El Gobierno enviará a Bruselas un presupuesto para 2018 sin cambios políticos
Este año la tensión que se vive en Cataluña es la que impedirá al Gobierno tramitar a tiempo sus cuentas para el año que viene
Otra vez los acontecimientos políticos se interponen en la política fiscal española. Si el año pasado el 'impasse' entre las dos elecciones generales impidió al Gobierno tramitar de manera ordinaria los presupuestos generales del Estado, este año la tensión que se vive en Cataluña es la que impedirá al Gobierno tramitar a tiempo sus cuentas para el año que viene.
Y es que Bruselas no espera: todos los países tienen que enviar sus borradores presupuestarios de cara al 15 de octubre, para que sean analizados por la Comisión Europea. A cinco días de la fecha límite, el Gobierno español se ha resignado: enviará un proyecto presupuestario sin cambios en las políticas económicas respecto al actual.
“Lo que haremos será proyectar un crecimiento económico muy prudente, este año ligeramente por encima del 3 % y el que viene incluso por debajo de lo que nos han dicho o lo que va a decir hoy el FMI y por debajo el consenso del mercado, para que sea extremadamente prudente”, ha asegurado el ministro de Economía, Luis de Guindos.
El titular económico explicó también que el Gobierno pretende “extender el cierre de las cuentas de este año, que esperemos que esté en 3,1%, a las nuevas cifras del año que viene”. Si España logra situar su desvío presupuestario en el 3,1% de su PIB, cumplirá con las exigencias de sus socios europeos, que le exigen que el próximo ejercicio se reduzca al 2,2 %. De Guindos, vaticinó, que en 2018 el déficit público se situará “muy claramente” por debajo del máximo del 3 %, el tope exigido por las normas de disciplina fiscal europeas.
El Gobierno se plantea presentar otro presupuesto, completo, más adelante cuando las aguas se calmen. “Eso sería otra posibilidad, ya lo hicimos el año pasado, cuando presentamos primero un presupuesto sin cambios en las políticas económicas y luego actualizamos en función del presupuesto finalmente aprobado, eso es factible”, ha apuntado.
Otra vez los acontecimientos políticos se interponen en la política fiscal española. Si el año pasado el 'impasse' entre las dos elecciones generales impidió al Gobierno tramitar de manera ordinaria los presupuestos generales del Estado, este año la tensión que se vive en Cataluña es la que impedirá al Gobierno tramitar a tiempo sus cuentas para el año que viene.
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