12 años, antes de que estallara la crisis económica mundial.

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Los expertos consultados apuntan a varias razones para esta situación. Por un lado, el hundimiento de los vehículos propulsados por diésel, que en términos de CO2 que mide el impuesto de matriculaciones son mucho más eficientes que los propulsados por gasolina, la opción más mayoritaria entre los usuarios actuales. Los híbridos, eléctricos y alternativos aún son minoría.

El otro efecto que está llevando las emisiones de los nuevos coches al alza a niveles anteriores a 2010, y por tanto la recaudación fiscal, es la opción de automóviles de clase SUV (vehículo utilitario deportivo), mucho más grandes y contaminantes que la gama media o familiar, que antes era la preferida. De enero a agosto, modelos como el Dacia Sandero, el Nissan Qasqai o el Seat Arona están el 'top 10' de los más vendidos. Por segmentos, la gama SUV es la única que crece, frente a desplomes de doble dígito de los urbanos, utilitarios o compactos. Estas gamas ya han sido destronadas por los SUV.

Esta situación se da mientras la conciencia medioambiental no para de crecer. Esta semana, Naciones Unidas celebra en Nueva York la Cumbre sobre la Acción Climática 2019, donde se pretende poner de relieve los problemas que puede acarrear el aumento de las emisiones de efecto invernadero por el calentamiento global y sus devastadoras consecuencias medioambientales y sociales.