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El Banco de España alerta de que el déficit público se disparará aún más en 2016
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un ajuste de 8 décimas respecto al cierre de 2015

El Banco de España alerta de que el déficit público se disparará aún más en 2016

Prevé que el déficit público se sitúe en el 4,4% del PIB en 2016, hasta 1,6 puntos porcentuales por encima del objetivo comprometido para este año, del 2,8%

Foto: El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, durante una intervención en la Comisión de Presupuestos del Senado. (Efe)
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, durante una intervención en la Comisión de Presupuestos del Senado. (Efe)

La economía española seguirá creciendo a buen ritmo en 2016: un 2,7%, pero los riesgos a la baja aumentan. Entre otras cosas, porque el avance de la actividad estará sostenido por el consumo privado, muy sensible a los escenarios políticos y al precio de algunas materias primas, como el petróleo. También porque si el nuevo Gobierno emprende nuevos recortes para cumplir con el escenario de consolidación fiscal pactados con Bruselas, eso podría afectar a la baja al crecimiento económico.

Esto es lo que transmiten las proyecciones macroeconómicas del Banco de España presentadas este viernes, que reflejan un perfil descendente de la actividad. Hasta el punto de que ya para 2017 prevé un aumento del PIB del 2,3%. Básicamente, porque la economía española seguirá aprovechándose de los bajos tipos de interés (el euribor a tres meses se situará en el -0,1% este año y en el -0,3% el próximo) y del desplome del barril de crudo, que cotizará, si se cumplen las previsiones, a 40 dólares en 2016 y a 45,7 en 2017.

Por la tanto, la actividad seguirá evolucionando en un entorno de muy baja inflación. De hecho, el deflactor del PIB (el conjunto de la inflación de la economía) se situará en el 0,7%, mientras que el IPC (media anual) seguirá en negativo (-0,1%).

Este contexto tan favorable es el que explica las mejoras en la renta disponible de las familias, impulsada también por el ritmo de creación de puestos de trabajo. El Banco de España estima que este año el empleo crecerá un 2,3% (unos 400.000 nuevos ocupados a tiempo completo) y el año próximo un 1,9%. Aun así, la tasa de paro se situará este año en el 20,3% y en el 18,9%. Es decir, en niveles muy elevados.

El BdE tiene "dudas sobre las futuras políticas económicas"

Las proyecciones del banco central suponen una ligera revisión a la baja respecto de las anteriores. Fundamentalmente, por tres razones: el empeoramiento del comportamiento esperado de los mercados exteriores, la apreciación del tipo de cambio del euro y el retroceso de las cotizaciones bursátiles.

Ese entorno es el que explica que el crecimiento de los mercados de las exportaciones españolas se haya revisado a la baja como consecuencia, principalmente, del deterioro de las perspectivas de evolución de los países emergentes, permaneciendo prácticamente sin cambios el crecimiento esperado de las importaciones realizadas por el conjunto de países del área del euro.

Decisiones políticas

Estas proyecciones, en todo caso, están sujetas a determinadas decisiones de carácter político. En particular, en lo relacionado con el ajuste fiscal que exige Bruselas y que no se ha materializado en 2015.

Y por eso, los economistas del banco central advierten que la adopción de “medidas presupuestarias adicionales” a las consideradas en el escenario central de estas proyecciones “podría alterar el perfil de crecimiento del producto”. Es decir, que si el próximo Gobierno realiza los ajustes (de más de 10.000 millones de euros) la economía podría crecer menos.

Ahora bien, el Banco de España entiende que ese ajuste es necesario. Comportan costes en el corto plazo, pero generan beneficios, en términos de las ganancias de confianza correspondientes, sostiene el regulador, “que solo se harían totalmente visibles transcurrido un tiempo”.

Y es que, según el Banco de España, tanto en 2016 como en 2017 el déficit público seguirá siendo muy superior al estimado por el Gobierno. En concreto, estima que este año cerrará en el 4,4% y el próximo en el 3,4%. Por lo tanto, por encima del 2,8% y del 1,4% previstos por el Ejecutivo en funciones.

La economía española seguirá creciendo a buen ritmo en 2016: un 2,7%, pero los riesgos a la baja aumentan. Entre otras cosas, porque el avance de la actividad estará sostenido por el consumo privado, muy sensible a los escenarios políticos y al precio de algunas materias primas, como el petróleo. También porque si el nuevo Gobierno emprende nuevos recortes para cumplir con el escenario de consolidación fiscal pactados con Bruselas, eso podría afectar a la baja al crecimiento económico.

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