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El PIB recupera niveles previos a la crisis, pero con 2,3 millones menos de empleos
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por la fortaleza del consumo y la inversión

El PIB recupera niveles previos a la crisis, pero con 2,3 millones menos de empleos

El PIB ha alcanzado en el primer trimestre del año un valor equivalente a 1,125 billones de euros, por encima de los 1,116 billones registrados en 2008

Foto: El ministro de Economía, Luis de Guindos (Efe)
El ministro de Economía, Luis de Guindos (Efe)

La economía española mantiene la senda de crecimiento: el PIB creció un 0,8% en el primer trimestre de 2017 y un 3% en el último año. Pero con una novedad significativa. Una década después, el Producto Interior Bruto ha recuperado los niveles existentes antes de la crisis.

Expresado en términos más concretos. El PIB ha alcanzado en el primer trimestre del año un valor equivalente a 1,125 billones de euros (cuatro últimos trimestres), por encima de los 1,116 billones registrados en 2008, cuando la economía española comenzó a deshincharse hasta caer prácticamente durante un quinquenio en recesión. El suelo se alcanzó en 2013, cuando el valor de lo producido durante un año por la economía española alcanzó los 1,025 billones de euros, lo que significa un descenso de casi el 10% respecto del pico del anterior periodo de expansión. O lo que es lo mismo, unos 100.000 millones de euros menos de riqueza nacional.

Las heridas de la recesión, sin embargo, no han desaparecido. De hecho, y en términos de la Encuesta de Población Activa (EPA), hoy la economía española tiene 2,31 millones de ocupados menos que hace una década, lo que refleja la dureza de la crisis.

La recuperación ha tenido mucho que ver con el comportamiento del sector exterior. No sólo porque las exportaciones marcan récord trimestre tras trimestre, sino porque las importaciones (que tradicionalmente han acabado por colapsar la economía española) se están comportando de forma muy moderada.

Este cambio en el patrón de crecimiento -el modelo productivo no ha sufrido grandes alteraciones salvo en el sector de la construcción- se ha observado de forma nítida en el primer trimestre de este año. Según los datos de la contabilidad publicados por Estadística este jueves, la economía avanzó un 3% en los últimos cuatro trimestres frente al mismo periodo anterior. Pero mientras que la demanda nacional (consumo privado, público e inversiones) aportó 2,2 puntos porcentuales al avance del PIB, el sector exterior (saldo entre exportaciones e importaciones) contribuyó con ocho décimas.


Otro patrón de crecimiento

Tradicionalmente, prácticamente desde el Plan de Estabilización de 1959, la economía española generaba fuertes déficits exterior en momentos de fuerte crecimiento (como sucede ahora), pero en la actualidad el sector exterior lejos de drenar crecimiento, está aportando dando positivos. Como se ha dicho, por el efecto combinado de unas exportaciones que están creciendo de manera relevante (un 4% en contabilidad nacional en términos trimestrales) y unas importaciones que avanzan ‘sólo’ un 3,8%, en lo que los precios del petróleo tienen mucho que ver.

El otro factor que está tirando de forma relevante de la economía tiene que ver, como se ha dicho, del empleo. Los datos del INE en términos anuales muestran que el empleo aumenta en el primer trimestre a un ritmo del 2,5%, dos décimas menos que en el cuarto trimestre de 2016, lo que supone un incremento de 435.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.

Este comportamiento, sostiene Estadística, junto con la variación experimentada por la jornada media asociada, dan como resultado una aceleración de tres décimas de la tasa anual de las horas efectivamente trabajadas (del 1,5% al 1,8%). Los datos de afiliación a la Seguridad Social ya reflejaban una aceleración en el ritmo de creación de empleo que ahora corrobora la contabilidad nacional.

El aumento del empleo se está produciendo en un contexto de fuerte moderación salarial. Y, de hecho, la variación anual del coste laboral unitario se situó entre enero y marzo en el –0,1%, un punto y una décima por debajo del deflactor implícito del PIB (1%). Por lo tanto, ya son cinco trimestres consecutivos en los que los costes laborales unitarios (relación entre empleo y productividad) son negativos, algo verdaderamente extraordinario en la economía española.

La remuneración por asalariado, de hecho, está creciendo a un ritmo anual del 0,4%, muy por debajo del 5,3% que crecen los excedentes empresariales a la luz de la contabilidad nacional.

Una contabilidad que refleja un avance del 2% en la formación bruta de capital (inversiones), sin que ninguno de sus componentes destaque de forma muy relevante. La construcción (obra civil y vivienda) está creciendo un 1,1% en tasa trimestral (tres décimas por encima de lo que lo hace el PIB) y los bienes de equipo avanzan un 3%, lo que significa una aceleración respecto del trimestre precedente.

La economía española mantiene la senda de crecimiento: el PIB creció un 0,8% en el primer trimestre de 2017 y un 3% en el último año. Pero con una novedad significativa. Una década después, el Producto Interior Bruto ha recuperado los niveles existentes antes de la crisis.

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