Día 2 de Escolano en Bruselas: perfil bajo y balones fuera

Román Escolano no ha pasado aún un día entero en su nuevo despacho del Ministerio de Economía. Y, sin embargo, no ha dudado en el volar a Bruselas para reunirse este lunes y martes con sus homólogos europeos. Pero no porque viniera con un mensaje urgente o porque quisiera marcar un antes y un después respecto a los seis años que Luis de Guindos fue el interlocutor de España ante la eurozona.

Escolano no es un completo desconocido para sus colegas, pero tampoco es una figura de peso. Sus cuatro años en otra de las capitales europeas, Luxemburgo, como vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones le han permitido trabar una buena relación con el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno. Pero como el luso, Escolano es un hombre que destaca por sus conocimientos, más que por su garra política. Un perfil que no le ayudará si pretende convertir a España en “protagonista”, no mera secundaria, en las discusiones clave que decidirán el futuro de la eurozona y, con por extensión, de la economía española.

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En su segunda comparecencia ante los medios de comunicación en Bruselas, Escolano ha mostrado que es un técnico. Maneja con soltura conceptos complejos como la mutualización de riesgos, la facilidad de estabilización fiscal o el sistema europeo de garantías de depósitos (EDIS). Pero a la hora de marcar líneas, de defender mensajes políticos, el nuevo ministro lanza balones fuera o se queda en frases de poco calado. Puede ser inexperiencia, puede ser el poco tiempo que lleva al cargo de la cartera o puede ser la consecuencia del empeño de Mariano Rajoy por componer un gobierno de técnicos con escaso peso político.

¿Las pensiones? El ministro no se moja -“no quisiera ir mucho más allá”- e insta a seguir con atención la comparecencia de Rajoy mañana en el Congreso. ¿Se puede interpretar la invitación de Escolano a su homólogo francés, Bruno Le Maire, a visitar Madrid como un viraje de España hacia posiciones más ambiciosas en la integración europea? “Yo no extraería las consecuencias que usted parece indicar porque tengamos un intercambio de puntos de vista con Le Maire”. ¿Se considera el ministro preparado para ejercer el cargo? “No quisiera centrarme en asuntos personales, y mucho menos hacer una valoración de mi propio perfil, esto le corresponde a otros”.

Román Escolano es a Luis de Guindos -un economista de marcado olfato político, por más que él presumiese de no tener ningún carnet- lo que el diplomático Alfonso Dastis es a José Manuel García-Margallo: una apuesta de Rajoy por hombres competentes, pero de perfil bajo. Queda ahora en manos del ministro español asumir éste como su destino en lo que queda de legislatura o atreverse a tomar posición. Y es que el Eurogrupo, como cualquier otra arena política, son los zorros son los que cazan a la gallinas.

Escolano, educado, se escuda en la baza de la buena marcha de la economía europea : “Todos tenemos que ser conscientes de la importancia que tiene que tener España en estos debates, y que su importancia deriva de su ambición y de la credibilidad que nos dan los datos y el buen desempeño de su economía. Cuando hablamos en estos foros, cada uno lleva -aparte de su personalidad y su bagaje- todo un conjunto de datos y una trayectoria detrás, y en función de esto los socios escuchan más o escuchan menos. Y todos nuestros colegas han valorado el enorme avance de la economía española”.