Podemos aprieta al PSOE: amenaza con bloquear los Presupuestos hasta 2019
La formación exige al Gobierno derogar la Ley de Estabilidad Presupuestaria antes de comenzar las negociaciones para los PGE. Si es necesario, esperará hasta 2019 a dar el 'sí' a Montero
El fracaso del Gobierno en la votación para aprobar la nueva senda de déficit y el techo de gasto en el Congreso a finales de julio evidenció la debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez. Los Presupuestos Generales del Estado son el gran reto del nuevo Ejecutivo, ya que si no consigue aprobarlos, la legislatura tendrá poco futuro. El PSOE se encomienda a Unidos Podemos para alcanzar un gran acuerdo, pero la formación liderada por Pablo Iglesias está decidida a aumentar la presión contra el Gobierno.
Unidos Podemos ha decidido mantener congelada la negociación presupuestaria y quiere marcar los tiempos del diálogo con el Gobierno. Para la formación confederal, lo prioritario tiene que ser derogar la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera (LOEPSF) aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en el año 2012. Esto significa que el ciclo presupuestario quedará paralizado a la espera de este objetivo superior. La formación ha advertido al Gobierno que si es necesario, está dispuesta a retrasar su apoyo a Presupuestos hasta 2019, lo que significaría que no entrarían en vigor hasta mediados del próximo año. Y que la negociación presupuestaria coincidiría con las elecciones autonómicas y municipales.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya abrió la puerta a retrasar a noviembre la aprobación de los PGE, siempre con la intención de que estén listos para entrar en vigor el primero de enero del próximo año. Pero la amenaza de Unidos Podemos va mucho más lejos: “Si la derogación de la Ley de Estabilidad implica la dilatación de los tiempos, habrá que asumirlo”, explica Txema Guijarro, secretario general del Grupo de Unidos Podemos en el Congreso. La formación alega que en los últimos años los Presupuestos se aprobaron a mitad de año, por lo que no pasaría nada por repetirlo.
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Sin embargo, en absoluto es indiferente retrasar la aprobación de los Presupuestos. Cuanto más tarden en entrar en vigor, más dificulta la planificación de las políticas de gasto de las diferentes Administraciones Públicas, impide realizar inversiones públicas y paraliza las reformas fiscales. No obstante, Unidos Podemos defiende que lo más importante es “que los Presupuestos salgan bien, no que salgan pronto”.
Si la derogación de la Ley de Estabilidad implica la dilatación de los tiempos, habrá que asumirlo
Esta postura de la formación liderada por Iglesias imprime una gran presión sobre los socialistas que evidenciarían una gran debilidad si son incapaces de aprobar las cuentas públicas a tiempo. Unidos Podemos también está dispuesto a bloquear la aprobación de la nueva senda de estabilidad que presente el Gobierno y que marca el inicio del ciclo presupuestario.
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Esto significa que el PSOE tampoco podría repartir entre las diferentes Administraciones Públicas la nueva senda de déficit concedida por la Comisión Europea. Un fracaso que afectaría especialmente a las comunidades autónomas y la Seguridad Social y mostraría que la debilidad del Ejecutivo es un gran lastre para el país. Este fracaso dejaría al Gobierno de Sánchez muy tocado para mantenerse en Moncloa sin apoyos.
La herencia del 135
Esta nueva exigencia de Unidos Podemos de derogar la Ley de Estabilidad ni siquiera entraba en los planes del Gobierno. Esto supone un duro revés para Pedro Sánchez. Unidos Podemos no dará su brazo a torcer sin arrancar concesiones a los socialistas en una labor de oposición en la que el grupo se siente cómodo.
El ataque de Unidos Podemos va todavía más lejos, ya que denuncia que la Ley de Estabilidad de Rajoy y Montoro “nació de la reforma del artículo 135 de la Constitución”, señala Guijarro. Este fue el polémico cambio de la Carta Magna que aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2011 con el apoyo del PP. Reforma que votó y defendió públicamente Pedro Sánchez.
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La Ley de Estabilidad Presupuestaria nació de una directiva que ‘aderezó’ a su gusto el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Esto significa que derogar la Ley de Estabilidad obligaría a cambiarla por una nueva que asumiera, al menos, el mandato europeo de estabilidad contenido en la Directiva 2011/85/UE. Una exigencia que complica todavía más que el Gobierno pueda aceptar las exigencias de su socio.
Con esta demanda, lo que pretende Unidos Podemos es apretar todavía más al PSOE y tener un argumento para rechazar la nueva senda de déficit y la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2019. La formación justifica que “es mejor acordar el perímetro de la negociación presupuestaria antes de abordar los PGE”, explica Guijarro.
Unidos Podemos prefiere "acordar el perímetro de la negociación presupuestaria antes de abordar el contenido de los PGE"
En lo que menos está pensando Unidos Podemos en estos momentos es en los números que tiene que votar. El grupo confederal todavía no sabe si le parece bien el reparto de los objetivos de estabilidad, que es lo que realmente tendrá que aprobar o rechazar en unas semanas. Su voto dependerá del resto de exigencias planteadas.
Como los números parecen importar poco, el Ejecutivo volverá a enviar al Congreso la misma senda de estabilidad que fue rechazada en julio. La Ley de Estabilidad obliga al gobierno de turno a enviar unos nuevos objetivos en un periodo de un mes si las Cortes los vetan.
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La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha convocado para esta semana un nuevo Consejo de Política Fiscal y Financiera para negociar con las comunidades autónomas esta senda de déficit. El Gobierno aprobará en solitario los objetivos que ya presentó en julio y los remitirá al Congreso a ver si esta vez tiene más suerte. Su discurso tampoco cambiará: pedirá el voto favorable a la nueva senda de déficit ya que otorga mayor margen presupuestario a las diferentes Administraciones.
El fracaso del Gobierno en la votación para aprobar la nueva senda de déficit y el techo de gasto en el Congreso a finales de julio evidenció la debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez. Los Presupuestos Generales del Estado son el gran reto del nuevo Ejecutivo, ya que si no consigue aprobarlos, la legislatura tendrá poco futuro. El PSOE se encomienda a Unidos Podemos para alcanzar un gran acuerdo, pero la formación liderada por Pablo Iglesias está decidida a aumentar la presión contra el Gobierno.