El Congreso descongela la reforma de la estiba y prende la mecha de las huelgas
El texto sale por fin adelante gracias al apoyo de PNV y Ciudadanos, al que se suma la abstención de los nacionalistas catalanes. Los estibadores ratifican una huelga que durará tres semanas
Ahora sí. El Gobierno ha desbloqueado el conflicto de la estiba con el respaldo de Ciudadanos y PNV y la abstención de PDeCAT. El real decreto ley de la reforma que servirá para liberalizar un sector monopolístico y cumplir así con la sentencia del Tribunal Europeo de Justicia (2014) ya sufrió un primer patinazo en marzo, cuando el Parlamento tumbó el texto con 175 votos en contra. Los nacionalistas catalanes cambian hoy el sentido de su voto tras semanas de intensas negociaciones con Fomento, así como Ciudadanos.
Y el resultado esta vez queda así: el RD/L se convalida por 174 votos a favor (PP, Ciudadanos, PNV, Foro Asturias, UPN), 165 en contra (PSOE, Unidos Podemos, ERC, Compromís) y ocho abstenciones (PDeCAT), aunque no se tramitará por el procedimiento de urgencia. Ferran Bel (PDeCAT) justifica la abstención bajo el argumento de que han actuado "con responsabilidad" y en pro de la competitividad en los puertos. Fernando Navarro (C's) pone el acento en las "mejoras evidentes" del nuevo texto, sobre todo en materia de productividad y conservación de los puestos de trabajo, no sin elogiar el sistema de ayudas públicas millonarias destinadas a prejubilaciones.
No obstante, Fomento saca adelante este "decretazo" (en palabras de la oposición) en un clima de máxima tensión fuera de las cuatro paredes del Congreso. Los estibadores han convocado tres semanas de paros en los puertos en días alternos a partir del próximo miércoles 24 de mayo: acusan al Gobierno de no contar con ellos (de nuevo) pese a que Íñigo de la Serna en su día se comprometió a remitirles el nuevo texto, cosa que no hizo hasta el último minuto. Y ponen en duda el mantenimiento del 100% del empleo. La Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar siempre ha exigido que este punto quede recogido en una norma con rango de ley, extremo al que el Gobierno se opone por considerar que Bruselas jamás lo aceptaría.
Respecto a las huelgas, el ministro de Fomento ha pedido "sensatez, mesura y sentido común" tras considerar que el texto establece las bases para negociar convenios colectivos estables y garantistas. "Sensatez es estar al lado de los trabajadores", ha replicado la diputada de Compromís Marta Sorlí Fresquet. Desde ERC, Jordi Salvador i Duch mantiene su rechazo al RD/L mientras no se cierren "flecos importantes" como la subrogación de los trabajadores.
En Comú Podem va más allá: "El Gobierno pretende despedir a más de 3.000 estibadores en diferido y en cómodos plazos" tras trocar cromos con el PDeCAT, critica Félix Alonso i Cantorné. "No vamos a felicitar al ministro porque no ha hecho ningún esfuerzo para llegar a un acuerdo con las partes. Jamás levantó el teléfono; no ha estado a la altura", señala el diputado socialista César Ramos. Más polémica ha sido la intervención del diputado popular Miguel Barrachina, abucheado por los estibadores presentes en las tribunas. "Esta reforma es una oportunidad para que se contrate a la primera mujer estibadora en Algeciras y para que los barcos no se marchen de los puertos españoles", ha dicho. La presidenta del Congreso ha llamado al orden en sucesivas ocasiones y ha terminado desalojando a los trabajadores.
Los sindicatos no son los únicos que están molestos con las 'formas' de Fomento. La patronal Anesco también afeó este miércoles a De la Serna que no le haya permitido participar en el proceso para la aprobación y convalidación del real decreto ley. "Las empresas del sector no han podido expresar su posición en ningún momento, faltándose al compromiso adquirido tras la propuesta de mediación (...) es irresponsable y extremadamente grave", zanjó en un comunicado. Acto seguido, Fomento envió una nota donde aseguraba haber cumplido su parte del trato tras remitir ese mismo día a las partes el borrador que recoge las cuestiones laborales, apenas unas horas antes de la aprobación del RD/L.
Las condiciones de trabajo quedarán reflejadas en un real decreto independiente que cuelga del RD/L aprobado hoy y que beberá de la propuesta redactada por el mediador de las negociaciones entre sindicatos y patronal, Marcos Peña. El texto pilota sobre tres ejes: mantener el empleo "con el instrumento legal que se considere suficiente", contribuir a la mejora organizativa del sector y "comprometer las ayudas del Gobierno para minimizar el daño", reza el anexo remitido por Fomento a las partes. De la Serna emplaza los aspectos laborales a un convenio de ámbito estatal.
Paros encubiertos
Anesco aprovechó para denunciar las huelgas encubiertas en los puertos que, supuestamente, se vienen produciendo tras la aprobación del texto en el Consejo de Ministros el pasado viernes. La patronal exige el cese inmediato de "intolerables medidas de presión, con bajadas de rendimiento que hacen imposible el diálogo" con los trabajadores.
¿Qué supone esta reforma? Las empresas ya no estarán obligadas a participar en la Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios (Sagep) y recurrir a los trabajadores inscritos en dicho organismo, como hasta ahora. El Gobierno establece un periodo transitorio de tres años para acabar con el actual registro contingentado y establecer libertad de contratación para las empresas, cumpliendo así con el veredicto del Tribunal Europeo de Justicia. Este movimiento de ficha servirá para esquivar una multa millonaria que ya asciende a más de 24 millones de euros, a los que hay que sumar 134.000 euros por cada día de retraso en la aplicación de la reforma.
"Estamos en tiempo de descuento porque puede caer en cualquier momento", advierte De la Serna en referencia a una segunda sentencia condenatoria. El ministerio notificará hoy mismo a Bruselas la aprobación de la reforma para intentar evitar las sanciones. Ahora es el turno de la Comisión Europea, encargada de comprobar si el nuevo régimen encaja o no.
Ahora sí. El Gobierno ha desbloqueado el conflicto de la estiba con el respaldo de Ciudadanos y PNV y la abstención de PDeCAT. El real decreto ley de la reforma que servirá para liberalizar un sector monopolístico y cumplir así con la sentencia del Tribunal Europeo de Justicia (2014) ya sufrió un primer patinazo en marzo, cuando el Parlamento tumbó el texto con 175 votos en contra. Los nacionalistas catalanes cambian hoy el sentido de su voto tras semanas de intensas negociaciones con Fomento, así como Ciudadanos.
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