El BdE afirma que las empresas subieron sus márgenes mientras recortaban en salarios
El Banco de España apunta que la ganancia de competitividad de España ha recaído sobre los salarios, mientras que las empresas han mantenido elevado sus márgenes de beneficio
El mayor ajuste que ha realizado España desde el año 2008 es el de la competitividad. El país realizó un gran esfuerzo para recuperar su hueco en la economía internacional después de años de excesos durante la burbuja inmobiliaria. Un ajuste que no recayó por igual en todos los actores de la economía, sino que unos se ‘apretaron el cinturón’ más que otros. El recorte se centró en las rentas salariales por tres vías: despidos, bajadas de salarios y sustitución de trabajadores veteranos por otros más jóvenes y con menor retribución. Por el contrario, las empresas elevaron sus márgenes con el estallido de la crisis y, desde ese momento, han consolidado el beneficio conseguido.
El Banco de España advierte que las empresas han podido consolidar sus mayores márgenes gracias a la xfalta de competencia en algunos sectores. Esto hace que hayan podido mantener o incrementar los precios de sus bienes y servicios y, al mismo tiempo, hayan reducido los costes de personal. De esta forma, sus beneficios se han incrementado a costa de los salarios. “Las ganancias de competitividad frente al área del euro han recaído más en el ajuste de los salarios que en el de los márgenes empresariales”, explica el Banco de España en su Informe anual de 2017.
La entidad dedica un recuadro especial al estudio de los ajustes de competitividad que ha vivido España en los últimos años y concluye que la evolución de los márgenes en España va en el sentido opuesto de lo que ha ocurrido en los países de la eurozona. Lo normal es que en fases de recuperación, las empresas reduzcan sus márgenes para ganar cuota de mercado. El objetivo es aprovechar los periodos de crecimiento del consumo para vender más, aunque sea a costa de menores ingresos unitarios.
Sin embargo, las empresas españolas no han competido en márgenes, simplemente se han repartido un 'pastel' mayor. Después de estudiar esta situación, el Banco de España ha concluido que los márgenes han crecido más “en los sectores que presentan un nivel de competencia menor”.
Una anomalía en Europa
Hasta el año 2007, los márgenes de las empresas españolas apenas superaban el 36% del Valor Añadido Bruto (VAB) generado en el proceso de producción. En otras palabras, convertían en beneficios en torno a un tercio de su valor añadido, muy lejos del 40% que alcanzaba el conjunto de la eurozona. Sin embargo, con el estallido de la crisis, las compañías elevaron sus márgenes para intentar sobrevivir a la falta de financiación. Históricamente, cuando las compañías tienen problemas para conseguir préstamos, elevan los márgenes para generar los recursos que permitan mantener su actividad.
Este proceso llevó a las compañías españolas a elevar sus márgenes hasta superar el 43% en 2013. En apenas tres años de crisis habían alcanzado y superado la media europea. Y desde entonces, han consolidado esa posición, situándose por encima de los grandes países de la eurozona y de la media de la región. En el año 2016 (último disponible), el beneficio sobre el valor añadido se situó en el 42,7%, por encima del 40,9% del conjunto de la eurozona.
El mantenimiento de los márgenes empresariales elevados durante la actual fase expansiva refleja una cierta falta de competencia
“El mantenimiento de los márgenes empresariales elevados durante la actual fase expansiva refleja una cierta falta de competencia en algunos sectores”, señala la entidad. El problema reside en que “aún no se ha corregido el retroceso en el grado de competencia que se produjo durante la crisis como resultado de la desaparición de un número significativo de empresas”, explica el BdE. En resumen, los procesos de consolidación de sectores, bien por la integración empresarial o por la desaparición de una parte de la competencia, ha deteriorado el buen funcionamiento del mercado en la formación de precios.
[Guerra total entre sindicatos y patronal por la subida salarial]
En muchas ocasiones, las empresas más beneficiadas fueron las grandes, ya que aumentaron su cuota de mercado durante la crisis. Así, control de los diferentes sectores de las cuatro empresas dominantes en cada uno de ellos aumentó un 10% durante los años de recesión y apenas se ha reducido un 0,1% durante los primeros años de la recuperación. Esto evidencia hasta qué punto el control del mercado por parte de las grandes compañías ha provocado una caída de los niveles de competencia que ha permitido mantener las ganancias de márgenes.
El resultado de esta falta de competencia no solo ha perjudicado a los consumidores en el pasado (han tenido que pagar precios mayores), sino que lastran el crecimiento potencial de la economía española. El mantenimiento de márgenes de beneficio elevados tiene “implicaciones adversas para la continuación del proceso de ganancia de competitividad, necesaria para la corrección del desequilibrio exterior”, alerta el Banco de España. A medida que se reduce la holgura en el mercado de trabajo, las empresas tendrán que empezar a elevar los salarios para conseguir talento. Si las empresas mantienen unos márgenes elevados y, al mismo tiempo, se elevan los costes unitarios, la economía podría perder la competitividad ganada tras años de ajuste.
El mayor ajuste que ha realizado España desde el año 2008 es el de la competitividad. El país realizó un gran esfuerzo para recuperar su hueco en la economía internacional después de años de excesos durante la burbuja inmobiliaria. Un ajuste que no recayó por igual en todos los actores de la economía, sino que unos se ‘apretaron el cinturón’ más que otros. El recorte se centró en las rentas salariales por tres vías: despidos, bajadas de salarios y sustitución de trabajadores veteranos por otros más jóvenes y con menor retribución. Por el contrario, las empresas elevaron sus márgenes con el estallido de la crisis y, desde ese momento, han consolidado el beneficio conseguido.