El BdE activó nueve 'alertas rojas' en 2015 por problemas en la banca pequeña

El primer informe del Tribunal de Cuentas sobre la actividad supervisora del Banco de España (BdE) contiene algunas sorpresas. La más significativa se refiere al hecho de que en 2015 el banco central se vio obligado a encender hasta nueve 'alertas rojas' —como las define el propio banco central— por deficiencias encontradas en otras tantas entidades. En concreto, tres alertas rojas se encendieron tras supervisar 13 bancos (incluyendo sus filiales de fuera de la Unión Europea), y otras seis aparecieron al supervisar las 30 cajas de ahorro y cooperativas de crédito bajo control del BdE.

El resultado se tradujo en que ese año el Banco de España acordó incoar cuatro expedientes sancionadores. Dos de ellos, a entidades de pago y sus respectivos consejos de administración, por incumplimientos en relación con la “gestión de la contabilidad, la suficiencia de sus recursos propios, la obligación de salvaguarda de los fondos entregados por los clientes y las obligaciones de información al Banco de España”.

La normativa actual establece dos tipos de alertas. Las de carácter legal, para conocer cuándo la entidad incumple la normativa vigente en alguno de las ratios o coeficientes de solvencia, liquidez o concentración de riesgos, y las denominadas alertas cuantitativas, que permiten el seguimiento de la evolución de ratios y magnitudes económico-financieras y de calidad crediticia de las entidades.

El Tribunal de Cuentas no ofrece la identidad de las entidades con problemas y a las que se aplicó el protocolo de actuación para situaciones de especial gravedad. Tan solo se limita a recordar que, en todos los casos, las alertas fueron analizadas por los respectivos equipos de inspección involucrados, no por funcionarios del BCE, que a través del MUS (Mecanismo Único de Supervisión) supervisan a las entidades de mayor tamaño.

El órgano fiscalizador del Estado considera que cuando la activación de estas alertas no dan lugar a la adopción de medidas concretas, “se justificó razonadamente esta decisión”. Pero en otros casos, se adoptaron medidas como la solicitud de información adicional, informar a la entidad y solicitar medidas correctoras, iniciar una inspección temática, abrir un expediente sancionador u otras medidas previstas en la normativa.

Las deficiencias afectaron en todos los casos a entidades de pequeño tamaño, toda vez que el BCE supervisa actualmente en torno al 96% de los activos del sistema financiero español. El restante 4%, que es lo que analiza el Tribunal de Cuentas, está agrupado bajo el epígrafe LSI, entidades menos significativas por sus siglas en inglés, y cuyo responsable directo es el Banco de España.

La idoneidad de los banqueros

El informe del Tribunal de Cuentas analiza, igualmente, si se han cumplido las normas de idoneidad a la hora de elegir a los altos cargos de las entidades financieras. Y el resultado es mixto.

En 2015, se tramitaron 181 expedientes de idoneidad sobre el conjunto de las entidades de crédito en el marco de las competencias propias del Banco de España. De estos expedientes, 163 consistieron en propuestas de nuevos nombramientos, y 18 fueron debidos a la adquisición de participaciones significativas. Pues bien, 144 expedientes finalizaron con resolución positiva y los 37 restantes, por desistimiento o no evaluación por tratarse de cargos no sujetos a evaluación de idoneidad por parte del supervisor. Además, el BCE tramitó 85 expedientes en el marco de las competencias propias del MUS sobre la idoneidad de los consejeros de las entidades significativas, las más grandes.

El Tribunal de Cuentas recuerda que los altos cargos no pueden ejercer sus funciones hasta su inscripción en el Registro del Banco de España. Sin embargo, en tres expedientes analizados, se excedió por parte de la entidad el plazo de 15 días establecido en la norma para solicitar la inscripción después de la aceptación del cargo. Pero es que en uno de los supuestos “transcurrieron más de cuatro meses desde el nombramiento y aceptación del cargo hasta que la entidad presentó la solicitud de la idoneidad e inscripción del candidato”. Por ello, el Tribunal de Cuentas pide al banco central que reclame que las entidades financieras sean más diligentes a la hora de cumplir con los procedimientos de evaluación de la idoneidad de los altos cargos, que en algunos casos ejercen sin la correspondiente autorización.

Conductas de mercado

El informe del Tribunal de Cuentas analiza también las reclamaciones de los clientes bancarios, y su conclusión es que es “mejorable”. En particular, en lo relacionado con la gestión de las cláusulas suelo. Según sus datos, en 2015 el departamento de conductas de mercado atendió 59.223 reclamaciones, quejas y consultas, de las que 20.262 fueron reclamaciones y dieron lugar a la apertura del correspondiente expediente.

Del total, 9.354 correspondieron a reclamaciones sobre cláusulas suelo. Y aunque en 2015 ya habían descendido significativamente las reclamaciones por esta causa, su volumen permaneció en niveles muy superiores a los registrados con anterioridad a mayo de 2013 (sentencia del Tribunal Supremo), lo que viene a indicar, en opinión del Tribunal de Cuentas, “que las entidades no están eliminando dicha cláusula, a pesar del criterio del Tribunal Supremo”. El informe está hecho antes de la aprobación del decreto ley pactado en el PP y el PSOE.

El Tribunal de Cuentas, por último, fiscaliza el cumplimiento de la metodología que usa el Banco de España —de acuerdo con la legislación europea— para estimar cuándo una entidad financiera tiene tamaño sistémico no global. Es decir, puede convertir sus problemas en un asunto de enorme dimensión. Los criterios son: el tamaño del grupo, la interconexión del grupo con el sistema financiero, la posibilidad de sustitución de los servicios o de la infraestructura financiera que presta, su complejidad y la actividad transfronteriza del grupo.

La clasificación la encabezan, con diferencia, Banco Santander (3.829 puntos) y BBVA (1.921), y en los últimos puestos se encuentran Popular (376) y Sabadell (373).