Empleo propondrá un gran acuerdo para subir el salario mínimo y los convenios

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, intentó durante el pasado mes de julio desbloquear la negociación colectiva sin éxito. En un movimiento inédito durante todo el Gobierno de Mariano Rajoy, pidió un esfuerzo a las empresas para realizar una “subida de salarios que acompase al ritmo de creación de empleo”. Fue un movimiento casi a la desesperada para tratar de desbloquear las negociaciones entre los sindicatos y las patronales, ya que si en ese mes no se cerraba un acuerdo, tocaría esperar hasta 2018. “Julio es un buen momento para firmar un pacto”, repitió la ministra, pero no tuvo respuesta en los agentes sociales y, como es bien sabido, a finales de julio se rompieron las conversaciones.

Empleo no quiere que se repita en 2018 el fracaso de 2017 y ha ideado una estrategia para convencer a los agentes sociales, vincular la negociación colectiva a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). El Gobierno tendrá que aprobar antes de que acabe el año el Real Decreto que fija el salario mínimo para 2018. En 2017 lo subió un 8% a cambio de conseguir el apoyo del PSOE para aprobar los objetivos de estabilidad (reparto del déficit entre Administraciones) que es el punto de partida para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.

TE PUEDE INTERESAR

Bruselas reclama a España que suba los salarios para consolidar la recuperación

Carlos Sánchez

Los planes del Ministerio este año son diferentes: lo que quiere es alcanzar un acuerdo con los sindicatos y las patronales sobre el salario mínimo. Este es un asunto crucial para los agentes sociales, ya que además de la retribución, afecta a las bases de cotización a la Seguridad Social. Empleo quiere aprovechar este 'as en la manga' para estimular la negociación colectiva, donde no tiene ni voz ni voto.

[Los salarios en España acumulan tres trimestres consecutivos de caídas]

La intención del Ministerio es ofrecer a los agentes sociales un gran acuerdo para lo que resta de Legislatura en materia salarial, según explican fuentes de Empleo. Este pacto incluirá el compromiso del Gobierno para seguir una senda de subida progresiva del SMI y la obligación para los sindicatos y patronales de tener cada año un AENC.

La premisa fundamental para el Ministerio es que cualquier subida de salarios tiene que ser compatible con la creación de empleo

Las cifras del SMI todavía no están cerradas, ya que Empleo quiere negociarlas antes con los agentes sociales. El Ministerio parte de una premisa clara: la subida de los salarios (tanto SMI como AENC) tiene que ser compatible con la creación de empleo, que sigue siendo su objetivo prioritario. Sin embargo, reconoce que la recuperación tiene que trasladarse a los salarios, más cuando ha vuelto la inflación.

Un desastre manifiesto

El fracaso de la negociación colectiva en 2017 ha puesto todavía más presión sobre los agentes sociales. Los sindicatos se llevaron la peor parte, ya que la falta de acuerdo tuvo a los trabajadores como claros perdedores, ya que la subida de los precios hizo que su salario real cayera. La pretensión de recuperar el terreno perdido puede alejar todavía más las posturas. UGT ya pidió a finales de noviembre que la subida salarial para 2018 sea del 3% con “el objetivo de recuperar el poder adquisitivo de los salarios”.

TE PUEDE INTERESAR

Grandes empresas piden a la CEOE que acepte subir los salarios por la 'paz social'

Javier G. Jorrín

Esta exigencia está muy lejos de lo que considera razonable la CEOE. Las previsiones para 2018 es que la inflación estará en el entorno del 1,6%, por lo que una subida del 2% sería suficiente para garantizar las ganancias de poder adquisitivo. Las posturas están tan alejadas actualmente que el Ministerio de Empleo teme que este año tampoco haya acuerdo. Por este motivo quiere introducir el incentivo del salario mínimo en las negociaciones.

Un buen acuerdo en el SMI sería muy importante para los sindicatos, ya que se anotarían una victoria ante los trabajadores más precarios

Un buen acuerdo en el SMI sería muy importante para los sindicatos, ya que se anotarían una victoria ante los trabajadores más precarios y podrían rebajar sus exigencias en la negociación colectiva. Por su parte, las empresas ganarían un horizonte de estabilidad jurídica para los próximos tres años si consiguen un gran pacto salarial. La incertidumbre es siempre la peor enemiga de las empresas, por lo que con este acuerdo, ganarían estabilidad para realizar sus inversiones. Para ellas también sería positivo vender un gran acuerdo para elevar los salarios ante la sociedad, lo que ayudaría a reducir la tensión creciente entre los trabajadores por la precariedad y los bajos sueldos. Sin acuerdo, difícilmente se puede mantener por mucho más tiempo la 'paz social'.

[Bronca en el Gobierno por los salarios]

El Ministerio es consciente de la importancia de que se alcance un acuerdo cuanto antes, para que la recuperación se traslade también a los trabajadores en activo. Aunque no tiene ninguna responsabilidad sobre la negociación colectiva, es cierto que la reforma laboral del año 2012 quitó tanta importancia al AENC que ahora los agentes sociales no tienen tanta presión por alcanzar un acuerdo.

En esa reforma, se primó el convenio de empresa y sectorial sobre el estatal, de modo que lo importante son los acuerdos a nivel inferior. No obstante, el Gobierno considera que el AENC establece una referencia para el resto de convenios, por eso quiere desbloquearlo, pero sin darle más importancia por el momento.

En 2017, sin acuerdo a nivel estatal, los convenios inferiores han estado en su mayoría por debajo de la inflación, lo que significa que todos ellos han aceptado pérdidas de poder adquisitivo para los asalariados. Según los datos del Ministerio de Empleo, la subida salarial pactada hasta octubre ha sido del 1,4%, mientras que el IPC medio este año cerrará en el entorno del 2%.

[No, no es cierto que el 96% de los nuevos parados sean mujeres]

En total se han firmado casi 3.000 convenios que afectan a poco más de 6,5 millones de trabajadores. Cuanto más bajo es el convenio, menor es la revalorización pactada. Así, los acuerdos a nivel sectorial o regional han pactado subidas salariales del 1,42% de media, mientras que los de empresa recogen un incremento de solo el 1,10%. Cifras que en ningún caso reparten entre los trabajadores los beneficios de la recuperación económica y que el Ministerio pretende reconducir.