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Restoy choca con el código de conducta del BIS tras su imputación por el 'caso Bankia'
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ARÍZTEGUI TAMBIÉN QUEDA CUESTIONADO

Restoy choca con el código de conducta del BIS tras su imputación por el 'caso Bankia'

La imputación de los altos cargos del Banco de España por el caso Bankia cuestiona el nombramiento de Fernando Restoy y Javier Aríztegui en organismos internacionales

Foto: Fernando Restoy, exsubgobernador del Banco de España y presidente del IEF. (EFE)
Fernando Restoy, exsubgobernador del Banco de España y presidente del IEF. (EFE)

Las ondas del tsunami provocado por la decisión de la Audiencia Nacional de imputar a la cúpula del Banco de España en el caso Bankia cada vez llegan más lejos. Además de provocar un caos sin precedentes en el supervisor y dejar muy tocada su reputación, como ha informado El Confidencial, pone en cuestión la posición de los dos altos cargos investigados que ocupan posiciones en organismos financieros internacionales: Fernando Restoy y Javier Aríztegui, ambos exsubgobernadores. Las instituciones en que trabajan tienen estrictos códigos de conducta que obligan a sus miembros al "máximo nivel de conducta ética". Y existe el precedente de Magdalena Álvarez, que abandonó la vicepresidencia del BEI cuando fue imputada en el caso de los ERE.

Restoy se incorporó el pasado 4 de enero como presidente a un organismo llamado Instituto de Finanzas Internacionales (FSI por sus siglas en inglés) que ha creado el BIS, Banco Internacional de Pagos de Basilea, que dirige otro exgobernador del Banco de España durante el Gobierno de Aznar: Jaime Caruana. El FSI es una especie de instituto de formación para los órganos supervisores de todo el mundo y el cargo de Restoy es individual, esto es, no lo ocupa en representación de España.

Este organismo está sometido al código de conducta del BIS que regula cómo deben comportarse sus empleados y altos cargos en el ejercicio de sus funciones. No dice nada concreto respecto a los requisitos que deben cumplir para acceder a estas posiciones, ni tampoco señala que ser investigado por un presunto delito constituya un impedimento para ello, pero sí dicta principios generales como que deben "mantener los más altos estándares de conducta dentro y fuera del Banco". Preguntado sobre si eso choca con la condición de imputado de Restoy, un portavoz del BIS respondió que "no tenemos comentarios sobre esta cuestión".

Aríztegui, representante de España en el BCE

En cuanto a Aríztegui, es miembro de un cuerpo de segundo nivel en el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) del BCE llamado Comité Administrativo de Revisión, cuyo cometido es asegurarse de que las decisiones de supervisión conjunta cumplen las leyes individuales de cada país. Pero, a diferencia del de Restoy, este cargo no es individual, sino que Arístegui lo ocupa en representación de España, que tiene otro representantes en el MUS: Ramón Quintana, que ocupa una de las cuatro direcciones generales.

Aríztegui está sometido al código de conducta del BCE, que es más estricto todavía que el del BIS. Así, establece que sus miembros deben "actuar con rectitud, independencia, imparcialidad y discreción, sin atender a ningún tipo de interés personal ni nacional, mantener una conducta profesional intachable y evitar cualquier situación que pudiera suscitar conflictos de intereses". Y añade que "los privilegios e inmunidades de que gozan los destinatarios les son concedidos únicamente en interés del BCE y no les eximen de cumplir sus obligaciones en el ámbito privado ni de observar las leyes nacionales pertinentes".

El precedente de Magdalena Álvarez

placeholder La exvicepresidenta del BEI, Magdalena Álvarez. (EFE)
La exvicepresidenta del BEI, Magdalena Álvarez. (EFE)

La complicada situación en que la imputación ha puesto a Restoy y Aríztegui tiene como precedente más claro a la exministra de Fomento con el Gobierno de Zapatero, Magdalena Álvarez. Tras la victoria electoral del PP en 2011, Álvarez fue nombrada vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), pero en 2014 fue imputada por la jueza Mercedes Alaya en el caso de los ERE por su actuación al frente de la consejería de Hacienda de la Junta de Andalucía.

Aunque inicialmente se resistió a abandonar el cargo, finalmente dimitió en junio de este año, aunque no lo achacó a la investigación judicial, sino a la presión ejercida por el Gobierno español para que renunciara ante el daño reputacional que hacía al país. No obstante, es cierto que en aquel caso la afectada era mucho más conocida que Restoy o Aríztegui, era una profesional de la política y había ocupado un puesto de mayor responsabilidad y proyección pública que el de subgobernador del Banco de España.

Las ondas del tsunami provocado por la decisión de la Audiencia Nacional de imputar a la cúpula del Banco de España en el caso Bankia cada vez llegan más lejos. Además de provocar un caos sin precedentes en el supervisor y dejar muy tocada su reputación, como ha informado El Confidencial, pone en cuestión la posición de los dos altos cargos investigados que ocupan posiciones en organismos financieros internacionales: Fernando Restoy y Javier Aríztegui, ambos exsubgobernadores. Las instituciones en que trabajan tienen estrictos códigos de conducta que obligan a sus miembros al "máximo nivel de conducta ética". Y existe el precedente de Magdalena Álvarez, que abandonó la vicepresidencia del BEI cuando fue imputada en el caso de los ERE.

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