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Galicia acoge su primer 'Mercado de San Miguel' con puerta de entrada en Santiago
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el mercado de boanerges se estrena este verano

Galicia acoge su primer 'Mercado de San Miguel' con puerta de entrada en Santiago

Madrid tiene más de una decena, Valencia ha reconvertido otros tantos, Barcelona saca pecho con La Boquería y Sevilla con la Lonja del Barranco. Llegan los mercados gastronómicos 'a la gallega'

Foto: Así será el Mercado de Boanerges en Santiago de Compostela.
Así será el Mercado de Boanerges en Santiago de Compostela.

No quieren morir de éxito, pero sí sentar precedente en su región. La familia Acevedo ha puesto 2,5 millones encima de la mesa para desarrollar un concepto con muchos seguidores en Madrid, Barcelona o Valencia pero pocos en Galicia. O mejor dicho, ninguno. Los gallegos aún no cuentan con un mercado de abastos reconvertido en templo gastronómico, al contrario que los madrileños con el Mercado de San Miguel (entre otros muchos) o los catalanes con La Boquería.

El Mercado de Boanerges nace para cubrir esa demanda y “fidelizar al público gallego sin estar condicionados por el turismo”, explica Adrián Acevedo a este periódico. Primera diferencia con el Mercado de San Miguel, situado en pleno corazón de Madrid y plagado de 'guiris' equipados con sus cámaras de fotos. "No queremos ser un parque temático”, remarca Adrián. Su padre (Pedro) y su tío (José Ramón), volcados en el negocio inmobiliario durante toda su vida, hacen su primera incursión en la hostelería aprovechando el tirón de este tipo de formatos, en pleno auge desde hace una década. En este caso, no reformarán un mercado de abastos ya existente, sino que usarán un edificio vacío de su propiedad con una superficie superior a los 1.000 metros cuadrados, dos plantas y dos terrazas.

Las estrellas de este proyecto son los proveedores locales y los productos frescos 100% gallegos. Cada uno de los 17 puestos del mercado estará especializado en uno de ellos: carne, pulpo, pescado, empanadas, ostras, mejillones, algas, conservas, queso, embutidos... Siempre procedentes de la región. “Sabor a Galicia”, resume Acevedo. Esa es su esencia y con ello pretende diferenciarse de todos los demás. Eso sí, a Boanerges se va a comer y no a comprar. También a beber vino con denominación de origen gallega o cerveza Estrella Galicia. La apertura está prevista a principios de agosto y contará también con cafetería, coctelería y taberna de autor. El tique medio oscilará entre cuatro y seis euros para las tapas y rozará los 30 euros para el restaurante.

La ubicación elegida es la zona nueva de Santiago de Compostela, al lado de El Corte Inglés y a 15 minutos a pie de la Plaza Roja. Se trata de un barrio residencial con algunas oficinas, a unos 25 minutos andando desde la catedral. Aunque la prioridad de los inversores es atraer al público local, también aspiran a convertirlo en un sitio de referencia para los peregrinos y visitantes.

placeholder Así será el exterior del Mercado de Boanerges.
Así será el exterior del Mercado de Boanerges.

De hecho, el ‘verdadero’ mercado de abastos de Santiago es el segundo lugar más visitado de la ciudad, por detrás de la catedral. Allí sí se va tanto a comprar como a recorrer sus pasillos y admirar su arquitectura. Algún puesto de moluscos, pescados, carnes, quesos o verduras también ofrece degustaciones, pero no se ha terminado de explotar todo su potencial desde el punto de vista gastronómico.

Otros mercados en Valencia o Sevilla

Los mercados para tapear se cuentan por decenas en Madrid (Mercado de San Ildefonso en Malasaña, San Fernando en Lavapiés, Vallehermoso en Chamberí, San Antón en Chueca...). En las Ramblas de Barcelona, destaca el Mercado de San José, más conocido como La Boquería. Valencia saca pecho con su emblemático Mercado Colón, erigido en 1916 y hoy rehabilitado para dar espacio a restaurantes, cafeterías, horchaterías, pubs y tiendas ‘gourmet’.

placeholder La fachada del Mercado Colón, en Valencia.
La fachada del Mercado Colón, en Valencia.

Los ‘gastropuestos’ del Mercado del Val, en Valladolid, también ofrecen vinos, cervezas y pinchos típicos de la región después de hacer la compra. Es más difícil encontrar este tipo de formatos en País Vasco, Cantabria o Asturias, si bien ya están empezando a proliferar en el sur de la Península. Véase Sevilla, con Lonja del Barranco, con más de 1.500 metros cuadrados en pleno centro de la ciudad. Muchos bares (tanto de cocina casera como ‘gourmet’) han florecido alrededor de otros mercados como el de Triana, Arenal, Las Setas o La Feria.

“El concepto de mercado tradicional ha sido superado por formatos modernos que contemplan la compra de alimentación desde una óptica ‘gourmet’, asociada a la excelencia del producto y a la posibilidad de degustación 'in situ'. Estos han sido llamados a revitalizar buena parte de la Península”, sostienen desde Boanerges. El proyecto generará unos 90 empleos directos y prevé una inversión media de unos 35.000 euros por parte de los operadores de cada puesto.

No quieren morir de éxito, pero sí sentar precedente en su región. La familia Acevedo ha puesto 2,5 millones encima de la mesa para desarrollar un concepto con muchos seguidores en Madrid, Barcelona o Valencia pero pocos en Galicia. O mejor dicho, ninguno. Los gallegos aún no cuentan con un mercado de abastos reconvertido en templo gastronómico, al contrario que los madrileños con el Mercado de San Miguel (entre otros muchos) o los catalanes con La Boquería.

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