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Más tiendas pero pocos vapeadores: por qué Altadis o JTI no se atreven con el e-cigarrillo
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apenas 472.500 usuarios frente a los 2,8 millones de reino unido

Más tiendas pero pocos vapeadores: por qué Altadis o JTI no se atreven con el e-cigarrillo

Los cigarrillos electrónicos no terminan de despegar en España, un mercado minoritario si se compara con Alemania o Francia. Los grandes fabricantes prefieren probar con el tabaco calentado

Foto: El cigarrillo electrónico compite con el tabaco calentado. (EFE)
El cigarrillo electrónico compite con el tabaco calentado. (EFE)

El 'boom' de los cigarrillos electrónicos se desinfló tan rápido como emergió en 2013, pasando de 3.000 a 150 tiendas en apenas dos años. La falta de regulación, la desinformación, la prohibición del vapeo en todos los espacios públicos y la entrada de dispositivos chinos que generaron desconfianza motivaron el desplome, o así lo ven desde la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV) cinco años después. El panorama ha mejorado pero no es satisfactorio para sus intereses, sobre todo si comparamos los datos de España con los de otros países.

El número de vapeadores no pasa de las 472.500 personas en 2018. Esta cifra es insignificante frente a los 2,8 millones de usuarios contabilizados en Reino Unido, 2,5 millones en Alemania o 1,6 millones en Francia, países con más población y muchas más tiendas de e-cigarrillos. Así lo reflejan los datos aportados por UPEV a este periódico.

Foto: Un antiguo local de cigarrillos electrónicos disponibl (A. P.)

Este sector no ha conseguido remontar el vuelo pese a los esfuerzos de los comercializadores, que siguen abriendo tiendas aunque la facturación no esté marchando demasiado bien en lo que va de año. Hoy hay 420 establecimientos en España, un 5% más que en 2017 pero un 86% menos que en 2013.

En términos de ventas, el sector ha facturado 37 millones de euros en los primeros seis meses de 2018. La cifra aún está lejos de los 70,5 millones facturados en 2017. Si ponemos el foco en nuestros vecinos europeos, Reino Unido alcanzó unos ingresos de 459 millones de euros frente a los 500 millones de Francia o los 400 millones de Alemania.

En definitiva, la escasa penetración del cigarrillo electrónico en España ha hecho que los cuatro grandes fabricantes (Philip Morris, BAT, Imperial y JTI) descarten entrar en este negocio. Al menos, en nuestro país. Sí cuentan con una línea de negocio dedicada al e-cigarrillo a nivel mundial.

placeholder Philip Morris apuesta por el tabaco calentado en España con IQOS. (Reuters)
Philip Morris apuesta por el tabaco calentado en España con IQOS. (Reuters)

Efecto arrastre del tabaco calentado

La gran apuesta de Philip Morris en España se llama IQOS, un dispositivo de tabaco calentado ya presente en 38 países. El fabricante de marcas como Marlboro o Chesterfield anunció su intención de dejar de fabricar cigarros convencionales a largo plazo, una apuesta arriesgada si tenemos en cuenta que la cuota de estos productos de nueva generación apenas supera el 2% a nivel mundial.

Los competidores se preparan para seguir sus pasos con fórmulas que van desde el cigarrillo electrónico de Imperial (matriz de Altadis y fabricante de Fortuna, Ducados o Nobel) en Francia, Italia, Alemania o Estados Unidos -que no España- hasta el vapeador Vype de British American Tobacco (conocido por su marca Lucky Strike). BAT ultima la entrada de Glo en España, un dispositivo similar a IQOS ya presente en 16 países.

Foto: IQOS (Philip Morris) cumple un año en España. (Reuters)

Japan Tobacco International (JTI) tampoco ha estrenado los productos de nueva generación en España, aunque ya tienen una amplia cuota de mercado en Japón. Los empresarios del vapeo confían en que el "efecto arrastre" del tabaco calentado beneficie al sector del cigarrillo electrónico y se presentan como alternativa menos nociva para los que han fracasado al intentar dejar de fumar.

La industria del e-cigarrillo genera 3.200 empleos en nuestro país, donde Cataluña, Galicia y Madrid se erigen como las comunidades con más vapeadores. "Seguimos pagando las consecuencias del desorden regulatorio" y el vacío legal, indican fuentes de UPEV.

Según su última encuesta, casi el 70% de los usuarios ha sustituido totalmente el tabaco por estos dispositivos. La ausencia de humo y malos olores es la principal ventaja para el 45% de los encuestados españoles. El 22% valora la mejoría de la salud, con síntomas como una menor sensación de ahogo al practicar deporte o la desaparición de la tos. Dejar de fumar es la motivación número uno de los vapeadores.

El 'boom' de los cigarrillos electrónicos se desinfló tan rápido como emergió en 2013, pasando de 3.000 a 150 tiendas en apenas dos años. La falta de regulación, la desinformación, la prohibición del vapeo en todos los espacios públicos y la entrada de dispositivos chinos que generaron desconfianza motivaron el desplome, o así lo ven desde la Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV) cinco años después. El panorama ha mejorado pero no es satisfactorio para sus intereses, sobre todo si comparamos los datos de España con los de otros países.

Tabaco Altadis Marlboro
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