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El chorro de liquidez de los bancos centrales hunde el riesgo-país en todo el mundo
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INFORME BBVA RESEARCH

El chorro de liquidez de los bancos centrales hunde el riesgo-país en todo el mundo

La enorme liquidez en la que se mueve la economía ha logrado su objetivo: hundir el riesgo-país. Pero también ha llevado la aversión al riesgo a niveles mínimos en una década

Foto:  Fuente: BBVA Research y BIS. / Fuente: BBVA Research & FMI.
Fuente: BBVA Research y BIS. / Fuente: BBVA Research & FMI.

El enorme caudal de liquidez que han liberado los bancos centrales con su política de tipos de interés cero (en algunos casos, incluso, comprando deuda soberana) continúa dando sus frutos. La aversión al riesgo, en concreto, se sitúa en mínimos de hace prácticamente una década, y lo que es más relevante, nada indica que ese escenario de calma en los mercados —que se materializa en los niveles de prima de riesgo— vaya a cambiar en el corto plazo. Ni siquiera a medio plazo: dos o tres años.

Así lo sugiere un informe sobre riesgo-país elaborado por el servicio de estudios del BBVA, en el que se recuerda que la mayor marte de los CDS soberanos (los seguros contra impagos) se encuentran “en sus niveles mínimos históricos o cerca de ellos”. Ahora bien, el documento también alerta de que ya “no hay mucho espacio para mayores reducciones”.

La causa fundamental de este escenario, según Julián Cubero, economista principal de análisis a largo plazo del BBVA, tiene que ver con la liquidez, lo que ha provocado una enorme “apetencia” de los mercados por todo tipo de activos en busca de rentabilidad. Esto se ve reflejado, dice el informe, en que muchos CDS están muy por debajo de sus niveles de “equilibrio”, es decir, en coherencia con los fundamentales económicos a largo plazo.

Y en este sentido, se destaca el caso de China, donde el crédito sigue creciendo. Sin embargo, la actuación de las autoridades está moderando el ritmo de crecimiento de los préstamos, lo que aleja la posibilidad de que se cree una burbuja de crédito. EEUU, sin embargo, “comienza a mostrar señales de alerta”. ¿Qué significa esto? Pues ni más ni menos que así lo ha observado el Sistema de Alerta Temprana de crisis bancarias (SAT) elaborado por el BBVA, y que se basa en la probabilidad de una crisis bancaria sistémica a partir de los datos registrados en los últimos ocho trimestres.

Ahora bien, países como Grecia, hasta hace bien poco en el ojo del huracán de las preocupaciones financieras, también se están beneficiando de un relajamiento de las primas de riesgo o, incluso, de una mejora de sus 'ratings' (lo han hecho Moody's y Fitch), al igual que en Eslovenia e Islandia. Chile, Qatar, Sudáfrica o Venezuela, por el contrario, han visto una rebaja de su solvencia por parte de las agencias de calificación.

El BBVA encuentra alguna preocupación en algunas economías avanzadas. Y en particular, observa signos de rápido crecimiento en el apalancamiento privado y en los precios de la vivienda en países como Canadá, Australia, Noruega y algunos otros del norte de Europa: Alemania, Países Bajos o Finlandia. Más recientemente, también ha observado algunas señales de advertencia en EEUU relacionadas con “un crecimiento más rápido del crédito”.

Tensiones geopolíticas

El descenso de la aversión global al riesgo, sostiene BBVA Research, ha sido especialmente intenso desde febrero de 2016, lo que ha provocado, como se ha dicho, una reducción de los diferenciales soberanos. Ahora bien, recientemente, asegura el informe, se observó un ligero aumento, “lo que refleja la incertidumbre sobre las tensiones geopolíticas”. En particular, la escalada de la tensión con Corea del Norte.

Desde el lado estrictamente económico, la mayor tensión se produjo por la apreciación del euro frente al dólar, hasta situarse este lunes en niveles por encima de 1,20 unidades. Desde mayo, la moneda única se ha revalorizado un 10% frente al billete verde.

El hecho de que la aversión al riesgo se haya suavizado no significa, sin embargo, que se haya producido una mejora clara de algunos fundamentales. Y en concreto, se recuerda, los altos niveles de desempleo en los países periféricos de la UE, o los elevados ratios de deuda pública y deuda externa, que “han seguido empeorando en varias economías desarrolladas”. Su conclusión es que “los riesgos de sobrevaloración del mercado de valores y la inestabilidad política están en niveles elevados de vulnerabilidad”.

El enorme caudal de liquidez que han liberado los bancos centrales con su política de tipos de interés cero (en algunos casos, incluso, comprando deuda soberana) continúa dando sus frutos. La aversión al riesgo, en concreto, se sitúa en mínimos de hace prácticamente una década, y lo que es más relevante, nada indica que ese escenario de calma en los mercados —que se materializa en los niveles de prima de riesgo— vaya a cambiar en el corto plazo. Ni siquiera a medio plazo: dos o tres años.

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