España puede ahorrar más de 1.000 millones en recetas al año si mejora la gestión

España gasta cada año unos 14.000 millones de euros en gasto sanitario no hospitalario, básicamente recetas. La eficiencia de este gasto es inferior a la de otros países desarrollados, de modo que existe un importante margen de mejora. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha realizado un análisis detallado del gasto en recetas, dentro de su 'Spending review' (programa de revisión del gasto) y ha localizado que existe un potencial de ahorro de más de 1.000 millones de euros si se mejoran las prácticas de gestión y gobernanza del Sistema Nacional de Salud. "Una gestión más eficiente del gasto farmacéutico podría liberar más de 1.000 millones de euros anuales", señala la Autoridad Fiscal en su informe.

Este ahorro de 1.000 millones de euros en el gasto sanitario permitiría situar a España en la media de los países comparables de la OCDE en gasto farmacéutico. El principal foco de divergencia de España respecto al resto de países es que el porcentaje de fármacos genéricos que se recetan. Aunque este indicador ha mejorado durante los últimos años, España todavía tiene un gasto en recetas de medicamentos genéricos del 23% respecto al gasto total, muy lejos del 35% que alcanzan los países punteros de Europa. Esto hace que mejorar la composición de las recetas y priorizar los medicamentos genéricos permitiría a España lograr un importante ahorro en gasto sin deteriorar la calidad del servicio sanitario. O lo que es lo mismo, mejorar la eficiencia.

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Por ejemplo, si España implantase una guía de prescripción para los médicos del Sistema Nacional de Salud en el que priorizase los fármacos más eficientes, se podrían lograr 596 millones de euros de ahorro en el medio plazo.

Pero las propuestas de la Autoridad Fiscal van más lejos. una de las prioridades debería ser mejorar la prescripción de medicamentos para que se incluya en el análisis también la indicación terapéutica y no solo el principio activo, como se hace actualmente. De esta forma, se podrían utilizar fármacos cuyos resultados sanitarios sean los mismos pero que tengan un principio activo diferente. De esta forma, se podría mejorar la fijación de los precios y así, lograr un ahorro potencial de 270 millones de euros.

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La AIReF también propone extender la subasta de medicamentos que hace Andalucía al resto del territorio nacional. Aunque contempla pequeñas mejoras, para incentivar la competencia entre laboratorios, la fórmula sería similar. De esta forma, se podría realizar una subasta conjunta de medicamentos en la que el subastante establecería un precio de entrada que sería inferior al que se está pagando actualmente. Esta medida permitiría ahorrar en el medio plazo más de 400 millones de euros.

La Autoridad Fiscal también propone dotar de mayores niveles de equidad en el copago. Actualmente la subvención efectiva que logra una persona activa con una renta no superior a 18.000 euros anuales equivale al 59% del gasto en fármacos, mientras que para un pensionista cuya renta supera los 100.000 euros alcanza el 55%. Esta diferencia en el tratamiento en función de si la persona está disponible para el trabajo o está pensionada afecta claramente a la equidad del sistema de recetas, de ahí que la AIReF recomiende establecer un sistema que permita que la diferencia en la subvención dependa de la renta de la persona y no de su situación. De hecho, España es, junto a Portugal, el único país que diferencia entre activos y pensionistas a la hora de fijar la subvención.