Tregua a los acopios, nervios y colas: los estibadores retrasan las huelgas a junio

Tiempo muerto en los puertos. Las empresas expañolas de 'import-export' siguen observando con cautela y cierta inquietud la evolución de las negociaciones entre la Coordinadora de Trabajadores del Mar y la patronal Anesco, pese a que los estibadores han retrasado cinco días los paros. La convocatoria estaba prevista para este mismo miércoles, con una duración de tres semanas en lunes, miércoles y viernes, pero ambas partes han pactado la suspensión provisional de cinco días de huelga para darse margen. "Necesitamos tiempo para la redacción final del acuerdo", dijo este lunes el secretario general de la coordinadora, Antolín Goya, tras reunirse con los representantes de las empresas durante toda la tarde.

El principio de acuerdo alcanzado con la patronal este lunes pilota sobre dos ejes: garantizar el empleo de los cerca de 6.000 trabajadores actuales y mejorar la productividad en los puertos. No obstante, sigue sin quedar claro qué pasará con la subrogación de la plantilla, requisito imprescindible para que la coordinadora desconvoque definitivamente las huelgas. De momento, quedan aplazadas al próximo lunes 5 de junio​ hasta nuevo aviso.

Las negociaciones avanzan con lentitud, entre otras cosas porque existen serias diferencias en el seno de las propias empresas estibadoras. Anesco tiene previsto celebrar este martes una asamblea en la que decidirá si sigue ejerciendo de interlocutora o no con los trabajadores portuarios. El mero hecho de plantear a sus socios este debate revela las diferencias internas en el seno de la organización entre quienes apuestan por la estabilidad aunque sea asumiendo los costes y quienes quieren más flexibilidad a la hora de fijar salarios y puestos de trabajo.

El principal objetivo de los estibadores es que el reglamento del nuevo decreto impulsado por Fomento incluya un convenio colectivo marco para todo el sector y la posibilidad de la subrogación, algo que no desean algunas empresas porque creen que las maniata a la hora de abordar la relación con las empresas estibadoras. Entre el colectivo se apunta a las tensiones existentes entre firmas como Noatum, controlada por JP Morgan, y APM Algeciras. "Unos quieren especular y otros quieren dedicarse a lo de siempre con normalidad, que es el trabajo en la estiba", señalaban a El Confidencial fuentes de la coordinadora.

La continuidad de las huelgas depende en gran parte de cómo Anesco resuelva sus diferencias. Si decide disolverse, la negociación se complicará

En este sentido, es clave lo que ocurra hoy en la asamblea extraordinaria de Anesco. Si los asociados deciden desaparecer como interlocutores, la negociación bajaría a nivel de cada puerto, vía convenios colectivos locales, justo lo que no quieren los estibadores, por lo que la huelga estaría servida.

La semana pasada, las ‘marchas lentas’ y las paradas derivadas de la asambleas informativas convocadas por los delegados sindicales provocaron fuertes caídas de la productividad en las grandes terminales, que alcanzaron el 30% de media en Valencia, Algeciras o Barcelona. La consecuencia de estos paros más o menos encubiertos fueron miles de contenedores bloqueados en los muelles y colas de camiones en los accesos portuarios, condenados a esperar en algunos casos durante seis horas o más. Solamente en Valencia, las estimaciones de Sevasa (las Sagep de la estiba) cifraban en unos 10.000 los contenedores perdidos por jornada.

"Están haciendo huelgas selectivas, empresa a empresa, para forzarlas a la subrogación. Esto es como negociar con una pistola apuntándote a la cabeza", lamentan desde el sector. Fuentes empresariales sostienen además que ante los paros que vienen, no son pocas las compañías que han hecho acopio de materiales en previsión de un recorte en los suministros. “Nadie lo confiesa, pero es lo habitual cuando se producen estas situaciones”, señalan de ámbitos portuarios. Esta circunstancia explica también la mayor presencia de camiones en los puertos. Fomento ha fijado servicios mínimos para el 100% de productos perecederos o peligrosos y del 50% del turno de cada jornada. Los paros ahora quedan convocados para las horas impares de los días 5, 7 y 9 de junio. Pero el hecho de tener que arrancar y parar cada hora es evidente que, en la práctica, supondrá caídas de la productividad por encima del 50% de esos días.

La semana pasada, algunas patronales de sectores netamente exportadores, pero también consumidores de productos de importación, como la azulejera Ascer, mostraban su preocupación. “En un momento en el que el sector está comenzando a mostrar signos de recuperación, y teniendo en cuenta que operamos en un mercado altamente competitivo, esta situación nos afecta muy gravemente. No solo nuestra mercancía quedaría paralizada sin poder salir a nuestros mercados, si no que podemos llegar en unos días al desabastecimiento de materias primas con las nefastas consecuencias que esto acarrearía”, manifestaba Isidro Zarzoso, presidente de una asociación en la que participan todas las principales firmas cerámicas del país, desde Porcelanosa a Pamesa. Este sector facturó 2.570 millones el año pasado y el 70% de sus ventas exteriores se realiza por vía marítima. Pero además recibe también por los puertos muchas de las materias primas que necesita para la elaboración de sus productos.