Barcelona-El Prat sufre un parón tras el 1-O en el crecimiento de viajeros internacionales

La velocidad de crucero que había adquirido el aeropuerto de Barcelona-El Prat desde 2009, año en que tocó suelo por la crisis, se frenó el mes pasado, tras la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre.

La llegada de viajeros internacionales a la Ciudad Condal por el aire registró un mínimo repunte del 1,7% respecto al mismo periodo del año anterior, lo que supone el crecimiento mensual más bajo desde enero de 2014, año hasta el que Turespaña, órgano dependiente del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, ofrece cifras desagregadas.

Sin embargo, el lánguido avance de llegadas foráneas desde que se desató la inestabilidad política en Cataluña apunta a ser el más corto desde 2009, ya que los crecimientos anuales de los primeros años tras la crisis son ampliamente superiores, como muestra la siguiente tabla:

Este frenazo del crecimiento interanual del segundo mayor aeropuerto de España contrasta con el buen tono que muestran el resto de grandes infraestructuras repartidas por la geografía nacional. Así, la expansión de Madrid-Barajas en octubre aumentó un 5,5%, más de tres veces la tímida subida lograda por Barcelona-El Prat.

También están por encima el resto de grandes aeropuertos. Palma de Mallorca creció el mes pasado un 3,8%; Málaga, un 6,5%; y Alicante, un 4%. Solo el aeropuerto de Fuerteventura, muy afectado por la estacionalidad, registra un dato peor al de Barcelona.

Estos guarismos confirman algunas estadísticas que empezaban a mostrar el deterioro económico desatado por la incertidumbre derivada del 'procés'. A finales del pasado mes, la firma especializada en turismo Fordwardkeys sostuvo que las reservas de vuelos hacia Cataluña habían caído un 22% entre el 1 y el 25 de octubre, después de hacer un análisis de las transacciones aéreas diarias. Olivier Jager, máximo responsable, aseguraba que "los conflictos políticos siempre desvían viajeros de una región".

Otro factor a tener en cuenta en el desinflamiento de la expansión del aeropuerto es el atentado de Las Ramblas del 17 de agosto. Sin embargo, fuentes de una de las compañías más afectadas señala que la tragedia tuvo un fuerte impacto muy inmediato que se recuperó por completo a los pocos días, mientras que la afectación tras el 1-O es menos acusada pero se está dilatando más en el tiempo.

Las empresas sufren el impacto

La desaceleración en Barcelona-El Prat castiga directamente a las aerolíneas. Vueling, que opera cerca del 40% de todos los vuelos que entran y salen a las pistas del aeropuerto catalán, admite que ha notado "un cierto impacto" en las úlitmas semanas. Así lo transmitió a finales de octubre el consejero delegado de su matriz IAG, Willie Walsh.

Vueling admitió "cierto impacto", Volotea trasladó su sede a Asturias y American Airlines recomendó a sus clientes evitar Cataluña tras el 1-O

La aerolínea Volotea anunció el 19 de octubre que trasladaba su sede social de Barcelona a Santiago del Monte (Asturias). La compañía aseguró que hacía este movimiento para "garantizar el desarrollo de su actividad en el marco y bajo la supervisión de las autoridades aeronáuticas europeas". American Airlines avisó a sus clientes para que modificaran las fechas de sus viajes los días posteriores al referéndum ilegal y desviaran de su ruta el paso por Cataluña.

Otro de los que se ve lastrado de forma directa por un menor impulso del aeropuerto es Aena, cuyo máximo accionista es el Estado a través de Enaire. La infraestructura es uno de sus principales baluartes como 'hub' de conexiones aéreas. La huelga del 2 de octubre afectó también a la operativa del aeropuerto.

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