Los vecinos de Cuenca preparan una batalla judicial contra las macrogranjas de cerdos

Turismo de naturaleza. Es uno de los medios de vida más importantes para Villalba de la Sierra, Zarzuela y Portilla, hasta el punto de que estos tres pueblos situados a unos 20 minutos de Cuenca han recibido fondos europeos para su desarrollo. Por eso, sus vecinos no dan crédito ante la construcción de una macrogranja porcina en Zarzuela a manos de ICPOR, participada al 50% por Incarlopsa —interproveedor de Mercadona para corte y envasado de cerdo—. Ya están trabajando con abogados para frenarla.

El proyecto está parado a la espera de todas las respuestas a las alegaciones formuladas por los ayuntamientos colindantes o por asociaciones como Serranía Limpia y Viva. Esta plataforma vecinal es una de las más críticas con unas instalaciones que darán cobijo a 2.685 cerdas madres de las que pueden salir 80.000 lechones al año, con el impacto medioambiental y social que eso supone. "Es un claro caso de David contra Goliat", asume Juan Expósito, portavoz de Serranía y vecino de Villalba de la Sierra.

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Aun así, ya han conseguido 6.000 firmas en Change.org, han organizado mesas informativas para buscar el apoyo de los mayores que no usan internet, se han desplazado a Bruselas para buscar el favor de los eurodiputados y han congregado a unas 600 personas en las protestas callejeras, todo un éxito si tenemos en cuenta que la población afectada asciende a unos 800 habitantes. Pero saben que la presión social no es suficiente, y por eso están reuniéndose con un bufete de abogados para explorar la vía judicial.

La de Zarzuela será "una de las granjas porcinas más modernas de España. Incorpora las tecnologías más avanzadas para minimizar el impacto ambiental y garantizar tanto el bienestar de los animales como la máxima calidad del producto", matizó ICPOR en un comunicado donde anunció que invertirá seis millones de euros en su construcción. Incarlopsa es el cliente (y socio) más importante de esta compañía especializada en integración porcina. No obstante, los vecinos aprovecharán las presuntas "fallas" del proyecto para llevar al socio de Incarlopsa a los tribunales. ¿A qué se refieren?

"La superficie construida asciende a 15.938 metros cuadrados. Esto supone un porcentaje de ocupación del 22,2% de las parcelas (…) superando la capacidad máxima autorizada por la Consejería de Agricultura (10%)", detallan las alegaciones a las que ha tenido acceso este periódico. Además, los recintos propuestos para depositar los purines tienen una pendiente superior al 10% —no recomendable por las corrientes de agua de lluvia— y no contemplan medidas preventivas para los acuíferos cercanos.

Lo más preocupante es el olor que desprenden. "Aunque se produzca el enterrado, las parcelas receptoras de purines abarcan una zona muy amplia y están próximas a zonas pobladas, áreas recreativas o de actividades en la naturaleza y alojamientos rurales, causando un daño irreparable al desarrollo", indica el informe de una empresa de ingeniería contratada por el ayuntamiento de Villalba de la Sierra. Eso sin contar con el trasiego de camiones por los cascos urbanos de la zona, el consumo de agua estimado (44 millones de litros al año, cinco veces más que la población de Zarzuela) o la proliferación de moscas y mosquitos.

Las plataformas vecinales resumen sus preocupaciones en cinco puntos clave: malos olores, contaminación de los acuíferos por los purines, deterioro de los caminos, riesgos para la salud pública y pérdida de empleo. ¿Cómo es esto último posible si ICPOR se ha comprometido a generar 60 puestos de trabajo (de los cuales unos 15 serán directos)? Solo en Villalba de la Sierra hay 100 empleos vinculados al turismo, ocho empresas de actividades en la naturaleza, tres restaurantes de reconocido prestigio y hoteles o casas rurales con capacidad para acoger a 400 personas, defiende Daniel Chacón, presidente de la asociación de empresarios de esa región.

"Las administraciones nos hablan de la Laponia española y de la creación de 15 puestos de trabajo directos [gracias al gigante empresarial con sede en Tarancón, Incarlopsa], omitiendo que la macrogranja pone en riesgo centenares de empleos vinculados al turismo. Es como pegarse un tiro en el pie", se queja Chacón. Su compatriota Expósito se pregunta "quién querrá venir a pasar el fin de semana a un pueblo que huele a cerdo" o qué será de los no más de 800 vecinos que residen en la zona. Y pone como ejemplo a Balsa de Ves (Albacete), que sufre los efectos de la despoblación desde la llegada de una macrogranja (en manos del grupo Valls Companys) en 2006. "No sé a quién se le ocurrió convertirnos en el estercolero de Castilla-La Mancha", dijo su actual alcaldesa en declaraciones a 'El Digital de Albacete'.

Respuesta de la empresa

"El ayuntamiento de Zarzuela es favorable a la instalación de esta granja de última generación", subraya ICPOR en una nota tras ser contactada por El Confidencial. La compañía destaca que su proyecto "contribuye a fijar población en el medio rural" y puede generar hasta 700.000 euros anuales de riqueza en la zona, según sus estimaciones. Rechaza el concepto de 'macrogranja' y deja claro que el número de plazas en las instalaciones "está limitado conforme a la normativa vigente en España, una de las más restrictivas del mundo".

También niega un posible impacto sobre el turismo, y lo justifica de esta forma: "De 2013 a 2017, el censo porcino de Cuenca ha aumentado un 13,9% —hasta los 245.325 cerdos— mientras el grado de ocupación de los alojamientos rurales de la provincia creció más de un 42% en ese período". ICPOR prevé generar unos 3.500 empleos (directos e indirectos) en el medio rural de Castilla-La Mancha, si bien no desvela con cuántos proyectos está trabajando en España en estos momentos.

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"El proyecto aún no ha pasado por la Evaluación de Impacto Ambiental [que tiene en cuenta los distintos informes de administraciones, organismos, confederaciones hidrográficas o asociaciones consultadas] ni por la Autorización Ambiental Integrada", explican fuentes de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha tras remitirnos al ayuntamiento de Zarzuela (PSOE), encargado de certificar la compatibilidad urbanística, estudiar las alegaciones y acelerar los trámites de un proyecto que va para largo. Este periódico ha intentado ponerse en contacto con el consistorio, sin éxito. "Aquí nadie se preocupa por los ciudadanos. La sensación de abandono y dejadez política es tremenda", lamenta Chacón.

Según fuentes cercanas a la compañía, ICPOR ha invitado tanto al alcalde de Villalba de la Sierra como a los vecinos de los pueblos afectados a visitar una de sus granjas en Soria para que comprueben ese teórico impacto ambiental, si bien todos ellos han declinado la oferta. Esas mismas fuentes niegan que el volumen anual de lechones ascienda a 80.000 animales, pero no aportan otra cifra alternativa.

España es el cuarto mayor productor de cerdo del mundo, por detrás de China, Estados Unidos y Alemania. No obstante, se ha colocado a la cabeza en censo porcino tras su 'sorpasso' a los germanos en 2015. Francia, Dinamarca y Holanda nos siguen a gran distancia, una circunstancia que los expertos atribuyen a unos costes de producción mucho mayores.

A eso se suma la presión de China, segundo cliente de España por volumen de exportaciones. Las ventas de cerdo al mercado asiático se han disparado un 273% en los últimos cinco años, razón de más para atraer la atención de gigantes de la industria como Incarlopsa. De hecho, el carnicero de Mercadona se ha propuesto conquistar a los chinos tan pronto como consiga las homologaciones necesarias para entrar en ese país.