Las subvenciones al vehículo de gas dividen aún más a Industria y Transición Ecológica

A nadie se le escapa el enfrentamiento que vienen escenificando los ministerios de Industria y Transición Ecológica acerca de cuestiones que impactan sobre ambas áreas de Gobierno. El caso más representativo han sido las posiciones discrepantes respecto al diésel.

Sin embargo, esta no es la única cuestión que está suscitando posiciones encontradas entre los ramos dirigidos por Reyes Maroto y Teresa Ribera. En este sentido, uno de los últimos episodios que están levantando revuelo en el sector y confusión en la ciudadanía es el que se refiere al plan de ayudas al vehículo alternativo.

Pese a que en el pasado se propuso que las ayudas se manejaran de manera conjunta, por ahora no hay consenso, con lo que ambos ministerios manejan fondos y presupuestos diferenciados, aunque el fin de incentivar la movilidad sostenible sea el mismo.

TE PUEDE INTERESAR

Ribera suprime las ayudas al coche de gas en el nuevo plan de subvenciones al eléctrico

Juan Cruz Peña

El ejemplo más palpable de estas discrepancias se vivió con el Presupuesto de 2018. Se trataron de unificar los 16,6 millones destinados a Industria con los 50 millones que maneja Transición Ecológica bajo la tutela del IDAE, organismo par la diversificación energética adscrito a este último. Sin embargo, fuentes conocedoras de las negociaciones aseguran que las fricciones internas provocaron que no hubiera acuerdo, hasta el punto de que la partida del área de Reyes Maroto no se ejecutó, dados los apretados plazos que manejaba, con lo que finalmente Hacienda recuperó esa partida sin que fuera utilizada.

Ahora, las ayudas continúan navegando por caminos divergentes. En primer lugar, Transición Ecológica tiene previsto sacar de forma inminente el borrador de base para que las CCAA distribuyan los 50 millones del Plan Movalt de 2018, que llegará sobre marzo de 2019. El esquema diseñado por el IDAE de Joan Herrera preveía suprimir las ayudas a los turismos propulsados por gas, dejando las subvenciones solo para vehículos eléctricos ligeros. Solo donde no existe una alternativa viable, como es el caso del transporte pesado, se permite dar ayudas a los vehículos de gas.

Este planteamiento, adelantado por El Confidencial y que aún no se ha hecho oficial, ha generado revuelo en el sector, sobre todo en el mundo del gas. De hecho, paralelamente a esto, el Ministerio de Industria lanzaba una consulta pública para el Plan Movea 2019, en el que en un principio plantea la neutralidad tecnológica, ofreciendo ayudas no solo a los eléctricos sino también a los coches movidos por GNC, GLP o pila de hidrógeno.

Los Presupuestos presentados por Pedro Sánchez esta misma semana contemplan 17 millones para Industria y 50 para Transición Ecológica, que de nuevo harán planteamientos separados, una práctica que fuentes del sector ven incoherente y que genera confusión entre la ciudadanía.

Desde fuentes próximas a Teresa Ribera señalan que las ayudas al vehículo eléctrico están en línea con la propuesta de su ministerio de acabar con los vehículos de combustión interna emisores para 2040, de ahí el planteamiento de rebajar las ayudas para los coches de gas que emiten. No ven lógico que pueda plantearse una Ley de Cambio Climático con prohibiciones específicas para vehículos emisores y al mismo tiempo se subvencionen estos automóviles.

Mientras tanto, los representantes del sector del gas ya se están moviendo y lanzando sus propuestas al Plan Movea de Industria. Sedigas ha mostrado su especial preocupación por las propuestas que excluyen al gas, algo similar a lo que mantiene Gasnam, que celebra el planteamiento neutral que hace el área de Reyes Maroto. Otro que se ha sumado a esta cuestión ha sido Confebus. La patronal de los autobuses de línea también pide apoyo a la reconversión de sus flotas por autocares de gas.

TE PUEDE INTERESAR

La caza, los toros, el diésel, el carbón... Los barones del PSOE claman contra Ribera

Rafael Méndez

Este distanciamiento cada vez es más palpable dentro del Ejecutivo. No obstante, y pese a las voces no solo de Industria sino también de muchos barones de frenar el discurso contra la industria del automóvil, clave en la economía de varias regiones de España, Ribera sigue contando con un fuerte respaldo de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno quiso estar en la cumbre por el cambio climático celebrada en Polonia el pasado mes de noviembre y este mismo viernes ha cerrado la convención de expertos en esta materia que se está celebrando estos días en Madrid.

La industria ha elevado el pulso esta semana. Anfac ha denunciado la Ley de Cambio Climático de Baleares. Era la primera con prohibiciones específicas a los coches emisores. Estaba inspirada, entre otros, por Joan Groizard, dirigente socialista hasta que Teresa Ribera le nombró director de Renovables del IDAE, organismo que diseña las ayudas al vehículo alternativo. Fuentes próximas a los constructores de automóvil señalan que los principios jurídicos con los que se ha elevado la denuncia contra Baleres, apoyada por CEOE y Cepyme, son los mismos que los de una potencial Ley de Cambio Climático nacional, que en su borrador incluye el fin de la venta de diésel y gasolina para 2040.

La política alrededor de la movilidad genera disputas que se tensan en el seno del Ejecutivo a pocos meses de que arranque un ciclo electoral con autonómicas, municipales, europeas... y quién sabe si generales.