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Los viajeros de bus se hunden al mínimo en 10 años ante el récord histórico del tren
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sufre también por el avión y el 'carsharing'

Los viajeros de bus se hunden al mínimo en 10 años ante el récord histórico del tren

La cifra de pasajeros que optan por el bus para trayectos largos en España sufre un declive constante que ha llevado a su peor registro en una década. Mientras, el tren se eleva a un nivel sin precedentes

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Cada vez menos pasajeros optan por coger el autobús en España para sus largos desplazamientos (más de 300 kilómetros). En total, 7,1 millones de viajeros optaron por este medio de transporte durante la primera mitad de 2018, según reflejan los datos publicados este miércoles por el INE. Esta es la cifra más baja en una década. En el mismo periodo de 2009, había 8,8 millones de pasajeros: 1,7 millones más que ahora.

Los flujos de viajeros de 2009 se mantuvieron estables hasta 2013, año en que sufrieron un bajón que se ha ido intensificando año tras año hasta el mínimo actual.

La caída en el número de viajeros de autobús interurbano de largo radio contrasta con la fuerte subida que ha experimentado el ferrocarril. Durante el periodo analizado, la subida es casi ininterrumpida. Desde los 11 millones de pasajeros de tren de 2009 se ha escalado hasta los 16,8 millones en este primer semestre del año, el mejor dato de la historia para este medio de transporte. Esto significa llevar a 5,8 millones más de viajeros en España en trayectos de más de 300 kilómetros en 10 años.

Al igual que sucede con el autobús, el gran cambio de tendencia se produjo hace justo un lustro. En 2013, aún estaban en poco más de 12 millones, con lo que la escalada en los últimos cinco años se ha acelerado.

Avión y 'carsharing'

A los datos anteriores hay que añadir el transporte peninsular de avión. Aunque el INE solo desgrana esta cifra desde 2017, en este tiempo ha logrado superar a los viajeros de autobús. En el último mes de junio, tocó su cifra máxima de 1,4 millones de pasajeros aéreos, por los 1,3 millones de autobús y los más de tres millones de tren.

Aunque no aparecen en las cifras oficiales que registra el Instituto Nacional de Estadística, en este análisis hay que tener en cuenta la cada vez más consolidada utilización de los servicios de coche compartido. Los ciudadanos que ofrecen asientos en sus vehículos particulares a cambio de compartir los gastos a través de páginas especializadas no paran de crecer.

Este servicio es una competencia directa para el autobús que también explica la caída de viajeros. No en vano, la patronal de autobuses Confebus presentó una denuncia contra la empresa de 'carsharing' Blablacar, que finalmente fue desestimada.

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ALSA y Avanza, las más castigadas

En términos particulares, la caída a mínimos de viajeros supone un impacto directo sobre los ingresos de las principales empresas que operan las rutas de largo plazo en España. ALSA y Avanza son las compañías dominantes en el sector, aunque también hay otras afectadas, como Socibus, Dainco o Movelia.

En el otro lado de balanza se sitúa Renfe. La empresa pública de transporte ferroviario es la principal beneficiaria del aumento de viajeros por tren, que actualmente disfrutan de la mayor oferta de desplazamientos de alta velocidad a muchas de las principales ciudades de la Península.

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Precisamente, en la última década es cuando se han puesto en servicio una gran parte de kilómetros de AVE que han permitido a muchos viajeros optar por el ferrocarril para desplazarse como alternativa al autobús.

Situación delicada para el Gobierno

La situación es un arma de doble filo para el Gobierno. Los mayores ingresos que percibe vía la empresa pública Renfe, dado el mayor número de viajeros, pueden suponer un freno para las empresas de autobús de largo radio, que cada vez ingresan menos.

Estas compañías realizan sus operaciones tras adjudicarse rutas que saca a licitación pública el Ministerio de Fomento, lo que permite que se exploten en régimen de monopolio a cambio de cumplir con una serie de exigencias de servicios.

En la medida en que las empresas cada vez obtengan peores resultados, el sistema concesional del Gobierno estará cada vez más en el foco.

Cada vez menos pasajeros optan por coger el autobús en España para sus largos desplazamientos (más de 300 kilómetros). En total, 7,1 millones de viajeros optaron por este medio de transporte durante la primera mitad de 2018, según reflejan los datos publicados este miércoles por el INE. Esta es la cifra más baja en una década. En el mismo periodo de 2009, había 8,8 millones de pasajeros: 1,7 millones más que ahora.

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