"España necesita elevar la fiscalidad a los hidrocarburos para cumplir con Bruselas"

El Gobierno descarta subir los impuestos a los hidrocarburos por ahora, aunque desde el Ministerio de Energía se ve lógico avanzar "gradualmente" en esa dirección. En este contexto, el presidente del comité de expertos nombrado por el Gobierno para la elaboración de un informe que sitúe los distintos escenarios energéticos en el horizonte 2030, Jorge Sanz, alerta de algunos problemas de obviar sus propuestas fiscales. Por el momento, el Ejecutivo ha adoptado una tibia postura sobre la recomendación de implementar una reordenación fiscal que grave más a los suministros energéticos más contaminantes y libere a los que menos.

El principal problema de dejar la fiscalidad como está es que "no se están mandando las señales adecuadas al mercado y eso se debe cambiar cuanto antes si España quiere cumplir con el objetivo de renovables comprometido con la Comisión Europea para 2030", afirma el ex alto cargo de Industria, que actualmente trabaja en la consultora Nera. "España necesita elevar la fiscalidad a los hidrocarburos para cumplir con Bruselas", considera este experto, después de entregar un documento de 500 páginas que propone abaratar la electricidad un 6,8% sacando diferentes partidas de la factura, que se financiarían elevando la fiscalidad del gasóleo un 28,6%, un 5,8% de subida para el gas natural y un 1,8% en el caso de la gasolina, en base a las emisiones que produce cada uno.

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El objetivo de este nuevo panorama impositivo de la energía tiene su porqué: "Para alcanzar al menos el 27% del consumo final de origen renovable, lo más adecuado es aumentar el peso de la energía eléctrica en el consumo final, ya que las renovables más baratas son las eléctricas [eólica y fotovoltaica]. Abaratando la electricidad y encareciendo los hidrocarburos, se consigue que los usuarios se planteen decisiones de compra de productos que se abastezcan de electricidad en lugar de otros combustibles fósiles. Por ejemplo, la bomba de calor para el uso de calefacción de los hogares en lugar de la caldera de gas o el coche eléctrico en vez de uno de combustión interna. Pero para lograr los objetivos se debe iniciar ese camino cuanto antes".

"En la medida en que se haga más uso de energía eléctrica y menos de otras fuentes será más fácil alcanzar el objetivo de renovables", asegura, y matiza que respecto a otros compromisos europeos relacionados con el Acuerdo de París, como la mejora de la eficiencia y la reducción de emisiones, estamos mejor.

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Todo ello teniendo en cuenta que el objetivo de renovables para España sea del 27%, porque ahora mismo se está teniendo ese debate en Bruselas y el Europarlamento aprobó que se elevara hasta el 35%. El comisario de Energía y Medioambiente, Miguel Arias Cañete, sostiene que en las negociaciones de la directiva comunitaria, en las que él está presente como miembro de la Comisión, podría situarse entre el 30% y el 34%. En ese caso, el propio Jorge Sanz asegura que habrá problemas y el informe de los expertos refleja que a partir del 30% habría dificultades para cumplir.

Sin embargo, el Gobierno no quiere ni oír hablar por ahora de subir impuestos a los hidrocarburos, pese a la positiva acogida de Energía. La recomendación de los expertos de energía de cambiar la fiscalidad se produce en un contexto político en el que Ciudadanos está disparado en las encuestas y va ganando terreno al PP. No obstante, Bruselas ha afeado a España en repetidas ocasiones la baja recaudación por motivos ambientales, un 0,5% del PIB por debajo de la media. En especial por los bajos impuestos con los que carga el gasóleo.

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Fuentes del Ministerio de Energía creen que la imposición sobre el CO2 debería hacerse con consenso a nivel europeo, porque si no existe riesgo de deslocalización industrial. Obvian desde el Gobierno que el informe del comité de expertos propone excluir de las subidas a los colectivos sensibles, como la industria exportadora, los transportistas profesionales o los agricultores.

"Lo que no puede ser es que la factura de la luz se convierta en los Presupuestos Generales del Estado 2", concluye Jorge Sanz, quien cree que debe primar la descarbonización y la transición energética sobre otros intereses. Las primas a las renovables, la deuda, las extrapeninsulares o el bono social, que los expertos proponen sacar de la factura, son costes que se pagan dentro del recibo de electricidad sin que sean partidas directamente relacionadas con el coste de la luz. Sin embargo, fuera de los PGE escapan al ojo fiscalizador del déficit público que controlan los hombres de negro desde Bruselas.