"El comité de huelga no nos representa": guerra sindical en el conflicto de El Prat

No todos pudieron votar en la asamblea donde los trabajadores decidieron rechazar la propuesta de complemento salarial (200 euros al mes en 12 pagas) de la Generalitat. De hecho, apenas el 50% de la plantilla de Eulen depositó la papeleta en la urna, unos porque no fueron convocados y otros porque ni siquiera conocían el contenido de las propuestas que el comité de huelga “se sacó de la manga sin consensuarlo con nadie”. Así lo denuncian fuentes cercanas al conflicto.

En la votación solo participaron 176 trabajadores de los 350 que tiene Eulen en El Prat, 89 de los cuales votaron a favor de la opción ganadora: complemento de 250 euros en 15 pagas. Superó por los pelos -en siete votos- a la segunda: 200 euros en 15 mensualidades. La propuesta de la Genaralitat y Eulen quedó eclipsada y fue por tanto rechazada, para indignación del Govern y el ministro de Fomento: “Lo que se vivió este jueves en la asamblea fue una absoluta falta de respeto hacia el mediador y las partes”, opina De la Serna.

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Agencias

El comité de huelga cambió las reglas del juego en el último momento: no se limitó a votar ‘sí o no’ a la oferta de la Generalitat -revalidada por Eulen- y puso encima de la mesa nuevas propuestas de su cosecha, sin pactarlas previamente con las partes de la negociación. Su cabeza visible, Juan Carlos Giménez, es también secretario general de la Plataforma de Representación Obrera Unitaria (PROU), con tres miembros de representación en un comité de empresa de 21. Y es justo en este ámbito donde las primeras escisiones están empezando a brotar.

"No nos representan"

El primero en alzar la voz ha sido el sindicato GRITA (integrado en SPS, con cuatro miembros de representación en el comité de empresa) a través de su secretario general, Gonzalo Bao. “Estamos abiertamente en contra de las actuaciones y posicionamientos torticeros del comité de huelga. Dando respuesta a las numerosas peticiones de compañeros para buscar una solución al conflicto, concluimos con que el comité de huelga no nos representa”, sostiene en un escrito al que ha tenido acceso este periódico.

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Bao ha remitido el texto a todas las formaciones sindicales para reunirse con ellas “a fin de encontrar alternativas diferentes a las ya conocidas”. La rígida postura del comité de huelga, dispuesto a ir hasta el final para conseguir una notable mejora de sus condiciones salariales, choca frontalmente con la de aquellos que veían “razonable” la propuesta de la Generalitat. “Quien más va a sufrir es el vigilante del aeropuerto, flanqueado por los Guardias Civiles de manera indefinida y soportando los reproches de los viajeros que no entienden el conflicto”. El líder de GRITA apuesta por no alargar más esta situación.

Y confía en que otras formaciones sindicales y trabajadores se sumen a su decisión de desmarcarse de las actuaciones del comité de huelga. “Entendemos que es la hora de aplicar el sentido común y no llevar a nuestros compañeros a una sinrazón que puede abocarnos a un callejón sin salida”, concluye el escrito. Esta asociación rompe así la baraja y desata una guerra interna que enturbia todavía más el conflicto.

No obstante, Juan Carlos Giménez nunca contó con los miembros del comité de empresa, sino que recogió firmas de los empleados. Los paros en teoría arrancaron como iniciativa de los trabajadores, al margen de toda organización sindical. Según fuentes conocedoras de la situación, el comité de huelga incluso vetó la entrada a algunos compañeros en la primera convocatoria por pertenecer a otro sindicato.