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Primer examen de Guindos contra Lane para la vicepresidencia del BCE
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El ministro español parte como claro favorito

Primer examen de Guindos contra Lane para la vicepresidencia del BCE

Ambos comparecen este miércoles, a puerta cerrada, ante los eurodiputados de la comisión de Asuntos Económicos y Financieros (ECON) de la Eurocámara

Foto: El ministro de Economía y candidato a la vicepresidencia del BCE, Luis de Guindos. (Reuters)
El ministro de Economía y candidato a la vicepresidencia del BCE, Luis de Guindos. (Reuters)

Un paseíllo. Ese es el camino que, en principio, separa a Luis de Guindos de la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE). Lo más difícil —los apoyos, las alianzas— ha sido ya trabajado. Y ahora es tiempo de un par de formalismos, antes de que el próximo martes sus colegas europeos le nominen y, ya en marzo, los líderes le confirmen.

Pero antes de eso, el (aún) ministro español se ha sometido hoy a su primer examen, junto al otro candidato, el irlandés Philip Lane. Ambos han comparecido, a puerta cerrada, ante los eurodiputados de la Comisión de Asuntos Económicos y Financieros (ECON) de la Eurocámara. Una sesión sin incidentes destacables, que no se esperaba bronca, pese a que los candidatos incumplen con la paridad defendida por los eurodiputados.

El ministro español parte como claro favorito. Lane, gobernador del Banco Central de Irlanda, es un impecable técnico y un oponente casi fantasma. Más que un rival serio para De Guindos, Lane es un inesperado “wanna be” que, ahora sí, ha dejado clara sus intenciones: hacerse con alguno de los asientos que se liberan en los próximos dos años.

Foto: Philip Lane (Reuters)

No obstante, y como sabe de sobra De Guindos tras su chasco en el Eurogrupo, siempre existe un margen de error. En este caso es estrecho, ínfimo: El descalabro tendría que ser monumental para que el (aún) ministro español se metiese un gol en propia y terminase por perder el puesto al que aspira.

Antes del encuentro, el ministro español se ha mostrado sereno y confiado. “No es una cuestión de nervios o no nervios, es una cuestión de responsabilidad”, ha dicho De Guindos, quien ha recalcado que se trata de un “puesto importante para España, que es importante recuperarlo”. Para ello, pondrá sobre la mesa su experiencia al frente de Economía durante los duros años de la crisis, saneamiento -y rescate- bancario inclusive.

De Guindos también ha hecho referencia al que sabe que es su punto flaco. “Siempre he defendido la independencia del BCE y la defenderé si llego al puesto”, ha dicho. A sus críticos -entre los que destacan muy especialmente los socialistas españoles, pero no los europeos- el ministro no ha querido responderles directamente. “Lógicamente, aquí cada uno tiene que justificar sus posiciones”, se ha limitado a indicar.

No se espera que los eurodiputados se inclinen por uno u otro candidato, sino que envíen una misiva en la que valoren el perfil de cada uno de ellos

A finales de febrero, probablemente el día 26, se celebrará una audiencia en abierto, según fuentes consultadas por El Confidencial. La reunión de hoy ha sido convocada de manera extraordinaria por el presidente de la ECON, el italiano Roberto Gualtieri, con el objetivo de testar a los candidatos y preparar un mensaje que dirigirán al presidente del Eurogrupo, Mário Centeno.

No se espera que los eurodiputados se inclinen por uno u otro candidato, sino más bien que envíen una misiva en la que valoren el perfil de cada uno de ellos. Y, también, que protesten por la decisión de los países de ignorar, una vez más, sus peticiones de priorizar la paridad de género entre los altos cargos comunitarios.

No obstante, antes de que De Guindos pusiera siquiera un pie en el Parlamento Europeo, ya habían surgido discrepancias entre sus valedores y sus críticos, que le reprochan su gestión de Bankia y equiparan su nombramiento a un caso de “puertas giratorias”, en palabras de Ernest Urtasun (ERC). Los socialistas, los Verdes y la izquierda quieren que la valoración de los candidatos sea puesta por escrito.

Foto: Berlín quiere reemplazar el año que viene a Mario Draghi y a sus políticas acomodaticias por su halcón Jens Weidmann. (Reuters)

Los asistentes a la reunión han firmado un compromiso de confidencialidad y una carta permitiría mandar un mensaje público sobre De Guindos y Lane. Los conservadores, con el español Gabriel Mato (PP) a la cabeza, se resisten y han defendido que la opinión se comunique en una llamada informal a Centeno.

Centeno presidirá la reunión del Eurogrupo —que se celebrará el próximo lunes en Bruselas— en que se tantearán los apoyos con los que cuentan ambos candidatos. Se espera que, si todo va bien, al día siguiente se constate durante el Ecofin que De Guindos es el elegido para sustituir a Vítor Constancio como vicepresidente del BCE a partir de mayo.

Después, será el turno de los líderes europeos, que deben confirmar su designación el 22 y 23 de marzo. Para entonces, asegura De Guindos, ya no estará en El Gobierno. “Cuando lo decida el Consejo Europeo yo ya no seré ministro”, ha afirmado. Más detalles, por el momento, ninguno.

Un paseíllo. Ese es el camino que, en principio, separa a Luis de Guindos de la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE). Lo más difícil —los apoyos, las alianzas— ha sido ya trabajado. Y ahora es tiempo de un par de formalismos, antes de que el próximo martes sus colegas europeos le nominen y, ya en marzo, los líderes le confirmen.

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