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Las amenazas cruzadas entre la UE y Trump marcan el arranque de la cumbre del G-7
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Tusk ha sido el más contundente

Las amenazas cruzadas entre la UE y Trump marcan el arranque de la cumbre del G-7

El bloque europeo aprovecha que aún tiene más peso en el grupo para marcar sus líneas rojas, desde la negociación del 'Brexit' hasta Rusia y la ratificación del acuerdo con el Mercosur

Foto: Emmanuel Macron saluda a Donald Trump a su llegada a la cumbre del G-7. (Reuters)
Emmanuel Macron saluda a Donald Trump a su llegada a la cumbre del G-7. (Reuters)

La cuadragésimo quinta cumbre anual del G-7 ha comenzado oficialmente este sábado en Biarriz, en el suroeste francés, con una cena informal entre los líderes de Francia, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Italia, Japón y Reino Unido.

El arranque de la cita anual del 'club' de los siete países que ostentan un relevante peso político, económico y militar a nivel mundial está marcado por las tensiones comerciales —con amenazas arancelarias sobre la Unión Europea por parte de Estados Unidos incluidas—, por las negociaciones del 'Brexit' y el deshielo de las relaciones con Rusia.

Frente a las cámaras todo han sido sonrisas. El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha encargado de recibir en el Faro de Biarritz durante la tarde de este sábado a sus homólogos europeos, a los presidentes de Estados Unidos y Canadá y al primer ministro japonés. La cordialidad de estos recibimientos no hace olvidar, sin embargo, que esta cumbre tiene puntos calientes que tratar y que será difícil acercar posturas entre los distintos aliados. "Es posible que no consigamos todo, pero quiero que este G-7 sea útil. Es una reunión importante", declaraba Macron unas horas antes en un mensaje televisado dirigido a sus ciudadanos.

placeholder Macron recibe al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. (Reuters)
Macron recibe al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. (Reuters)

El presidente francés ha subrayado lo perjudiciales que son "para todo el mundo" las tensiones comerciales y se ha mostrado confiado en que la cita de Biarritz sirva para desescalar la tensión, a pesar de las declaraciones previas a la cita que han realizado algunos de los participantes.

De hecho, desde la Unión Europea (UE), que cuenta con representación en la cumbre, han lanzado una advertencia a EEUU: el bloque está listo para responder a las amenazas de su presidente Donald Trump de imponer aranceles al vino francés. El aviso lo ha dado el propio Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, y ha sido la advertencia más contundente que hasta ahora se ha lanzado hacia Washington. Tusk ha alertado a EEUU de los graves perjuicios que ocasionaría una guerra comercial con sus aliados, pero ha subrayado que Europa no rehuirá la confrontación si Trump busca utilizar los aranceles como arma política.

Foto: El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. (EFE)

"Protegeré el vino francés con determinación genuina por muchas razones. Si EEUU impone aranceles a Francia, la UE responderá del mismo modo", sentenció Tusk.

Trump ha amenazado con gravar las importaciones de los caldos franceses en respuesta a la "tasa GAFA" (Google, Apple, Facebook, Amazon), el impuesto que Francia ha creado dirigido a las gigantes tecnológicas que no tributan en el país donde hacen negocio.

"Francia acaba de imponer un impuesto digital a nuestras grandes compañías de tecnología estadounidenses. Si alguien les cobra impuestos, debe ser su país de origen, EEUU. Anunciaremos acciones recíprocas substanciales sobre la estupidez de Macron en breve", prometió el estadounidense en Twitter hace un mes.

Trump y Macron mantuvieron este sábado un almuerzo en Biarritz, previo al inicio de la cumbre anual del G7, en el que abordaron el asunto, según confirmaron fuentes del Elíseo. El presidente francés trató de desvincular en la reunión la tasa digital de una eventual guerra comercial con Estados Unidos, con el argumento de que el impuesto afecta también a empresas de otros países, agregaron las fuentes.

Foto: Donald Trump y Xi Jingping. (Reuters)

En el almuerzo entre ambos se sirvió vino, reconoció el Elíseo. Sin embargo, Trump, abstemio declarado, no lo probó y se decantó por un refresco.

Tusk se permitió ser mucho más rotundo que Macron. Recordó que las guerras comerciales solo llevan a la recesión, y que si estas se libran entre miembros del G7 "sólo conducirán a erosionar la ya debilitada confianza entre nosotros".

"Lo último que necesitamos es una confrontación, especialmente con nuestro mejor aliado, Estados Unidos. (Pero) tenemos que estar listos para ese escenario, y lo estamos", manifestó ante la prensa. Prometió a París lealtad en ese desafío y se negó a criticar la decisión de Francia de crear un impuesto digital de forma unilateral, mientras el tema se discute en los foros multilaterales.

Líneas rojas de la cita

Además de las tensiones comerciales, los líderes del G-7 afrontan la cita de Biarritz con temas calientes sobre la mesa, desde la negociación del 'Brexit' hasta el deshielo de las relaciones con Rusia, pasando por la ratificación del acuerdo con el Mercosur. Esas han sido precisamente las líneas rojas que la UE ha marcado aprovechando que, mientras Reino Unido siga en sus filas, aporta al menos la mitad de sus integrantes al G-7 y, por tanto, y eso le otorga una posición de fuerza.

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Macron y su esposa reciben a Boris Johnson. (Reuters)

Tusk, la voz de la UE en el G-7, ha sido rotundo en cerrar la puerta al regreso de Rusia al grupo (fue expulsada por la crisis que desató tras la anexión ilegal de Crimea en 2014), ha sumado presión al premier británico Boris Johnson para evitar que el divorcio de Reino Unido y el bloque europeo se realice sin acuerdo, y ha sembrado dudas sobre el acuerdo con Mercosur, subrayando la necesidad de que el presidente brasileño rectifique su política medioambiental.

El cruce de declaraciones entre los líderes políticos ha caldeado el ambiente antes del comienzo de la cumbre de Biarritz

El presidente del Consejo Europeo tendrá un cara a cara con Johnson este domingo, pero no ha desaprovechado la ocasión para lanzar un dardo: "Espero que Johnson no quiera pasar a la historia como Mr. No Acuerdo". El británico no ha tardado en responder y ha advertido de que si la UE no retira la salvaguarda para Irlanda del acuerdo de salida, Bruselas será responsable de un 'Brexit' salvaje. "Si Donald Tusk no quiere ser conocido como 'Mr. No Acuerdo', entonces confío en que tenga también en cuenta ese punto", ironizó Johnson.

Ampliar la influencia invitando a otros países

A las algunas de las sesiones de este domingo están también invitados los líderes de Sudáfrica, Australia, Chile, la India, Burkina Faso, Egipto, Senegal y Ruanda. Ampliar el círculo de las negociaciones es la vía que elige el G-7 para que sus decisiones tengan un mayor impacto dado que en la actualidad ha perdido peso a nivel mundial y el PIB del grupo no representa más del 40%, frente al 70% que aunaban cuando se formó el grupo en 1975.

Los líderes del G-7 son conscientes del desafío que supone llegar al consenso en determinados temas a pesar de que se aprovecha la cita anual como foro informal de diálogo para, precisamente, allanar posiciones. Por eso Macron ha anticipado que no se emitirá un comunicado conjunto cuando finalicen la cumbre este lunes, sino que cada Gobierno emitirá la declaración que considere pertinente.

La cuadragésimo quinta cumbre anual del G-7 ha comenzado oficialmente este sábado en Biarriz, en el suroeste francés, con una cena informal entre los líderes de Francia, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Italia, Japón y Reino Unido.

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