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Los salarios ganan poder adquisitivo con inflación por primera vez en una década
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Suben casi un punto más que el IPC

Los salarios ganan poder adquisitivo con inflación por primera vez en una década

La variación salarial pactada por convenio sigue mejorando hasta alcanzar el 1,5%, lo que coincide con una moderación de la inflación hasta el 0,6% en enero

Foto: Mesa de negociación entre el Gobierno, los sindicatos y las patronales. (EFE)
Mesa de negociación entre el Gobierno, los sindicatos y las patronales. (EFE)

La recuperación de los salarios es una de las tareas pendientes de la crisis. La variación salarial pactada por convenio se hundió tras la reforma laboral del año 2012 y desde 2014 ha vivido una recuperación muy lenta. Solo la caída de precios en algún momento de la crisis ha conseguido frenar las pérdidas de poder adquisitivo de los trabajadores. No ha sido hasta ahora, una década después del estallido de la crisis económica, cuando la revisión de los salarios empieza a superar al IPC, lo que significa que los asalariados empiezan a ganar poder adquisitivo.

El IPC moderó su subida en enero hasta el 0,6% interanual, la subida más baja en 14 meses. Una ralentización de los precios que se produce por la moderación de la energía, en comparación con el repunte que vivió hace justo un año. Este descenso de la inflación, unido al continuo incremento de la subida salarial pactada por convenio, que en enero se situó en el 1,5%, permitirá que este año la retribución suba más rápido que los precios. Será la primera vez que los salarios vayan más rápido que la inflación desde el año 2007, hace más de una década. De hecho, en este inicio de año los convenios consiguen elevar la capacidad de compra de los trabajadores en un 0,9%.

Foto: Foto: iStock.

Esta ganancia de poder adquisitivo en el inicio del año se prolongará durante el resto del ejercicio para los nuevos convenios. Una situación que contrasta con la pérdida de poder de compra que sufrieron los trabajadores en 2017, año en que el IPC subió un 2% de media anual, mientras que los salarios se incrementaron un 1,43%. A lo largo de la crisis hubo años de ganancias de poder adquisitivo, pero se produjeron siempre porque hubo caída de precios. Este año, por primera vez desde 2007, se conseguirán ganancias en la capacidad de compra con inflación.

La ralentización de la inflación ha sido más intensa de lo que esperaban los analistas hace solo unos meses. Estaba claro que el IPC se relajaría en el inicio de 2018, ya que hace justo un año vivió un repunte como consecuencia de la subida de los precios de la energía. De este modo, simplemente por efecto base (esto es, los precios ya estaban altos hace un año), era evidente que el IPC moderaría su avance en el inicio del año.

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Sin embargo, esta caída hasta el 0,6% que publicó el jueves el INE es mayor de lo esperado, lo que ha llevado a los analistas a revisar a la baja su estimación de subida de precios. El panel de Funcas ha rebajado una décima su estimación de IPC para este año, hasta el 1,5% (de media en el conjunto del año). Una previsión que coincide con la encuesta a una cuarentena de casas de análisis publicada por Bloomberg el lunes.

Los analistas estiman que el IPC subirá un 1,5% de media en 2018, un incremento que será inferior al de los salarios

La subida salarial pactada en enero ya alcanza el 1,5%, el mayor incremento de los salarios desde el año 2011 (antes de la reforma laboral). Un incremento que permitirá terminar con la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. Es de esperar que la revisión de las retribuciones suba todavía más a lo largo del año en una tendencia alcista que se prolonga ya tres años. Por ejemplo, en 2017 la subida salarial firmada en convenio en enero era del 1,19% y en el conjunto del año terminó incrementándose un 1,43%, una mejora de 0,25 puntos porcentuales.

Nada invita a pensar que la mejora de los convenios vaya a frenar este año. Al contrario, la presión de los sindicatos y del Gobierno para que la recuperación llegue a los trabajadores augura una mejora paulatina de los salarios a lo largo del ejercicio. Esto significa que la variación salarial pactada será superior a la inflación a lo largo del año.

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Es posible que en los meses de verano se produzca un repunte de la inflación hacia la zona del 2%, ya que fue en esos meses de 2017 cuando el IPC frenó su avance hasta el 1,5%. Sin embargo, será una subida puntual. Según las estimaciones de los expertos, al cierre de 2018 los precios moderarán su avance, hasta el punto de que cerrarán el año en el entorno del 1,5%.

¿Más del 2%?

La reforma laboral de 2012 provocó un cambio de papeles que modificó la negociación colectiva de forma decisiva. El Gobierno determinó que los convenios de ámbito inferior tendrían prevalencia sobre los pactos a nivel nacional. Una decisión que, en líneas generales, ha provocado que los salarios suban mucho más lentos, ya que los trabajadores tienen más fuerza cuando están todos unidos.

Foto: Ilustración: Raúl Arias

La consecuencia es que la recuperación de los salarios ha sido más lenta que el PIB y, por tanto, las rentas salariales han perdido peso en la economía. Este año, por primera vez en la crisis, los salarios pactados conseguirán ganancias de poder adquisitivo con inflación. La evolución de los convenios estará muy marcada por la negociación colectiva que están llevando a cabo los sindicatos y las patronales a nivel estatal.

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Este año está pendiente de revisión el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que debería incluir la evolución de los salarios. Los sindicatos exigen que el acuerdo marque una senda de recuperación del poder adquisitivo, lo que obligaría a pactar una mejora de la retribución superior al 2% para que sea apreciable.

La CEOE valora proponer a los sindicatos una subida salarial del 2% más un 1% vinculado a las ganancias de productividad

Sin embargo, la delicada situación de la CEOE complica las negociaciones. El presidente de la patronal, Juan Rosell, termina su mandato en noviembre y no puede optar a otra reelección, por lo que los líderes de la organización empresarial ya están pensando en las elecciones. En 2017 tampoco hubo acuerdo y las conversaciones estuvieron muy marcadas por la sucesión de Ignacio Fernández Toxo como secretario general de CCOO. Las peleas de poder amenazan con volver a marcar la negociación colectiva este año.

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La patronal ha puesto como fecha límite para alcanzar un acuerdo finales de marzo. Aunque todavía no ha cerrado su propuesta, valora ofrecer a los sindicatos una subida salarial del entorno del 2% más un 1% vinculado a la evolución de la productividad. Una subida salarial que permitiría una importante ganancia de poder adquisitivo a los nuevos convenios. Sería una noticia positiva para los trabajadores, pero la negociación con los sindicatos se antoja complicada. UGT se ha desmarcado de la negociación, exigiendo un salario mínimo por convenio de 1.000 euros al mes, demanda que la CEOE ni siquiera se plantea y que deja un escenario complicado para las futuras reuniones.

La recuperación de los salarios es una de las tareas pendientes de la crisis. La variación salarial pactada por convenio se hundió tras la reforma laboral del año 2012 y desde 2014 ha vivido una recuperación muy lenta. Solo la caída de precios en algún momento de la crisis ha conseguido frenar las pérdidas de poder adquisitivo de los trabajadores. No ha sido hasta ahora, una década después del estallido de la crisis económica, cuando la revisión de los salarios empieza a superar al IPC, lo que significa que los asalariados empiezan a ganar poder adquisitivo.

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