Guía definitiva del Bitcoin

¿Qué es el bitcoin?

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En 2008, el mundo veía cómo empezaba a extenderse una de las crisis económicas más importantes de las últimas décadas. Ese mismo año, Satoshi Nakamoto -pseudónimo bajo el que no se sabe quién o quiénes se esconden- decide crear la moneda digital Bitcoin, solo disponible en internet. Su intercambio se realiza entre dos usuarios anónimos (peer to peer) desde cualquier lugar del mundo de manera criptográfica.

Uno de sus fundamentos es su límite: 21 millones de unidades. El mismo año (2008) de su creación se minó el primer bloque, el llamado bloque génesis. Un año después (2009) fue publicado el código fuente del sistema.

Guía definitiva del Bitcoin

¿Qué es el Bitcoin?

En 2008, el mundo veía cómo empezaba a extenderse una de las crisis económicas más importantes de las últimas décadas. Ese mismo año, Satoshi Nakamoto -pseudónimo bajo el que no se sabe quién o quiénes se esconden- decide crear la moneda digital Bitcoin, solo disponible en internet. Su intercambio se realiza entre dos usuarios anónimos (peer to peer) desde cualquier lugar del mundo de manera criptográfica.

¿Qué es el Bitcoin?

Uno de sus fundamentos es su límite: 21 millones de unidades.

El mismo año (2008) de su creación se minó el primer bloque, el llamado bloque génesis. Un año después (2009) fue publicado el código fuente del sistema.

¿Cómo conseguir bitcoins?

Hay dos formas de conseguir bitcoins: minarlos o comprarlos. Si vas a comprarlos, lo más recomendable es hacerlo en una casa de cambio de monedas virtuales en internet, tales como Coinbase, Bitstamp, Kraken, Bitso o Local Bitcoins, entre otros.

¿Cómo se intercambia?

La otra opción es minarlos, pero no te la recomendamos. Para hacer un minado de bitcoins se necesita una gran capacidad computacional que la mayoría de ordenadores actuales no tienen. En caso de que tu ordenador sí tenga dicha capacidad, tampoco es una buena idea: consumirás tantos recursos que ni siquiera te saldrá rentable.

El minado de bitcoins tiene otro problema: el ecológico. Y es que la cantidad de energía necesaria para ello cubriría el consumo energético de un hogar español toda una semana, lo que supone un verdadero problema en la lucha contra el cambio climático. Además, según datos de la BBC, más del 70% de las grandes granjas de minería de bitcoins están en China, país que depende energéticamente de la industria del carbón, una de las más contaminantes del mundo por sus elevados niveles de emisión de CO2.

Por otro lado, según el analista Alex de Vries, una granja de minado en Mongolia –cuya electricidad también proviene del carbón– es responsable de la emisión de entre 8.000 y 13.000 kilogramos de CO2 por cada bitcoin obtenido. Un coche en Europa emite 0,1181 kilogramos de CO2 por kilómetro, así que esa granja de bitcoins es responsable de la contaminación equivalente a 203.000 kilómetros recorridos en coche.

¿Cómo se intercambia?

Hay otro problema asociado: como el minado de bitcoins consume mucha energía, hay webs y programas que ‘secuestran’ los equipos de sus usuarios para llevar a cabo esta tarea. Si tu ordenador va lento, quizá esté minando bitcoins (y gastando energía) sin que te des ni cuenta.

Puedes guardarlos en tu ordenador con algún programa para ello, pero si lo formateas o pierdes la información no habrá manera de recuperarlo. Algunos portales donde compras también pueden almacenarlos, así podrás acceder a ellos de manera fácil. Te arriesgas a que las webs sean hakeadas pero es más seguro que guardarlo tu mismo.

¿Cuánto vale?

Da igual cuándo hagas esta pregunta porque el precio no será siempre el mismo. Básicamente se rige por la oferta y demanda, de la cantidad de compradores y vendedores que se den cita en el mercado. Aunque tiene un factor más, su limitada oferta de 21 millones de monedas. Actualmente hay en circulación 16 millones.Y cuando hay oferta limitada... la demanda se dispara.

¿Por qué es tan volátil?

Todo el ruido que rodea a la criptomonedas, los eventos internos, las regulaciones, los costes o las futuras intenciones de los gobiernos tienen un impacto directo en el precio del bitcoin. Veamos algunos ejemplos:

¿Qué opinan los gobiernos?

¿Qué está haciendo España?

En nuestro país también hay movimientos. La CNMV y el Banco de España ya han advertido de sus peligros difundiendo entre los inversores un documento del regulador estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés) en el que advierte de la falta de protección de los inversores que inviertan en criptomonedas. Habla de “mayores riesgos de fraude y manipulación”.

Hacienda ha anunciado que empezará a estudiarlo para intentar evitar posibles fraudes, blanqueos de dinero o financiación de crimen organizado. En la resolución publicada en el BOE en enero, explica que “la utilización por el crimen organizado de la internet profunda, o ‘deep web’, para el tráfico y comercio de todo tipo de bienes ilícitos, así como el empleo de criptomonedas tipo bitcoin o similar como medios de pago, es uno de los desafíos más exigentes en la actualidad". Uno de sus retos es poner a trabajar todas las herramientas en su mano para “afrontar esta amenaza”. Para ello, este 2018 se van a potenciar el uso de las nuevas tecnologías de recopilación y análisis de información en todo tipo de redes por parte de las unidades de investigación de la Agencia Tributaria.

¿Qué otras criptomonedas hay?

¿Qué es el Blockchain?

Bitcoin se basa en una tecnología que va mucho más allá de las criptomonedas: el Blockchain. Se trata de una tecnología global y descentralizada que permite llevar a cabo acuerdos, gestiones y transacciones de manera (prácticamente) anónima y sin intermediarios. El Blockchain promete descentralizar la confianza eliminando a los intermediarios en procesos y servicios.

Pongamos un ejemplo. Imagínate que vas al mercado a comprar un producto. La persona que te lo venda podrá decirte de dónde procede, o quizá incluso haya un etiquetado que así lo indique, pero nunca tendrás el control absoluto. Con Blockchain, sin embargo, cada producto registraría su trazabilidad en la cadena de bloques, con lo que podrías saber al instante el recorrido exacto que ha hecho ese producto.

Blockchain también puede ser útil en el aspecto legal gracias al ‘smart contract’, un contrato inteligente cuyas condiciones de cumplimiento han de ser establecidas de manera previa, objetiva e inapelable. ¿Por qué decimos esto? Porque a la hora de ejecutar el contrato no habrá interpretación posible. Si se producen las condiciones objetivas establecidas en el contrato, ningún ser humano tendrá que dar luz verde ni verificar ninguna condición: el contrato se ejecutará de manera automática, en tiempo real y sin ningún tipo de intermediarios.

Pongamos otro ejemplo concreto. Imagínate que una aerolínea se compromete a indemnizarte si tu vuelo llega tarde al destino. En condiciones normales, si se produce tal retraso tendrás que acudir a una oficina de atención al cliente, gestionar la reclamación, entrar en contacto con la aerolínea, gestionar la posible discusión, hacer papeleos, unirte a otros usuarios en una demanda colectiva si la aerolínea plantea problemas, etc. Con el ‘smart contract’, sin embargo, si el vuelo en cuestión no ha tocado tierra en el minuto pactado, el contrato será ejecutado de manera automática y en tiempo real, con lo que cobrarás tu indemnización al momento.