Puig, Barreiros, Domínguez... Estas son las fundaciones familiares más opacas

Las fundaciones familiares suspenden en transparencia. Aunque hayan pasado 10 años desde que se empezara a extender este término, la Fundación Compromiso y Transparencia confirma que estas instituciones todavía dejan mucho que desear de cara al público. Así lo pone de manifiesto en su décimo informe 'Construir confianza', que puntúa las fundaciones españolas —empresariales, familiares y bancarias— en función de su compromiso con la transparencia.

De las 28 fundaciones creadas por familias influyentes que se han analizado en este estudio, solo seis pueden considerarse transparentes: la Fundación Mario Losantos, Barceló, Rafael del Pino, Barrié, Luca de Tena y Amancio Ortega (esta última, mostró por primera vez el ejercicio de sus cuentas en 2018). Mientras que otras 10 son translúcidas (cumplen al menos ocho de los 20 indicadores de transparencia), hasta una docena caen en la opacidad, con menos de ocho indicadores cumplidos.

El informe, que ha ampliado la muestra de fundaciones estudiadas en los últimos años, es optimista en cuanto al progreso global en los grados de transparencia del sector de fundaciones: las empresas apuestan cada vez más por la transparencia de sus fundaciones de cara a mantener su reputación.

Sin embargo, las instituciones sin ánimo de lucro fundadas por familias dejan mucho que desear: solo el 23% es transparente. Ni siquiera una de cada tres proporciona información relevante sobre su patronato, sus valores o sus cuentas. Incluso la fundación más transparente del 'ranking', Mario Losantos, tiene algunos agujeros.

Las fundaciones familiares más opacas

Para analizar estas instituciones, el estudio se centra en ocho variables: contacto, misión, actividades, ejecutivos, patronato, gobierno, información económica y evaluación. En total, las categorías y sus correspondientes subcategorías suman 20 puntos.

La Fundación Puig es la que suspende por goleada. No solo tiene la peor puntuación de todas —un cero— sino que ni siquiera tiene una página web que permita consultar los objetivos de su misión o su estado financiero. La única información disponible la publica la Coordinadora Catalana de Fundaciones, que le calcula hasta 386.955 euros de presupuesto. Entre sus valores, según ha podido conocer la institución, se enumeran la realización de actividades de interés cultural, artístico, sanitario y dermatológico. Además, la fundación patrocina el Concurso de Canto Francesc Viñas y tiene un convenio de colaboración con el Teatro del Liceo.

Por otro lado, la Fundación Carmen Gandarías solo cumple con el deber de proporcionar datos de contacto y de describir su misión filantrópica. La de Adolfo Domínguez ofrece un contacto rápido e incluso permite acceder a información sobre sus actividades y beneficiarios, pero en estos 10 años no ha publicado dato alguno sobre su política de inversión.

Alicia Koplowitz, la sexta persona más rica de España según la revista 'Forbes', también cuenta con una fundación que no hace públicas de forma activa sus cuentas. Por ello, se queda a las puertas de la 'lista negra'.

Independencia, la eterna asignatura pendiente

Según el informe, la falta de independencia en el patronato de las fundaciones —tanto empresariales como familiares— requiere una atención prioritaria. El patronato de cualquier fundación debe contar con al menos un tercio de patronos independientes.

En el caso de las empresariales, son independientes aquellas personas que no mantengan ninguna relación con la empresa. En el caso de las familiares, las que no pertenezcan a la familia o no hayan desempeñado cargos en sus empresas. De todas las fundaciones analizadas, el 75% no pudo garantizar que contara con personas ajenas a las actividades empresariales de los fundadores.

"Esto es una mala práctica, por estar basada en la selección exclusiva en vínculos familiares o profesionales y no en méritos personales. No tiene sentido alguno que las fundaciones, tanto empresariales como familiares, no cuenten con un porcentaje razonable de patronos ajenos que aporten una visión externa del entorno", explica la organización en su estudio.

Solo siete de las fundaciones familiares pueden considerarse independientes, entre ellas, la Fundación Barceló, centrada en la desigualdad y el medio ambiente, y la Fundación Paideia, que trabaja por la integración del menor. El informe advierte de que tanto en la Fundación Sabadell como en la Barrié, el presidente del patronato ha asumido funciones ejecutivas, una circunstancia que, según los expertos, "contraviene las prácticas más elementales de un gobierno justo".

La publicación activa de las políticas de inversión y de los códigos de buen gobierno también se echa de menos en sus páginas web. Solo el 20% de estas fundaciones ha invertido en desarrollar reglamentos en pos de la transparencia y la rendición de cuentas a la ciudadanía.

En cuanto a la rendición de cuentas, el 71% de las fundaciones no hizo pública su memoria y el 65% optó por no mostrar su carta de auditores, algo que la Ley de Auditoría de Cuentas considera "una función de interés público", ya que una visión externa "aumenta la integridad y eficacia, contribuyendo a la transparencia y fiabilidad".

Las fundaciones más transparentes

La Fundación Atresmedia ha perdido el liderazgo del 'ranking' después de cinco años consecutivos. En su lugar, se ha situado la Fundación Agbar, cumpliendo 19 de los 20 puntos de transparencia. Axa, la Caja de Navarra, Coca-Cola, ONCE y Vodafone atesoran también las puntuaciones más altas.

El informe este año destaca el hecho de que las dos fundaciones del sector financiero que figuran como más transparentes a lo largo de estos 10 años sean las bancarias, creadas por la Ley de Cajas de Ahorros en 2013.