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Guerra abierta contra la CNMC: qué hay tras el plan de las gasistas para ganar tiempo
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Sedigas pide alargar el plazo de alegaciones

Guerra abierta contra la CNMC: qué hay tras el plan de las gasistas para ganar tiempo

Tras dos semanas de ofensiva total contra el regulador por su propuesta de reducción de la retribución a la distribución y el transporte gasista y eléctrico, la batalla sigue en todos los frentes

Foto: El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada. (EFE)
El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada. (EFE)

La propuesta de retribución para la distribución y el transporte de electricidad y gas elaborada por la CNMC, que implica recortes en los próximos años, ha puesto en pie de guerra a las empresas afectadas, sobre todo las grandes gasistas Naturgy y Enagás, aunque otras como Red Eléctrica también han hecho gala de ostensible enfado.

Las compañías han logrado esta semana sumar a su causa a actores que, en principio, podían haberse puesto de perfil. Este es el caso de la CEOE. Su presidente, Antonio Garamendi, criticó con dureza la propuesta del organismo independiente.

Cierto es que entre los miembros de la patronal están las principales 'utilities', pero también que en ese grupo hay muchas compañías que se benefician de un precio energético más barato, como puede ser la industrial Celsa, Gestamp, Seat o Mercadona, entre otras, cuyos costes energéticos están directamente relacionados con su competitividad y su cuenta de resultados.

Foto: Foto de archivo de una red de gas.  (Reuters)

Algo similar ha ocurrido con los sindicatos. CCOO Industria también ha hecho un llamamiento público esta semana para criticar la propuesta de la CNMC por la afectación que puede tener para el empleo. No en vano, al primero que Naturgy comunicó la paralización de las inversiones fue a los sindicatos, en un claro aviso de lo que podría pasar si los recortes, aún en periodo de alegaciones, se acaben materializando en los términos expuestos por el regulador.

De nuevo, llamativo que CCOO Industria, cuyos representantes en grandes empresas como Alcoa, están teniendo serias dificultades para mantener el pulso laboral con la empresa. De hecho, uno de los motivos de no seguir adelante con las plantas de Avilés y Asturias ha sido el alto coste energético. En plena ofensiva de las energéticas contra el regulador, Acerinox, otro de los que siempre ha criticado el alto precio de la energía, anunciaba un ajuste para su planta de producción de acero inoxidable en Los Barrios (Cádiz) para 300 empleados. Su consejero delegado, Bernardo Velázquez, también presidente de la patronal siderúrgica Unesid, es uno de los que siempre ha criticado el alto coste energético para la industria.

El aplazamiento que pide Sedigas, clave

En ese clima de todos contra la CNMC, la patronal del gas, Sedigas, cuyas empresas son las más afectadas por el recorte propuesto por el regulador con caídas en bolsa y revisiones de su 'rating' por las grandes agencias, se reunía también en los últimos días con el Gobierno. Su objetivo: mostrar su descontento con la propuesta del organismo presidido por José María Marín Quemada.

Pero una clave expuesta posteriormente en el comunicado que lanzaron es la solicitud de una ampliación del plazo de alegaciones más allá de la fecha tope, el 9 de agosto, para poder realizar un "análisis más detallado". Se justifica la patronal en que a diferencia de la electricidad, cuyas normas entran en vigor en enero de 2020, las circulares del gas no regirán hasta 2021, con lo que no es necesaria tanto apremio.

Fuentes próximas a la patronal ponen encima de la mesa que lo que hay detrás de esa ampliación de plazo es tratar de zafarse del artífice de estas circulares, el director de energía de la CNMC, a la espera de que su sustituto sea más permeable a realizar cambios alineados con sus intereses y que no tenga que enmendar un trabajo propio, como es el caso actual. Máxime, ahora que el propio Marín Quemada se ha abierto públicamente a suavizar el hachazo, tal y como declaró el pasado lunes.

Foto: José María Marín Quemada, presidente de la CNMC. (EFE)

Fernando Hernández, director de energía de la CNMC y cerebro del ajuste para los próximos años que pretende aligerar la factura de los contribuyentes, dejará su puesto en octubre. El alto funcionario solicitó una plaza en la oficina comercial de la embajada de Japón. Esa y no otra, cuenta fuentes al tanto de los planes de las gasistas, es la razón de aplazar las negociaciones sobre las circulares. No solo el director de energía, el propio presidente, Marín Quemada, la vicepresidenta y máxima autoridad de la sala de supervisión que afecta a energía, María Fernández, y más de la mitad del consejo deberán salir en septiembre.

Esto quiere decir que la CNMC se enfrenta a una renovación total de sus cargos más importantes, en plena interinidad del propio Gobierno, que aún no tiene claro si podrá establecerse o iremos a nuevas elecciones. Unas aguas revueltas de las que las gasistas pueden pescar.

La propuesta de retribución para la distribución y el transporte de electricidad y gas elaborada por la CNMC, que implica recortes en los próximos años, ha puesto en pie de guerra a las empresas afectadas, sobre todo las grandes gasistas Naturgy y Enagás, aunque otras como Red Eléctrica también han hecho gala de ostensible enfado.

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