Nuevas ayudas a los parados de larga duración: el último guiño social del Gobierno
Actualmente, el 44% de los parados no cobra ningún tipo de prestación. Empleo se ha comprometido con los sindicatos a ampliar la protección a los desempleados
El mayor lastre que deja la crisis es una bolsa de parados de muy larga duración de algo más de un millón y medio de personas que tienen muy complicado volver a engancharse al mercado laboral. Son personas de baja cualificación y con unas habilidades que ya no demanda el tejido productivo, por lo que tienen difícil encontrar un empleo. Este problema se agrava a medida que este colectivo va agotando todas las prestaciones por desempleo y subvenciones, hasta terminar quedándose sin ingresos y sin la posibilidad de acceder a un trabajo.
Esta es la situación en la que se encuentra el 44% de los parados en España. Para todos ellos, la recuperación económica es solo un espejismo. El Gobierno ha decidido atajar este problema y se ha comprometido con los sindicatos a buscar fórmulas para mejorar la cobertura de los desempleados, de modo que se reduzca el número de parados sin ayudas. El secretario de Estado de Empleo, Juan Pablo Riesgo, se reunió el lunes con los agentes sociales en la mesa de diálogo social y se comprometió a estudiar alternativas para ampliar la cobertura a los desempleados.
El Ministerio de Empleo empezará a negociar con los sindicatos una reforma integral de las diversas prestaciones que existen actualmente para simplificar las ayudas y ampliar la cobertura. Este plan para reorganizar el sistema de prestación incluirá nuevas vías para mejorar la protección a los parados de larga duración, que en su mayoría son mayores de 45 años. El ministerio se ha comprometido a cumplir esta exigencia de los sindicatos y se empezará a negociar a partir del 4 de septiembre.
[¿Ha salido España de la crisis?]
Actualmente, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) gestiona las diversas prestaciones por desempleo y los programas PAE (Programa de Activación para el Empleo), RAI (Renta Activa de Inserción) y Prepara (plan que no es una prestación por desempleo, sino una política activa). El compromiso del Gobierno es simplificar todos estos sistemas, de modo que la ayuda a los desempleados sea más simple y, además, alcance a más desempleados.
El objetivo prioritario para los sindicatos son los parados de larga duración, ya que sus posibilidades de encontrar un empleo son remotas
El objetivo prioritario para los sindicatos son los parados de larga duración, ya que sus posibilidades de encontrar un empleo son remotas (y más a través de las oficinas públicas de empleo). Para combatir esta situación, el futuro plan tendrá que ofrecer ayudas por más tiempo a los desempleados y, además, mejorar la evaluación y diagnóstico de los parados para facilitar su acceso al mercado laboral.
Una actualización para el Prepara
Este principio de acuerdo entre los sindicatos y el Gobierno no era el objetivo prioritario de la mesa de diálogo social convocada con urgencia por el ministerio. El motivo era negociar la prórroga del Programa Prepara que ayuda con 400 euros a los parados de larga duración (450 euros a los que tienen cargas familiares) y caduca hoy.
El acuerdo entre los agentes sociales y el Gobierno es total, pero ahora queda el pacto con las comunidades autónomas, que son quienes tienen que gestionar esta ayuda. Las conversaciones están muy avanzadas y el Ejecutivo podría firmar la actualización en el próximo Consejo de Ministros ordinario. Esta vez no sería una prórroga del programa, ya que una sentencia de julio del Tribunal Constitucional obliga a que sean las regiones quienes gestionen esta ayuda, por lo que tendrá que producirse un pequeño cambio normativo. El ministerio pretende que las regiones le cedan esta gestión para poder prorrogar el Prepara sin cambios y así seguir atendiendo a las peticiones de parados de larga duración que han agotado todos los subsidios.
Esta actualización será temporal, ya que el ministerio y los agentes sociales empezarán a negociar una revisión integral de todos los programas a partir del 4 de septiembre. Una de las opciones que están sobre la mesa es modificar el Prepara para incluirlo dentro de los subsidios por desempleo y que así el Gobierno pueda volver a gestionarlo.
[El 'boom' del turismo no llega a todos: suben los beneficios, no los salarios]
Por su parte, CCOO propuso al secretario de Estado una alternativa: incorporar el Prepara en el PAE, de modo que pueda seguir gestionándolo el Gobierno, y así no necesitaría el acuerdo con las comunidades autónomas. “Sería lo más fácil”, explica Lola Santillana, secretaria de Empleo y Cualificación Profesional del sindicato. Para hacerlo, el Gobierno tendría que modificar el real decreto del PAE para que incluya también a parados sin cargas familiares y permitir que cada parado pueda renovar una vez esta ayuda. De este modo, quedarían englobadas en un mismo programa las dos ayudas actuales. Sin embargo, esta propuesta no convence al Gobierno, que considera que sería 'esquivar' la sentencia del Constitucional.
El ahorro con los parados de larga duración
Uno de los principales ahorros que ha conseguido el Ministerio de Hacienda desde el año 2012 ha sido en las prestaciones a los desempleados. En concreto, las transferencias al SEPE para pagar los subsidios han caído en más de 13.000 millones en los últimos cuatro ejercicios. La recuperación del mercado laboral hace que haya cada vez menos parados y, por lo tanto, menos ayudas que financiar. Pero también está el problema de los desempleados de larga duración que se quedan sin prestación porque agotan todas las ayudas.
El Estado se ha ahorrado más de 13.000 millones en cinco años en prestaciones a parados
Casi la mitad de los desempleados se encuentran en esta situación de no percibir prestación (algunos sí reciben ayudas autonómicas o el Prepara). Es la consecuencia del paro de muy larga duración que sufre España. De este modo, el gasto en subsidios ha caído desde los 32.000 millones de euros de 2012 hasta los 18.000 millones presupuestados para este ejercicio.
El gasto en prestaciones por desempleo será el más bajo desde 2007, a pesar de que habrá casi 2,2 millones de parados más, según los datos de la EPA. Es el resultado de tener a casi la mitad sin prestación. El Gobierno quiere corregir esta situación ahora que las cuentas públicas están más holgadas, lo que podría revertir el ahorro en la partida del SEPE conseguido en los últimos ejercicios.
El mayor lastre que deja la crisis es una bolsa de parados de muy larga duración de algo más de un millón y medio de personas que tienen muy complicado volver a engancharse al mercado laboral. Son personas de baja cualificación y con unas habilidades que ya no demanda el tejido productivo, por lo que tienen difícil encontrar un empleo. Este problema se agrava a medida que este colectivo va agotando todas las prestaciones por desempleo y subvenciones, hasta terminar quedándose sin ingresos y sin la posibilidad de acceder a un trabajo.