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Sánchez se juega su legislatura con unos Presupuestos para subir los impuestos
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Las políticas de gasto ya están aprobadas

Sánchez se juega su legislatura con unos Presupuestos para subir los impuestos

La mayor parte de las políticas de gasto están aprobadas por decreto, como la subida del salario de los funcionarios y de las pensiones. Los PGE recortarán el déficit en tres décimas

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)

En diciembre de 2018, después de sufrir un duro varapalo en las elecciones andaluzas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decidió cambiar de estrategia. De pronto, pasó de dilatar cada decisión a lanzar un órdago: Presupuestos o elecciones. Desde el entorno socialista se vendió como una victoria segura: o se sacaban los Presupuestos o se demostraba el distanciamiento del PSOE con los partidos independentistas.

Esa estrategia tenía un riesgo claro: los pensionistas y los trabajadores públicos podrían ver su nómina congelada hasta la aprobación de los Presupuestos. Para evitar esta situación, el Ejecutivo aprobó las dos principales políticas de gasto de 2019 por decreto: la subida de los salarios y pensiones públicos. Con esta medida, el presidente se aseguró el beneplácito de estos dos colectivos, que son los más movilizados del país, como se ha demostrado en los últimos años.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)

Ahora, el Gobierno busca unos Presupuestos que sirvan, principalmente, para subir los impuestos y así financiar este incremento del gasto. El Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado prevé un incremento de la recaudación del Estado de 20.000 millones de euros en 2019, de los cuales, algo más de 5.600 millones proceden de la subida y la creación de nuevas figuras tributarias.

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Sin ellas, el déficit público se quedaría este año en el entorno del 2,3% del PIB, según las estimaciones de BBVA Research, en línea con el consenso de mercado. Esto es, incumpliría el objetivo de déficit en un punto del PIB, unos 12.000 millones de euros. Es normal que así sea, ya que las medidas de gasto están aprobadas, pero la subida y creación de nuevos impuestos tienen que pasar la tramitación en el Congreso.

La aprobación de los Presupuestos permitiría reducir el déficit en unas tres décimas del PIB, hasta situarlo en el entorno del 2% a final del año

Si finalmente Sánchez no consigue aprobar los Presupuestos, el incumplimiento con Bruselas sería flagrante. España volvería a enfrentarse a una multa de más de 2.000 millones de euros por saltarse las normas europeas, como ya hizo en repetidas ocasiones durante los años de Mariano Rajoy.

La aprobación de los Presupuestos y de las leyes que los acompañan (que crean los impuestos digital y financiero) permitiría reducir el déficit en unas tres décimas del PIB, hasta el entorno del 2%, según los cálculos de BBVA Research. Esto es, la principal política que incluyen es el ajuste estructural del déficit, por basarse en cambios legislativos. Esto significa que las cuentas públicas servirán, básicamente, para subir la presión fiscal y reducir más el déficit. Si finalmente el Congreso los tumba, la legislatura de Sánchez quedará muy tocada y España seguirá engordando su déficit estructural y su deuda.

La incógnita nacionalista

Esta semana que empieza será clave para el futuro del presidente Sánchez. En las últimas semanas, el Gobierno se ha encargado de difundir que la legislatura estará muerta si no salen adelante las cuentas. El debate comenzará el martes en el pleno del Congreso y la votación se realizará el miércoles. El Proyecto de Presupuestos ha recibido seis enmiendas a la totalidad, que incluyen las de los partidos independentistas ERC y PDeCAT.

Foto: Carles Puigdemont y Quim Torra. (EFE)

Si finalmente las formaciones catalanas optan por votar las enmiendas a la totalidad, Sánchez tendrá muy complicada la legislatura. Sin embargo, la elección de los independentistas no se cerrará hasta última hora, como ocurrió con la senda de estabilidad. En esa ocasión, tanto PDeCAT como ERC votaron en el Congreso a favor de los objetivos de déficit del Gobierno.

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Esta vez, la situación es diferente, ya que la votación se producirá justo el día después del inicio del juicio del ‘procés’, lo que marca decisivamente la elección de los independentistas. La opción que manejaron en un primer momento tanto ERC como PDeCAT fue no apoyar las enmiendas a la totalidad y así permitir la tramitación de las cuentas. Sin embargo, las dos formaciones han presentado una enmienda de devolución, lo que hace que su elección sea hoy una incógnita. La alternativa a esos dos escenarios es que Sánchez se mantenga en la Moncloa aunque pierda las votaciones de los Presupuestos, una opción que los partidos independentistas no descartan. De esta forma, volverían a poner la pelota sobre el tejado del presidente, que sería el encargado de mover ficha: elecciones o seguir negociando con los independentistas.

En diciembre de 2018, después de sufrir un duro varapalo en las elecciones andaluzas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decidió cambiar de estrategia. De pronto, pasó de dilatar cada decisión a lanzar un órdago: Presupuestos o elecciones. Desde el entorno socialista se vendió como una victoria segura: o se sacaban los Presupuestos o se demostraba el distanciamiento del PSOE con los partidos independentistas.

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